Good Girls and Broken Hearts (Michael Clifford) | a.u

17. "Independence Day"

-Lo siento, señor Shell, pero no estoy más en el negocio- dijo Killian encogiéndose de hombros y caminando al lado del señor y sus guardaespaldas.

-¿No quieres vengarlo? ¿Estás del lado de su asesina, tu tía?- el hombre, alto y adulto, parecía casi desesperado.

-No estoy del lado de nadie, no quiero meterme más en esos asuntos- dijo y le hecho una mirada por el hombro- Su hijo murió por amor, Señor Shell, no le quite eso.

-Volverás a saber de mí- dijo el hombre intentando ser amenazante.

-Eso espero, mándame una tarjeta- gritó Killian y Michael explotó a carcajadas.

-Destrozada y todo eres graciosa- dijo sofocando la risa y abriendo la Mini Van.

-En serio, no quiero más problemas, veré como vengar a Aaron yo misma- dijo subiéndose al asiento del conductor. Michael, atónito, camino hasta el otro lado y subió- ¿Creías que ibas a tener este privilegio mucho tiempo más? Lo siento, Mikey, pero Jesse no se toca, a menos que sean situaciones desesperadas.

-Tienes un problema con este auto, deberías hablarlo el terapia- dijo Michael mientras Killian arrancaba y sonreía un poco.

-Eres mi único terapeuta ¿quieres que hablemos sobre el tema?- preguntó mientras doblaba y la sonrisa desaparecía- ¿Vamos a ir a la escuela, no?

-Sí, pero no te preocupes, Ella no va a venir a buscarte- dijo y le acarició el brazo- Tienes que seguir una vida, no te puede cortar todo.

-¿Y tú serás mi guardaespaldas? ¿Contras las bestias que tiene Marianne?

-Te protegería del mismísimo Hulk- dijo y se acomodó en el asiento- Una vez descubrí que tú tenías el corazón mas roto que conocía, y esa vez me propuse arreglarte, pieza por pieza.

-Te llevará tiempo- dijo evitando la mirada para que no viera sus lagrimas.

-Me puede tomar una vida pero te ayudare-dijo y sonrió al ver las lágrimas. No le gustaba verla llorar, pero le gustaba saber que la había conmovido- No llores, no más lagrimas.

-No voy a poder y lo sabes.

-Vas a poder, Killian, eres la persona más fuerte que conozco, no hay nadie más fuerte que tú- dijo y ella solo apretó el acelerador, mordiéndose el labio- Aaron no  querría que estés llorando por los rincones.

-No, El amaba que yo sea fuerte- dijo y suspiró, secándose las lagrimas- No me hagas llorar mientras manejo, podemos chocar.

-Lo siento, lo siento- dijo y encendió la radio- Me quedo callado un rato.

Solamente faltaban 10 minutos, en los que se pasaron cantando con la radio y bromeando un poco, tratando de que Killian se distraiga y no llore de nuevo.

Al llegar al Instituto Keley, ambos dieron un gran respiro y bajaron a la misma vez. No pudieron caminar 3 pasos que los amigos de Killian corrieron a su encuentro.

-¿Qué paso? ¿Por qué desapareciste?- dijo Jo, mas alterada que de costumbre y fulminó a Michael- Es tu culpa, voy a matarte.

-No es culpa de Michael Jo, por Dios- dijo y su tono dulce había desaparecido. Su voz real, más grave y un poco siniestra había aparecido. Michael palideció.

-¿No recuerdas que tenemos examen hoy?- preguntó Abby y al ver sus ojos, enmudeció- ¿Estuviste llorando? ¿Por qué lloras? ¿No estudiaste?

-¿Llorar porque no estudie?- preguntó y el tono sarcástico dejo mudos a todos. Esa no era Killian.

-Castellan ¿Te sientes bien?- pregunto Thomas con los ojos abiertos y casi en un susurro.

-No, para nada. ¿Qué? ¿No puedo tener un mal día?- dijo y enfiló para la escuela, personal del colegio y varios alumnos se acercaban a preguntarle o pedirle un favor. Michael veía  desde lo lejos como la postura se iba transformando.