𝐌𝐀𝐆𝐈𝐂𝐀𝐋 | Arrowverse [Barry Allen] #2

XLVIII. Disconnected

CAPÍTULO CUARENTA Y OCHO
DESCONECTADOS

Recuperar sus poderes no se sintió como Tessa esperaba que se sintiera. No se sintió mejor, si no peor. Circe tenía la teoría de que se debía a lo poderosa que era la magia divina, recupérala era casi igual de doloroso que perderla. Tal vez por eso ella también se encontraba tan débil.

Tessa deseaba haber caído en coma, como cuando Circe le había quitado sus poderes, solo para no tener que sufrí aquel dolor y aquellos cambios de ánimo. Estaba tan descontrolada que sus poderes a veces funcionaban sin que ella quisiera. Por eso el equipo había decido mantenerlas a ella y a Circe juntas y solas para protegerlas y que no dañaran a nadie.

Barry había tenido que abandonar su piso y mudarse unos días con Jay para dejarle la casa a Tessa y a Circe. Pasaban las horas viendo películas y series, comiendo distintas comidas poco saludables y, sorprendentemente, haciéndose amigas.

Aquella noche ambas se habían quedado dormidas en el salón, con los restos de una pizza sobre la mesa central y un capítulo de Supernatural en la televisión. Circe dormía plácidamente en uno de los sillones, mientras que Tessa ocupaba el sofá.

Barry, quien no había podido dormir en toda la noche, pensado en cómo parar a DeVoe, se presentó en el apartamento deseando ver a su mujer. El instinto de supervivencia y sus ya amplificados sentidos, hicieron que Circe se despertara en el mismo instante en el que Barry abrió la puerta.

—Lo siento—se disculpa Barry—No quería despertarte.

—Está bien—le asegura ella, poniéndose en pie—¿Qué haces aquí, velocista? ¿Comprobando que no haya matado a tu mujer mientras dormía?

—No es divertido—se queja Barry, observando como la chica caminaba hasta la cocina—¿Cómo esta?

—Yo bien, gracias por preguntar—sonríe falsamente, agarrando un vaso de uno de los armarios. Barry la observa seriamente. Circe suspira—Esta algo mejor. Sus poderes están aumentando, hay luna llena y recuperarlos de golpe es... complicado.

—¿Qué quieres decir con que sus poderes están aumentando?—cuestiona, posando su mirada en Tessa, quien dormía plácidamente en el sofá con una de sus sudaderas, la cual cubría su cuerpo hasta los muslos—

—Bueno, Diana dice que somos las reencarnaciones de Asteria y Hecate, y si eso es así, Tessa ya no será solo la diosa de las estrellas. Asteria también era la diosa de las profecías nocturnas y de la nigromancía.

—¿Nigromancia?

—Comunicación con los muertos—le explica, tomando un sorbo de agua—Tu mujer es muy poderosa, velocista, apréciala.

—Lo hago—le asegura. Circe asiente, observándole detenidamente—¿Cuál es el trato que hiciste con ella?

—¿No te lo ha dicho aún?—frunce el ceño, confusa. Barry niega—Me dijo que me encontraría una familia. Nunca he tenido una. Mis padres murieron cuando era niña, viví en un orfanato gran parte de mi infancia, hasta que me escapé. Me escondí y viví en una biblioteca medio abandonada y empecé a leer, esos libros eran lo único que tenía. La mayoría eran de mitología griega, y me obsesioné. Quería ser una amazona, pero ellas me rechazaron, así que busque poder para vengarme. Tessa dice que puede encontrarme una familia.