Finally // Beautiful Stranger | YeHyun

28. Versatilidad

"La versatilidad es la gloria", había comentado una vez JongWoon a Siwon.

Habían estado en el departamento de Choi, disfrutando de una cerveza mientras le contaba que su pareja había roto con él por no querer cambiar de lugar en el sexo.

-La idea me incomoda -había dicho SiWon.

JongWoon asintió comprensivo. No era para todo el mundo, no todos miraban con buenos ojos algo como eso, pero siempre que podía Kim trataba de sugerir que lo probaran.

La versatilidad era la gloria, y lo estaba comprobando esa tarde, con su mejilla y su pecho pegados al colchón, sus manos atadas tras su espalda, su cadera un poco elevada con KyuHyun entrando y saliendo de él con fuerza y rapidez, como si lo estuviera castigando.

Dios, la idea de eso le dio una punzada a su ya goteante miembro.

Resultó ser que, desde que KyuHyun tuvo la oportunidad de ser activo, sacó un lado de él que JongWoon no imaginó que tenía pero que le gustaba, y mucho.

La primera vez que lo hicieron el menor estaba nervioso. JongWoon entendía así que se preparó él mismo y lo guio todo lo que pudo. Fue algo torpe, sí, pero para haber sido su primera vez todo fue mejor de lo que esperaban. Y por supuesto, después de esa le siguieron otras veces.

Al inicio Cho se sorprendía de que JongWoon aceptara ser pasivo, incluso a veces preguntaba si estaba bien que lo fuera, y JongWoon decía que sí, que cada vez que quisiera KyuHyun podría ser activo. Lo que no sabía era que desataría a un pequeño monstruo anhelante de dar y recibir placer.

Hubo una ocasión en la que KyuHyun sugirió usar cuerdas. El mayor lo miró con su mejor rostro serio, procesando la idea. No iba a negar su curiosidad al respecto y aceptó. El primero en ponérsela fue KyuHyun, y no le agradó que el menor las tuviera porque le gustaba que sus manos recorrieran su cuerpo mientras lo tomaba.

Cuando fue el turno de JongWoon, el mayor halló un extraño placer en estar amarrado de manos, en ser el pasivo y no poder tocar a KyuHyun, que esa situación se repetía más a menudo.

Ambos estaban de acuerdo en ello, ambos quedaban satisfechos, y esa ocasión no era distinta. Los pequeños "ah, ah, ah" que salían de su boca lo confirmaban.

KyuHyun se detuvo un momento. JongWoon trató de calmar su respiración aunque no tendría mucho éxito, lo sabía. El menor acarició su espalda, su mano resbalando con facilidad debido al sudor, mientras le preguntaba si estaba bien.

-Sí.

Movió un poco sus manos, como si quisiera acomodarse.

-¿No te duelen los brazos?

-Están empezando a dormirse -respondió.

KyuHyun se agachó para dejar un beso en su hombro, apoyando sus manos a los lados del cuerpo de JongWoon, sintiendo como el menor lo arropaba por completo con el suyo.

-Entonces no demores en venirte -lo escuchó susurrar contra su oreja, sus labios rozando su piel. Iba a gruñir a modo de protesta, pero el menor le dio una fuerte estocada que le sacó un gemido.

Cuando quería, KyuHyun podía ser todo un desgraciado.

Las fuertes estocadas continuaron, sus gemidos entrecortados llenaron de nuevo la habitación. Todo era intenso, con los dedos de KyuHyun enterrándose en su cadera, golpeando contra él con fuerza.

JongWoon no duró mucho más, liberando su esencia en las sábanas blancas de la cama, sintiendo a su novio todavía golpear contra él en busca de su propio orgasmo. Fueron unos momentos más cuando lo sintió dar estocadas desordenadas, escucharlo gemir profundo y dejarse caer sobre él.