Finally // Beautiful Stranger | YeHyun

26. Solo ocho horas

Tenía las manos en los bolsillos del pantalón, apoyado en el fondo del ascensor mientras subía a la oficina. Estaba regresando de almorzar con HeeChul, quien ahora estaba tecleando velozmente en el teléfono, tal vez discutiendo por quinta vez en el día con su novia. JongWoon no auguraba cosas buenas para esa relación, al menos ya no más.

Cuando HeeChul suspiró y bloqueó el teléfono, supo que él tampoco esperaba ya cosas buenas. El mayor, sin embargo, supo recomponerse y mirarlo. Estaban los dos solos en el elevador, y aunque HeeChul estaba consciente que no debía fingir alegría a su lado, lo hizo de todas formas, tal vez para dejarse derrumbar por lo que le estaba ocurriendo.

—¿Cuándo llega KyuHyun?

JongWoon no pudo evitar su enorme sonrisa, incorporándose de su sitio y pensando en su novio.

—Mañana en la noche —respondió.

Cho estaba de vacaciones. Había terminado sus exámenes dos semanas atrás y durante ese tiempo su compañero de tesis y él habían quedado de acuerdo en el tema. JongWoon escuchó y dio sus sugerencias, y cuando el menor le informó el tema reiteró su ayuda. Fue así como KyuHyun le dijo que quería ir de nuevo, que ya que estaba libre podría quedarse más tiempo. Kim, por supuesto, no rechazó la idea. Cho llegaría un viernes por la noche, se quedaría una semana entera, y tomaría un vuelo de regreso a Corea el domingo a medio día.

—¿Vas a presentármelo?

La galantería en su voz no pasó desapercibida.

—¿Por qué debería?

—Bueno, yo soy tu otro novio, ¿no crees que debo conocer a mi rival?

JongWoon sonrió divertido y agradeció que las personas que se habían subido al ascensor no hablaran coreano porque entonces ambos habrían quedado como unos adúlteros.

—Déjame ver si KyuHyun quiere. Si no, seguirás siendo el otro clandestinamente.

HeeChul sonrió, y JongWoon se alegró que, por lo menos por un momento, quitó esa cara amarga que llevaba desde hacía algunas semanas.

Ese día y el siguiente se le pasaron en un suspiro.

Entre algunas cosas del trabajo, sus conversaciones con HeeChul, y entre arreglar y limpiar el departamento, la noche de viernes llegó fría, con un poco de brisa, y un tráfico terrible que retrasó a JongWoon en su ida al aeropuerto. KyuHyun ya lo estaba esperando en una cafetería, y se sintió mal por saber que llegaba tarde, pero el tráfico era algo que no podía controlar, y a veces tampoco prever. Cho comprendió y tan solo le pidió que fueran a casa.

A casa. Eso se había escuchado hermoso.

En uno de los restaurantes cercanos al departamento compraron comida, que se enfrió porque no resistieron las ganas de comerse a besos y acurrucarse unos momentos, haciendo más real el hecho de que KyuHyun estaba de regreso en China, en sus brazos.

Cenaron sin prisa, pero con los ojos cerrándose debido al cansancio del día. A la mañana siguiente quedaron de acuerdo para almorzar con HeeChul y en la tarde, ir a la Torre Jin Mao para ver el atardecer juntos.

JongWoon vio con gracia y alegría cómo HeeChul y KyuHyun congeniaban de maravilla, incluso haciendo migas para molestarlo. Le recordaba a sus tardes con HyukJae y KyuHyun, en las que él era el objetivo de sus bromas. Al terminar el almuerzo, y antes de que cada uno tomara rumbos distintos, HeeChul se despidió con un "adiós, novio de mi novio" en mandarín, logrando que las personas alrededor los vieran con ceños fruncidos.

—¿Qué fue lo que dijo? —quiso saber Cho mirando de regreso a HeeChul que se había quedado en su lugar despidiéndolos con la mano.

—Luego te digo, solo vámonos pronto de aquí.