5. Manos

267 31 19
                                    

Así que estaba saliendo con JongWoon. Eran ya dos semanas de eso, y se le hacía algo raro todavía pensarlo, por lo que casi no pensaba en eso. Sin embargo, había momentos en los que se hallaba aburrido, como ahora, y su cabeza no encontraba mejor tema qué pensar que JongWoon.

Estaba conduciendo hacia la universidad, un viaje de treinta minutos en los que la radio, el tráfico, y uno que otro insulto proferido hacia taxistas y choferes de bus, no hicieron cambiar de opinión a su mente. Así que, rindiéndose ante los deseos de su cabeza meditó sobre los comportamientos del mayor hacia él, y viceversa.

Uno de ellos era la forma en que se llamaban. Ahora era KyuHyun ah y no KyuHyun ssi; y era JongWoon hyung, o solo hyung, en vez de JongWoon ssi. Por más raro que le sonara ese simple cambio de honoríficos les daba una nueva confianza al momento de hablar. Tanto así que ahora se enviaban mensajes más seguidos. No habían cruzado de eso, ni audios, mucho menos llamadas, pero estaba bien. KyuHyun no quería llegar tan lejos. Ni siquiera estaba seguro que lo de ellos fuera a funcionar.

Se concentró en otra cosa, no queriendo pensar en lo último.

Había notado también que JongWoon le sonreía de una manera a él y de otra a las demás personas. Lo comprobó la tarde anterior, cuando lo recogió del trabajo. El mayor estaba afuera del edificio hablando con uno de sus colegas, supuso KyuHyun. Cuando se detuvo esperando por Kim, este desvió su seria mirada hacia él y cambió su expresión por una llena de dulzura. Y antes de que KyuHyun pudiera correspondérsela, o procesarla siquiera, JongWoon regresó la mirada hacia el hombre con el que hablaba. El menor agradeció que lo hiciera porque de otra forma su corazón hubiera salido por su boca.

Aparte de eso, no había más cambios entre ellos, tan solo en KyuHyun mismo. Se había percatado de que ahora sonreía más de lo acostumbrado, que estaba pendiente de su teléfono por si algún mensaje le llegaba, y que ya no veía a JongWoon como alguien amargado.

Era amable y divertido con él. Eso le gustaba pero también le daba miedo. No quería llegar a un punto en el que lo que sentía por JongWoon fuera más allá de lo que pudiera controlar porque temía que el otro no lo tomara en serio. Le había pasado la última vez, y cuando se curó de aquello se prometió que aquella experiencia no lo frenaría de una nueva relación, pero ahí estaba, atemorizado de que lo utilizaran de nuevo.

Apagó el auto y se dirigió a su clase.

 
Estaba prestando atención a su clase cuando el mayor de nuevo se coló en sus pensamientos. Esta vez, en cambio, fue con el hecho de que ni siquiera había notado que Kim le gustaba. Es decir, lo había tratado como siempre, casi que ni lo veía, pero bastó una noche, un almuerzo y de pronto ya le gustaba. No quería creer que era porque se sentía un poco solo y tomó la primera oportunidad que se le presentó, porque primero admitió que le gustaba y luego el otro le pidió salir. Pero no tener una explicación sobre por qué fue tan repentino no lo dejaba estar tranquilo.

Cuando la hora del almuerzo llegó, compartió mesa con una de sus compañeras hablando de la lección del día siguiente, o haciendo el intento porque estaba más pendiente de su móvil. El mayor le enviaba mensajes a esa hora y en unos pocos días se había acostumbrado a recibirlos. Su compañera lo notó y le preguntó si esperaba un mensaje importante. KyuHyun miró a la mujer, parpadeando antes de negar con la cabeza.

-No. Sí. Bueno, no es tan importante que digamos.

Su compañera lo miró suspicaz con una sonrisa pícara que lo puso nervioso.

-Me suena a un corazón conquistado -comentó sorbiendo su bebida.

