𝐌𝐀𝐆𝐈𝐂𝐀𝐋 | Arrowverse [Barry Allen] #2

XXXI. The Wizards Of Central City

CAPÍTULO TREINTA Y UNO
LOS MAGOS DE CENTRAL CITY

—Bueno—suspira Cisco al quitarse sus gafas de vibración—Todo sigue igual. El futuro no a cambiado.

—Está bien, pues... tenemos dos meses para hacer que cambie—declara Barry—

—Vale, hay que enfocar esto como hacemos con todos los problemas. Empezando por lo que sabemos—habla Caitlin con seguridad—Nunca podrás hacer algo si no lo entiendes.

—Eso es lo malo—señala Jay—Es como si no pudiéramos comprender nada hasta que pasa. Igual que con las profecías de Savitar.

—Precisamente—señala Julian—Y como estos titulares del periódico. Bueno, todos menos uno.

Caitlin lleva su mano hacia su collar anti poderes al ver a Julian señalan el titular que nombra a Killer Frost.

—Un homicidio—anuncia Jay leyendo el mensaje que Joe le había mandado—Tenemos que irnos.

Barry y Julian asienten antes de salir de la sala dejando a Caitlin y a Cisco a solas.

Mientras tanto, en su apartamento, Annabeth mantenía una conversación con su vecina Claire, quien ahora sabía que se trataba de Circe.

—Fue culpa de ese tío. El equipo estaba dividido, Tessa y Barry separados, eran vulnerables, pero entonces apareció ese mago de la música y lo solucionó todo—le explica Annabeth—Hice lo que me pediste pero...

—No, no lo hiciste—la interrumpe Circe—Debías encontrar al collar, Anna, y no lo has hecho.

—Me dijiste que crear caos me ayudaría a entrar en sus cabezas. Que si estaban vulnerables sería más fácil—recuerda ella—Y era cierto, entre en la mente de Jay y de Barry.

—¿Y qué descubriste?—le pregunta con interés—

—Todo era borroso, no podía verles con claridad. Sé que se lo dieron a Sara Lance, pero no funcionaba, así que... Tessa se lo dio a...—suelta un suspiro lleno de frustración mientras intenta recordar lo que había visto en la mente de Jay Halstead—A su hermana.

—Thea Queen—murmura Circe con una pequeña sonrisa en sus labios—

—Si.

—Bien hecho—le sonríe—Ahora necesito otra cosa.

—No, no—se niega la chica—Querías saber quien tenía el collar, ahora lo sabes, no haré nada más por ti.