ᴛᴏᴋʏᴏ ʀᴇᴠᴇɴɢᴇʀꜱ ᴛ/ɴ || ꜰᴜᴇʀᴢᴀ

ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 33

—¡Rin rin! —tocaron el timbre de mi casa.

—Ya voyy. —abrí la puerta. —¡Oh Chifuyu!

—Hola.

—Ya salgo espera. —me senté para ponerme los zapatos. —Listo. —cerré la puerto de casa. —¿Hoy nos reuniremos con ellos, verdad?

—Así es. —me contestó.

—¿Qué hay de Takemichi, te ha contestado?

—Si, me dijo que quedásemos y luego el vendría.

—¿Te encuentras bien? —le pregunté preocupada.

—Sí, tranquila. —me miró sonriendo. —¿Eh? ¿No vas a tener frío con eso?

—¡Que va, estoy genial! —me ajusté la chaqueta sonriendo.

[...]

—Joder, hace frío. —se quejó Hanma.

—Por primera vez estoy de acuerdo contigo. —dije con mis brazos encogidos en mi pecho.

—Te dije que coguieras algo más de abrigo, idiota. —me miró Chifuyu.

—Tks, ya, ya sé.

—Oye, ¿viene Takemichi o qué? —preguntó Hanma.

—Él dijo que tenía un asunto que atender antes de venir. —respondió Chifuyu.

—Él no nos dejó plantados, ¿verdad? —rodó Kisaki los ojos. —Seguiremos con nuestro plan mañana, ¿sabes?

—Tengo hambre. —dije seria.

—Vayamos a comer algo mientras lo esperamos. —se dirigió Chifuyu hacía un local.

[...]

—¡Perdón, llego tarde! —entró Takemichi por la puerta.

—Es la noche antes de nuestra gran pelea, así que es mejor que nuevas tu trasero. —le miró Hanma.

—Además, Takemichi... ¿qué te pasó en la cara? —preguntó Chifuyu.

—¿Huh? —nos miró Takemichi.

—Mierda, hombre. ¡Incluso estás más feo! —se rió Hanma.

—Jaja. —se sentó Takemichi.

—T/N, T/N... —me empezó a dar Chifuyu unos golpes suaves en el hombro —Despierta T/N.

—¿Uh? —me empezé a despertar poco a poco. —¿Eh? —mire delante mía y vi a Takemichi. —¡Oh! ¿Ya llegaste? Perdón. —me reincorporé en la silla.

—La bella durmiente ya despertó♡. —sonrió Hanma mientras me miraba.

—Cállate. —le contesté.

—¿Uh, T/N? —me miró Takemichi. —¿No dormiste bien anoche?

—¿Eh? No, no es eso, tranquilo. —le sonreí.

—Se queda hasta tarde entrenando, así que casi ni duerme. —dijo Chifuyu.

—¡Oye! —le miré rápido. —Te dije que, tks. —volví a mirar a Takemichi. —El problema es que ya no salgo a correr, ¿de alguna forma me tendré que mantenerme en forma no? —me crucé de brazos.

—Si... pero también tienes que descansar T/N... —me miró Takemichi.

—Ya le dije pero no me escucha... —me miró también Chifuyu.

—¿¡Eh, que pasa con este ambiente!? —me levanté de la silla. —Ya llegaste, ¿nos vamos o qué?

—Sí, vámonos ya, se nos hará tarde si no. —se levantó Kisaki.

[...]

—Llevaremos a cabo nuestro plan en Shibuya. La iglesia cristiana Udagawa, convenientemente Taiju irá solo en la noche a rezar. —nos explicó Kisaki. —Si Hakkai va a atacar a Taiju, no sucederá en otro lugar más que ese. Nosotros esperaremos a Taiju fuera de la capilla. Hakkai debería de estar en la iglesia para ese momento. Takemichi. —se dió la vuelta y nos miró. —¡Tienes que razonar con él!

Takemichi se sorprendió.

—Ya que ustedes dos de llevan bien, ¿no te hace eso el mejor para ese rol? —siguió andando hacía delante. —Y antes de que Hakkai y Taiju corran el uno al otro... ¡Nosotros cuatro afuera derrotaremos a Taiju!

Chifuyu y yo vimos como Takemichi estaba un poco decaído de ánimos. No sabíamos porqué pero intentamos darle ánimos de algún modo.

—Bueno, nos enfrentaremos a los Black Dragons mañana. —le dió Chifuyu una palmadita en la espalda a Takemichi. —Nuestros planes secretos están bastante decididos. No sé por lo que has pasado, pero... toda esa ira... ¡¡suéltalo todo mañana!! —le intentó animar Chifuyu.

Está bien, yo no hice mucho, bueno, prácticamente nada... pero es qué no se compadecer a la gente. En mi casa nunca nos disculpabamos por los errores que cometimos y mucho menos hablábamos sobre cómo nos sentíamos... así que no se me ocurre otra manera que...

—¿Vamos a comer? —pregunté sonriendo.

—¿¡Eh!? ¡Si acabamos de comer hace nada! —se sorprendió Chifuyu.

—Pero yo no comí nada idota, me quedé dormida. —me quejé.

Todo se quedó en silencio.

—Grr... —le sonaron la tripas a Takemichi. Chifuyu y yo le miramos. —Jeje, la verdad es que yo también tengo un poco de hambre... —dijo Takemichi avergonzado.

—Puff... jaja. —nos empezamos a reír Chifuyu y yo.

—¿¡Eeh, d-de que os reís!? —se quejó Takemichi con la cara roja.