KyuHyun rio ante lo que veía, sin negar ni confirmar nada tan solo cambiando el tema. Sin embargo, no supo de JongWoon sino hasta la tarde.

Se había quedado en la biblioteca de la universidad estudiando cuando recibió el mensaje de quién tanto había anhelado saber, pero recibió algo distinto a lo que esperaba.

"¿Quieres salir? Veámonos donde siempre."

KyuHyun rio ante lo último porque "el lugar de siempre" era la cafetería donde compartieron su primera conversación. Se reunían ahí seguido, sobretodo porque terminaban cansados de sus clases y trabajo respectivamente por lo que les bastaba con sentarse, comer y hablar. El menor aceptó y condujo hacia allá.

Iba pensando en que no se quedaría mucho tiempo con el mayor porque todavía debía estudiar y casi no sintió el viaje hacia la cafetería por andar pensando en él. Cuando llegó, JongWoon ya lo estaba esperando, esta vez con un traje gris perla que lo hacía lucir más atractivo de lo que ya era y KyuHyun sonrió porque ese atractivo hombre estaba esperando por él.

Hablaron de cómo les había ido en el día, principalmente. Y aunque parecía algo banal no les era aburrido. Al menos, no a KyuHyun. No podía asegurar nada por parte de JongWoon porque no era capaz de leer sus pensamientos, y aunque su rostro lucía interesado eso no le aseguraba que verdaderamente le estuviera prestando atención.

Borró ese pensamiento de su mente y se concentró en el mayor. Estaban hablando sobre un profesor de la universidad cuando se notaron lo tarde que era y pidieron la cuenta; no se quedaron mucho más.

Iban todavía compartiendo opiniones sobre el profesor Choi cuando, sin saber cómo, KyuHyun se enredó con sus propios pies y lo siguiente que supo era que estaba de rodillas en el suelo.

Por supuesto, JongWoon no alcanzó a detenerlo, pero se agachó tan pronto pudo para ayudarlo a ponerse de pie. KyuHyun esperó unos momentos antes de aceptar la mano que le ofrecía el mayor. Estaba haciendo un gran esfuerzo por ignorar a los transeúntes que lo miraban curiosos, al ligero ardor en una de sus rodillas, y al hecho de que había quedado en ridículo frente a JongWoon y que estaba igual de rojo como un bombillo de Navidad, que no notó que el mayor no soltaba su mano.

-¿No se te cayó nada? -cuestionó el otro.

Cho lo miró a los ojos con una expresión en blanco.

-Tan solo mi dignidad, pero no creo que logres hallarla.

No era una broma, pero JongWoon rió. Supuso que era el Síndrome de Me-río-de-todo-lo-que-dice-el-otro cuando estaban en una cita, así que lo dejó pasar. Fue ahí cuando notó que JongWoon todavía lo sostenía. Miró hacia sus manos juntas, como la del mayor apresaba la suya con suavidad y firmeza.

-¿No vas a devolvérmela?

JongWoon miró hacia donde él miraba.

-No hasta que lleguemos a tu auto -replicó sonriendo de lado.

Entonces retomó la marcha, halando a KyuHyun con suavidad cuando no avanzó. Y es que Cho estaba un poco tímido porque no creyó que se tomaría de las manos con JongWoon esa noche; tampoco creyó que sería  después de una caída; y tampoco esperaba estar tan arrepentido de no haberse estacionado más lejos.

Estaba sonrojado, eso era seguro, pero ni toda la timidez del mundo lo iba a privar de disfrutar de ese momento. Acomodó mejor su mano con la del mayor no evitando su sonrisa al notar que encajaban.

Una sonrisa que no se le borró ni al dormir.

***

Notas:

¡Hola!

¿Cómo les va? Me desaparecí la semana anterior, y me disculpo por ello porque ni siquiera les informé ni nada. Estaba confundida de días y cuando me di cuenta ya era domingo 😅

Peeero como disculpa les tengo actu doble 😉

Así que corran a leer el siguiente cap!

Las leo ahí :3

Finally // Beautiful Stranger | YeHyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora