Good Girls and Broken Hearts (Michael Clifford) | a.u

12. " El Plan"

La música a volumen alto, el sol colándose por las ventanas y Killian bailando por toda la cocina, mientras preparaba el desayuno. Movía el cabello para todos lados y se reía.

Michael la observaba desde la puerta, recostado contra el marco con una suave sonrisa en la cara. Podría ser la persona con el corazón mas destrozado del mundo, pero cuando sonreía el mundo se iluminaba. Y Michael se dio un golpe en la frente. Era increíble lo cursi que se estaba poniendo.

-Mike, no te vi ahí- dijo al darse vuelta y se acercó para besarle la mejilla- Siéntate, estoy haciendo el desayuno. ¿Podemos ir a dar un paseo después? El día esta hermoso.

-¿Qué soñaste que estas tan feliz?- preguntó Michael mientras tomaba asiento.

-No lo sé. Estoy feliz porque me levanté y había alguien al lado mío. Alguien con quien compartir el día- dijo mientras apagaba el fuego y subía el volumen. Ed Sheeran sonaba de fondo y Michael empezó a golpear la mesa al ritmo de la música.

-Entonces estoy feliz de ser esa persona. No creo que ensayemos hoy, los chicos deben estar con resaca y echando a sus citas de la casa de Ashton. No querrías haber estado anoche- dijo y se estremeció, como si tuviera un escalofrío.

-Tú lo dices de celoso, te hubiera encantado estar en el lugar de alguno de ellos- dijo mientras servía el café y alzaba las cejas, sabía que tenía razón.

-¿Sinceramente? No.

-Por el amor a todos los Santos, ¿El rompecorazones negándose a una buena noche? Esto es histórico, déjame filmarlo- dijo y agarró su celular, con una sonrisa diabólica.

-No hace falta el sarcasmo- dijo Michael poniendo los ojos en blanco, mientras Killian servía el desayuno- Gracias mami.

Killian se sentó y tomo pacientemente su café al ver como Michael devoraba los panqueques y la sonrisa que llevaba desde que se había levantado, se intensifico. Parecía un niño inocente y adorable.

-Dios te bendiga, Castellan, esto es una delicia- dijo chupando sus dedos por el caramelo que resbalaba.

-Me gusta cocinar, a mi mama le encantaba hacerlo y siento que es lo único que tenemos en común- dijo mientras mordía la tostada y alzaba la  vista- Por favor, no me mires con pena.

-Solamente pienso en todo lo que pasaste y me recrimino no haberte hablado antes- dijo mientras se limpiaba la boca. Quería comer toda la mañana, su amiga era la Diosa de la cocina.

-Si me hubieras hablado hace 3 años, tantas cosas hubieran sido diferentes.

-Y ahora estaríamos planeando la boda en Las Vegas como dicen los chicos- dijo Michael e ignoró la mirada de reproche de su amiga- Sabes que es cierto.

-Tienes un problema, chárlalo en terapia- dijo Killian mientras terminaba el café y mordía la tostada.

-Tú eres mi terapia, tú y tu deliciosa comida- dijo con la boca llena y le sonrió- Y no es un problema, ya te dije que soy realista.

-Realista y egocéntrico- respondió y le guiñó un ojo, para después mirarlo sería- ¿Tú en serio crees que estaríamos juntos?

-Creo que podemos estar juntos, bueno, si no existiera el psicópata.

-¿Por qué lo llamas psicópata? No es el más amable del mundo pero tiene buenos sentimientos.

-Porque tiene cara de asesino serial,  como en las películas- era un comentario intencionado, pero Killian pareció, o fingió, no inmutarse.

El celular interrumpió la charla y la sonrisa de Killian al atender hizo a Michael reírse.

-Hola, títere- dijo Killian mientras daba saltitos. Su cara cambió radicalmente mientras escuchaba a Aaron hablar por el otro lado- Si, si, entiendo, está bien, suerte, adiós.