-¿Lo...Lo siento? -dije, mirándolo nervioso.
-¡Amo! Disculpe los inconvenientes previos, pero volvió a escaparse y...
-No es necesario que lo digas -interrumpió aquel potente hombre frente a mí, dejando a aquella mujer con la cabeza agachada en pena.
Por ningún motivo dejó de quitarme la mirada de encima..., y eso me mantenía inmóvil-. Desde ahora me encargaré de él. Pueden retirarse.
Todos asintieron con respecto, marchándose.
Él cerró la puerta del auto y después se acercó más a mí.
Se agachó para llegar a mi altura. Me escudriñó y, con el dedo índice de su mano derecha, me levantó la cabeza desde el mentón para que lo viera mejor.
-Eres demasiado cobarde para ser el Zixu.
-Yo no...pedí serlo -respondí después de unos segundos.
-Y también eres malagradecido. Entiendo -se levantó y, súbitamente, me jaló del pelo para llevarme adentro de la casa, dirigiéndome al patio.
¿¡A dónde vamos!?, pensé. Mierda, mi cabello.
No podía moverme como para luchar, ¿por qué?
-Supongo que te castigará -dijo Zixu. Te dije que no te escaparas.
-Esto es una jodida broma, ¿verdad? ¿Cree que lo dejaré hacer lo que se le dé la puta gana? -pensé.
-No puedes hacer nada de todas formas.
-Tienes poderes, ¿no?
-No pienso lastimarlo, además, todavía no recupero la fuerza suficiente para generar un buena ataque. Lo lastimaría, pero no lo mataría.
-¿Y? Haz algo, inútil.
-Te recuerdo que el castigo será para tí, no para mí.
Cuando llegamos a un invernadero, me tumbó, dejándome en aquel suelo frío.-Te quedarás aquí hasta que te hayas hecho un solo ser con él. Y...-se agachó para susurrarme- si me doy cuenta de que saliste sin mi permiso..., no dudaré en comerte vivo.
Me agarró fuertemente de las mejillas.
-¿Escuchaste?
No respondí.
Y me apretó más.
-Lo preguntaré una vez más: ¿me escuchaste?
La piel se me herizó, asintiendo frenéticamente.
-Buen chico -me lamió el labio inferior por la pequeña gota de sangre que tenía ahí mismo. Me quitó la mano de encima y se levantó para después irse.
Y pude moverme después.
Mi corazón latía muy rápido, pudiendo escuchar sus pasos.
Bum
Bum
¡Bum!
-Tranquilízate, ya se fue.
-¿¡Cómo mierda quieres que me tranquilice si hizo toda esa mierda!? Y... ¡AGH! ¡Ese hijo de puta me besó! -miré por doquier en busca de agua, encontrándola en la fuente de allá a lo lejos; me limpié la boca fuertemente, sacándome más sangre.
-Te estás lastimando.
-¡Me importa un carajo! Qué asco.
Escupí saliva.
Agh.
Me acosté en el piso de por ahí.
-Bueno..., supongo que es un buen momento para que me mantengas al tanto de esta situación. Cuéntame todo -dije, mirando el cielo que se veía a través de los glaucos cristales del techo.
-Sabes el inicio, ¿no?
-Sí, ¿pero qué pasó después de haber quedado en brazos de aquella mujer?
-Morí. Quiero decir, el cuerpo humano que llevaba murió: los tratos que recibí en aquel entonces no eran agradables; Goethe, la mensajera del bien, llegó hasta mí para cubrirme con su manto de cálidas mariposas azules y dejarme ir para tocar las puertas de una reencarnación que me permitiera cumplir la leyenda que todos esperan.
-Espera..., ¿entonces moriste y reencarnaste en mí para cumplir tu estúpida leyenda?
-Te dije que odio tu vocabulario, pero, sí, así fue.
-¿Por qué yo?
-No tuve a alguien en específico, de hecho, mi madre me llevó a cualquiera de corazón libre y mórbido. Tú fuiste el indicado.
-¿Uh? -me reí fuertemente-. ¿Crees que tengo un corazón amable? Dios, esta generación de hoy en día...
-Tal vez tú no lo creas, pero es verdad. Necesitaba a un portador así para engendrar.
Detuve mi risa rápidamente y fruncí el ceño tanto que me dolió el entrecejo.
-¿Qué?
-La leyenda cuenta que, aquel que logre poseer el Espíritu de lobo, creará el siguiente Espíritu de lobo.
-No me jodas. ¿Estás diciendo que quedaré embarazado?
-Sí.
-¡Soy un hombre, por Dios! ¿Qué clase de mentalidad tienes, eh?
-Cuando eres el elegido, Akrea se encarga de tener todo listo para mi llegada.
-Akrea Akrea Akrea, ¿¡quién mierda es ella!?
-Mi madre.
-¿Y existe?
Él se quedó callado por unos segundos.
-Sí.
-¿Y por qué no la veo? -miré alrededor-. ¡Que se aparezca y me dé una explicación a esto!
-Ella es una constelación.
Sonreí.
-¿Una constelación? Entonces no es real, es solo un mar de estrellas.
El cielo está repleto de ellas.
-No, ella es especial.
-¿Ah? Y, dime, ¿de dónde salió o qué?
-Ella simplemente existe, así como la Madre Luna; su constelación tiene forma de un lobo, por eso me llaman Espíritu de lobo, porque además de ser un espíritu, tengo forma de lobo porque Akrea lo es.
-¿Y cómo se ve? ¿Todas las noches está ahí? -sonreí burlonamente.
-No veo qué es lo gracioso en esto, pero te contaré todo de todas formas: el collar que tenías...Te haré una pregunta: ¿en dónde lo conseguiste?
-Mi abuelo me lo dio, pero los idiotas de este lugar se lo robaron.
-¿Te contó cómo lo obtuvo?
-Me dijo que, cuando era un niño, su padre le contaba este tipo de leyendas, así que él estaba fascinado con ello; y un día lo encontró en el parque donde solía jugar con sus padres. ¿Por qué la pregunta?
-Ese collar es mío, lo perdí en la guerra de Olleon.
-Oh...
-Me lo dio mi madre para que, cada noche, pudiera recordarla bajo la luz de la Madre luna y pudiera llamarla.
-¿Cómo? ¿Tiene algo en especial ese collar?
-Sería mejor que tú lo vieras con tus propios ojos, pero no lo tienes, lamentablemente.
-O sea que, si lo consigo, ¿me mostrarías lo especial que es? -podría venderlo si tan especial es, pensé.
-Sí, pero hasta que lo tengas. Además de que es mío.
-¿Disculpa? Tú lo perdiste, ahora es mío.
-Lo perdí, pero no te da derecho a quedártelo cuando sabes ahora quién es el dueño.
-¿Y cómo saber que no me mientes?
-Como sea..
De pronto, se escucharon pasos, así que me puse alerta y me escondí.
-¿Quién es? -susurré.
-Ya había olido este olor antes -dijo el Espíritu de lobo.
Entonces, la puerta se abrió, mostrando a la chica que había visto aquí anteriormente.
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The Legend Of The Spirit Wolf.
Người sóiTras la muerte del Zixu, Goethe le advierte a Akrea que su hijo ha muerto y que necesita un nuevo cuerpo, un nuevo portador. Es por ello que Daniel, un chico de 16 años, es el elegido para llevar consigo al Zixu y cumplir con su leyenda: dejar crece...