ᴛᴏᴋʏᴏ ʀᴇᴠᴇɴɢᴇʀꜱ ᴛ/ɴ || ꜰᴜᴇʀᴢᴀ

ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 27

Dos días después.

—¿Ya estamos todos los líderes aquí? —preguntó Draken.

—Sigo sin entender porque T/N está aquí. —me miró Hanma.

—Es decisión de Mikey. —contestó Draken.

Este relacionó mirando hacia otro lado.

—No tenía idea de que Hakkai era el hermano menor del líder de los Black Dragons. —rompió el silencio Smiley.

—Tu lo sabías, ¿verdad Mitsuya? —preguntó Muto.

Mitsuya ignoró la pregunta al lado mía. Los dos estábamos sentados en un montón de barras de metal. Chifuyu se encontraba delante mía.

—¿Los Black Dragons? Qué molestia. —sonrió Hanma.

—No hay forma de evitarlo. —habló Kisaki.

—¡Entrad ya! —ordenó Mikey.

La puerta del almacén se abrió, haciendo que Takemichi y Hakkai entren por esta.

—Okey. Estáis todos aquí. —miró Draken a su alrededor. —Como todos sabéis, hace cuatro días... Takemichi fue golpeado por el líder de los Black Dragons. Usó la violencia en Takemichi. Sabiendo que es nuestro capitán de la primera división. —se pauso durante unos segundos. —También sabemos que otros dos miembros de los Black Dragons arrinconaron en un callejón a T/N el otro día... Lo que significa... Que es una declaración de guerra de parte de los Black Dragons.

—Hijos de puta descarados. Vamos a patear sus traseros. —sonrió Smiley.

—Ya hemos aplastado a los Black Dragons una vez. Será sencillo, ¿no? —preguntó Muto.

—Esa vez vencimos a la novena generación. La décima generación es completamente diferente. —contestó Mitsuya.

—¡Te equivocas! —sonrió Smiley molesto. —No fue culpa de Takemichi no saber dónde estaba el territorio de los Black Dragons. Así que, ¿por qué demonios lo llevaste allí, Hakkai?

—Oye Hakkai. —se acercó Muto a el. —Estas... ¿¡Actuando como espía para los Black Dragons!? Hijo de puta. —le dijo solo a unos pocos centímetros de su rostro.

Prefiero no meterme aquí... casi todos los de esta sala me sacan más de dos cabezas... madre mía.

—Eres el hermanito del líder, ¿no es así? —rió Smiley molesto.

—Intentó ocultarnos eso, ¿eh? —dijo Muto.

—E...Espera un momento. —intervino Takemichi. —Hakkai no quería...

—¡¡Cierra la maldita boca!! —le gritó Muto.

—Urk. —se sorprendió Takemichi.

—No daré ninguna excusa. Odiadme, pateadme, hacer lo que queráis. —se arrodilló Hakkai en el suelo. —Como su hermano menor, estoy preparando para asumir las consecuencias.

Hakkai... No me parece justo todo esto.
Con el plan que hemos ideado Takemichi, Chifuyu y yo, esperamos que no abandoné Touman. Sino, el futuro no cambiará, y Chifuyu y yo volveremos a morir por manos de Kisaki.

—¡¡ASÍ QUE, LÍDER!! —gritó Hakkai arrodillado en el suelo. —Yo, Hakkai Shiba, vicecapitán de la segunda división de la pandilla Tokyo Manji Gang...

¡Noo! No me digas que...

—...¡Solicito permiso para abandonar Touman!

—¿Está bien para ti? —preguntó Mikey.

No, mierda, tenemos que arreglar esto urgentemente para no volver a caer en ese oscuro pasado. Según el plan establecido, es hora de Takemichi. Vamos Takemichi, tu puedes.

—¡ALTO AHÍ! —intervino Takemichi. —¡Yo me opongo!

¡Bien! Toda va según lo planeado.

—... Takemichi... —susurró Hakkai.

—Mikey-kun. —lo llamo Takemichi. —¡Tómate un momento para relajarte y considerarlo! —busco en la parte trasera de su pantalón. —¡Con un sabroso Dorayaki! —lo sacó de su bolsillo. —¡Aquí tienes! —se lo ofreció sonriendo.

—No lo quiero. —lo tiró al suelo. —No interrumpas. —se molestó.

—¿Eh...? —se sorprendió Takemichi.

—¡¡¿Creés que esto es divertido, idiota?!! —gritó Draken enfadado.

—¡¿Eh?! —se puso Takemichi nervioso.

Mierda Takemichi, el plan B, el plan B, recuérdalo.

Este saco y abrió la pequeña libreta que Chifuyu y yo le dimos. La leyó y nos miró rápidamente con cara de miedo. Los dos le sonreímos alzando el pulgar.
De repente se le empezaron a acumular lágrimas en los ojos.

¿Que le pasa? ¿Acaso no le gustó nuestro plan B?

Plan B:

CORAJE

- Mantén la cabeza alta.

- Mantén el contacto visual.

-Habla fuerte y claro.

—¿Cuál es tu decisión, Mikey? —rompió Draken el silencio.

—Se la dejaré a Mitsuya, él es el capitán de la segunda división.

Mitsuya se levantó y se acercó a Hakkai, poniéndose al lado de el.

—Lo siento, Taka-chan. —dijo Hakkai. —Ya he tomado una decisión.

—No estés tan triste, Hakkai. —se empezó Mitsuya a dirigir hacía la salida del almacén. —Lo entiendo.

—¡Taka-chan! —se levantó Hakkai del suelo.

Mitsuya se paró.

—¡¡FUE UN PLACER TRABAJAR CONTIGO!! —le hizo una reverencia.

—¿Eh? ¿Qué estás diciendo? No dije que pudieras irte.

—¿Eh?  —me sorprendí.

—¡Déjame hablar con Taiju! —miro hacía atrás sonriendo.

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