Mientras manejaban hacia Keley, Michael sentía que iba a morir de un paro cardiaco y no era una persona violenta y menos contra las mujeres, pero quería asesinar a Killian por estar tan calmada. La adolescente cantaba con la radio y golpeaba el volante.
-¿Cómo carajo haces para estar tan tranquila? Yo siento que una manada de hipopótamos en mi estomago- dijo mientras bajaba la ventana.
-He asesinado gente y estado en persecuciones desde que tengo 14 y tú jugabas al FIFA- dijo mientras prendía un cigarrillo- No puedo ponerme nerviosa, mi sistema no me deja.
- A veces creo que no eres una persona real- dijo Michael con una sonrisa nerviosa.
-Demasiado rota para ser irreal- le respondió riendo- Se que debo estar matándote con mi tranquilidad, pero tu familia está bien, te lo juro.
-Es nuestra familia ahora.
-Ugh ¿Por qué eres tan cursi?
Al llegar a Keley, mientras manejaban a la plaza, ya notaban la cantidad de gente que había y Killian rodó los ojos mientras estacionaba.
-¿Las sombras están atrás?
-Si, con Marco.
-Genial, que empiece el show- dijo mientras tiraba el cigarrillo y caminaba con Michael a sus espaldas, mientras Pat y Blake la seguían con la camioneta.
La escena era casi medieval. Marianne estaba en el medio, con una bata de baño y el pelo desordenado, lo que hizo que Killian se sintiera un poco satisfecha, verla en un estado tan deplorable a la perfecta Marianne Castellan. Emily, Chris y Mathew estaban atados detrás de Ella, con una bolsa en la cabeza. Killian miro para atrás y asintió una vez, lo que hizo que Pat se baje y corra sigilosamente al otro lado.
-Michael, ayúdalo- dijo antes de poner un pie en la plaza y alzar la voz- Marianne, que gusto verte de nuevo.
-Devuélveme al mi hijo, mocosa- dijo y no la miraba, sus ojos estaban más allá de todo.
-Realmente te volviste loca- dijo mientras la miraba y chequeaba que sorpresivamente no había nadie acompañándola- ¿Y toda tu organización?
- Los policías, la gente, todo, me lo sacaron- su locura empezaba a desvanecerse poco a poco, Killian veía como en sus ojos iba apareciendo la Marianne de siempre- No tienes opción mocosa, o me devuelves a mi hijo o mato a la familia de tu novio, a tu novio, a ti y a todo Keley Hills.
-¿Vas a matar un pueblo tu sola? Por favor tía, baja el arma, tengo un lugar donde puedes quedarte tranquila, te darán comida y te harán estudios, porque nunca fuiste completamente cuerda- dijo en el mejor tono burlón, pero con un poco de razón.
-En 4 años jamás me dijiste tía. No intentes sobrepasarme niña, yo soy la reina cuando se trata de fingir.
-No estoy fingiendo, dios mio. Perdiste Marianne, no te queda nada- dijo acercándose despacio- Ni tu hijo.
-Mi hijo me queda. Devuélvelo o los matare a todos
-¿Para qué voy a devolverte a la pobre criatura? ¿Para que la tengas encerrada y la vayas a ver una vez cada dos meses? Porque si, Marco hablo. Marco me conto todo, cada una de las excusas que armaban. Tiene 4 años pero sabe más que muchas personas. Y eso se debe al dolor. Basta, Marianne. Sé que eres una perra y no vas a dejar de serlo nunca, pero ya esta ¿para qué pelear?
-Todavía tengo a la familia de tu novio- dijo con una sonrisa y al darse vuelta, ellos ya no estaban ahí- ¿Qué?
-En realidad, no- dijo y la familia Clifford, acompañada por Pat apareció detrás de Killian.
-Tú, maldito niño- dijo mirando a Pat.
- Jaque mate, jefa- dijo Pat y Killian no lo había visto sonreír en bastante tiempo.
Con la fuerza que sacó desde su interior lleno de odio y rencor, Marianne corrió hasta donde estaba la familia en un intento de agarrarlos. Killian, junto a Pat la sujetaron de los hombros y la retrocedieron.
-Blake- gritó y el muchacho apareció con Marco en brazos, Killian tomó al niño y volvió al frente- Míralo, Marianne, es tu hijo, tu última oportunidad de redimirte. No lo hagas por mí, por ti, hazlo por El. Un pequeño no merece crecer lleno de tristeza y violencia, como yo crecí.
-Jamás, no perdí, yo no puedo perder- la locura volvía a sus ojos, mientras sacaba de nuevo la pistola y la apuntaba- Si mueres, yo gano.
-Si muero, vas a ir a la cárcel para toda la vida y te la vas a pasar arrepintiéndote de no tomar la única oportunidad que te queda- dijo y le hizo una seña a Michael, que tomó a Marco, Killian sacó la pistola y la apuntó.
-¿Y si yo muero?
-Si tú mueres, habrá juicio. Y estoy segura que nadie en este mundo puede defenderte, ni tu propia madre, a la que encerraste por fuerzas y amenazas- dijo y no temblaba, respiraba con normalidad.
Michael estaba aterrado, sabía que algo iba a pasar y que Killian iba a salir herida. Pero no se espero que su hermano menor saltara enfrente de Ella.
-Para matarla, pasas por mi cadáver- dijo, bastante decidido.
-Niño, fuera- dijo Killian empujándolo, pero el volvió.
-Me prometiste que no ibas a morir al final de esto, Michael te hizo prometérmelo.
-El afecto viene en formas tan extrañas- dijo Marianne apuntando a la cabeza de Mathew- Dos balas no me hacen mucho daño niño.
-Dos balas serán.
-Mathew, vuelve aquí, ahora- gritó Michael, mientras Emily lo tomaba de los hombros- Killian, haz que Pat y Blake la desarmen y terminemos con esto.
-Voy a terminar con esto- dijo y sus ojos se quedaron en los de Michael- Te amo.
Se acercó a Marianne, con Mathew a su lado que se negaba a separarse y le dio una sonrisa casi aniñada.
-Nos vemos en el infierno, colega.
Un disparo se escuchó.
Dos cuerpos cayeron al piso.
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Mi vida es un caos. Amo este capitulo. No quiero que termine esta historia. El jueves es mi cumpleaños. Eso
Love you my darlings, see you soon xxx
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Good Girls and Broken Hearts (Michael Clifford) | a.u
Fanfiction“Lights will guide you home” Killian Castellan/Michael Clifford La chica buena/ El rompecorazones. Ambos tienen pasado, ambos tienen secretos. Y es hora de descubrirlos.