𝐌𝐀𝐆𝐈𝐂𝐀𝐋 | Arrowverse [Barry Allen] #2

XII. Girls Night

CAPÍTULO DOCE
NOCHE DE CHICAS

Ralph y Barry por fin habían hecho las paces, así que el antiguo inspector de policía ahora formaba parte del equipo Flash, en su mayor parte para ayudarle a controlar sus poderes, pero también porque él quería ser un héroe y ayudar a Barry.

Tessa por su parte se había pasado un par de horas en su casa recogiendo varias cosas más para llevarlas a Central City, entre ellas las invitaciones de boda, que gracias a los poderes de velocidad de Barry y las brechas de Cisco habían sido muy rápidas de enviar.

—Eh, ¿queréis ver algo superchulo?—pregunta Ralph llamando su atención—

—Claro—responde Barry algo confuso—Adelante.

—Estírate, Ralph, estírate—murmura para si mismo. Entonces su cuerpo comienza a estirarse por el túnel de velocidad de la sala de entrenamiento—

—Si que es chulo—comenta Cisco. Harry asiente a su lado—

—Oye, ¿estás seguro de que no podemos encontrar a DeVoe?—inquiere Barry mirando a su mejor amigo e ignorando así a Ralph—Nos lo advirtieron. Nos dieron el aviso de que, algún día, alguien llamado DeVoe sería uno de mis enemigos.

Barry estaba empeñado en localizar a ese tal DeVoe porque al parecer era el que había hecho que Ralph comenzará a investigar al alcalde, lo que le había llevado a meterse en tantos líos y a casi ser asesinado. Además no era la primera vez que alguien le decía ese nombre al velocista. Sin ir más lejos Abra Kadabra y el propio Savitar lo mencionaron en su momento.

—Ahora piensa un momento—le pide Cisco—¿Sabes cuantas personas hay, solo en este estado, que se apelliden DeVoe?

—No.

—Miles—responde Harry—Y tampoco sabemos su edad.

—Tal vez uno de tus mayores enemigos tenga tres meses. Un tal Liam DeVoe vive a tres manzanas—señala Cisco mirando su ordenador—

—No creo que uno de mis mayores enemigos sea un bebé—le asegura Barry—

—Un bebé asesinó—comenta Cisco con una voz rara—

—Podría pasar—murmura Harry a su lado—

Barry suspira y se dispone a quejarse pero dos golpes en la puerta de la sala le llaman la atención.

—Hola—sonríe Felicity entrando al lugar con un montón de globos rosas—

—Eh, Felicity—sonríe Barry al verla—¿Cómo has entrado aquí?

—¿Literalmente? Andado—le responde mientras Barry la abraza—No tenéis... no tenéis seguridad. No tenéis alarmas, no tenéis nada en la puerta. Deberíais poner alguna cosa. Lo que sea, pero algo.

Cisco y Harry comparten una mirada pensando en sus palabras.

—Vienes preparada—observa Barry al fijarse en los globos—