Capítulo 19.

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-¿Qué? -pregunté, no comprendiendo la estupidez que acababa de preguntar.
-Dije: "quítate la ropa". No me hagas repetírtelo de nuevo.
-O...oye, ¿qué mierda harás? ¿Vas a matarme? Porque definitivamente no quiero morir -sonreí nerviosamente, sintiendo cómo su mano con el guante limpio agarraba mis mejillas y elevaba mi rostro para que lo viera-. ¿Qué mierda...haces? -su otra mano, llena de sangre, llegó hasta mis labios-. ¡Mm...!
Con su dedo índice empezó a marcar el entorno de mis labios, pintándomelos de sangre.
Mierda, pensé. ¡Qué asco!
Después lo acercó a mis dientes y los manchó.
-¡Daniel! ¡Tómalo! ¡Tómalo! -gritó Byux con ganas.
-N...no quiero -mascullé, viendo cómo metía dos dedos a mi boca-. Ah...
No podía evitar el lamerlos, el sentirlos como un biberón cálido. Pero me repugnaba el saber que la sangre no era mía, sino del hombre que mató.
-No...
Sus manos recorrieron toda mi boca; la saliva se exparcía por doquier; sus manos creaban figuras irreconocibles dentro de mí, pero creaban una epifanía de sosego.
Lamí sus dedos y me tomé aquella sangre. No tenía más opción.
-Bueno chico -dijo él, sacando sus dedos mientras se unían a un hilo de saliva que salía de mi boca.
Mi respiración era agitada. Sentía que había dejado mi boca amoratada; me sentía ahíto, como si solo su presencia fuera comida para mí.
Como si sus caricias fueran comida.
Mi mórbida boca se sentía saciada, repleta de sangre con saliva.
-Quiero más -dijo Byux, haciéndome soltar un ronroneo.
-No hagas eso -susurré entre dientes, limpiándome la boca mientras sentía los ojos pesados.
Pronto él me cargo al "estilo princesa" cuando escuchamos que había gente afuera.
Me lamió los labios y, como si hubieran lanzado una granada, aquel sonido estrépito, pude escuchar sus palabras:
-"Cierra los ojos, no dejes que ellos te vean".

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Inhalé mucho aire, abruptamente, despertándome.
-Tranquilo, tranquilo -dijo la sirvienta del lugar.
-Una beta -dijo Byux.
-¿En dónde estoy?
-En la habitación del amo. Dijo que de ahora en adelante te vas a quedar aquí -agarró un trapo húmedo y me limpió el estómago.
-¿Qué haces? -agarré su muñeca.
Ella se puso nerviosa y, con miedo, dijo:
-¡Perdón! E...El amo me pidió que tratara sus heridas.
-¿Uh? -miré mi estómago, dándome cuenta de que la marca estaba roja-. ¿Qué...pasó? -agarré mi cabello, haciéndolo hacia atrás.
-No lo sé: no se me tiene permitido preguntar. El amo solo llegó con usted en brazos y lo trajo aquí, después usó sus poderes en tí para quitarte el dolor.
Suspiré.
-Está bien. Puedes irte, gracias.
-Pero todavía no...
-Dije que te podías ir -remarqué, haciendo que agarrara todas sus cosas y se marchara-. El amo no podrá verlo en la hora de comida, así que tendrá que comer solo, Zixu. Con permiso.
-Ni quería comer con él de todas formas -susurré, viendo la puerta cerrarse-. Espera..., ¿comida?
Miré el reloj de pared y me di cuenta de que eran las 3 de la tarde.
-¿Cuánto tiempo dormí? ¿Qué pasó?
-Te diré lo que pasó: unos hombres querían violarte, te opusiste a sus decisiones y te golpearon, después llegó Lixion y nos salvó.
-Vaya resumen. Pero a lo que me refiero...Recuerdo fragmentos de ello, pero..., ¿y las heridas? ¿Por qué la marca está...?
-La marca es parte de mí. Parte de nosotros; si te dañan, me dañan a mí. La marca lo es todo, sin ella no puedo salir de tu cuerpo. Es una puerta para mí.
Ellos te golpearon justo ahí, así que obviamente iba a ver una consecuencia.
-¿Y el dolor? -me levanté de la cama.
-Lixion nos hizo un gran favor. La sangre que tomaste...nos repuso.
-Pero la sangre no era nuestra, ¿cómo es posible? -abrí la puerta de la habitación.
-Lixion es el líder, el lobo más fuerte de la manada. Que tenga poderes para sanar a su mate no me sorprende.
-De nuevo con la palabra "mate", ¿qué es?
-Ya te lo dijo él: eres la pareja de él, su amante, su esposo. Somos de él.
-¿Por qué? ¿Crees que me creeré esa mierda? -pude notar que una empleada, a lo lejos, estaba limpiando el piso, así que fui con ella (después de salir de la habitación, claro).
- Pensé que, como lo dice la leyenda, todos nos iban a querer violar, así que quería mantenerme por lo bajo hasta encontrar al Protector, quien cuidará bien de nuestro hijo.
Me reí fuertemente.
- Espera..., ¿un hombre...teniendo un hijo? Por Dios, esta leyenda no pude ser más estúpida.
-Tal vez no me creas, pero cuando Lixion te la meta y...
Tocí fuertemente.
-Mierda, Byux, ¿podrías ser más discreto con esas cosas?
-Tú eres el único que me puede escuchar, ¿qué problema hay?
Rodeé los ojos y fui hacia aquella empleada.
-Disculpa...
Ella me miró y rápidamente hizo una reverencia.
-Joven Zixu, es un honor tenerlo por aquí. Dígame, ¿qué se le ofrece?
-¿Sabes dónde está Li...? -tocí falsamente-. Perdón ¿...El amo?
-Ah, sí. Él está en la biblioteca.
-¿Biblioteca?
-Sí.
-¿Dónde está?
-Siga este pasillo hacia enfrente, después da vuelta a la izquierda. Tome la puerta de la izquierda nuevamente, baje las escaleras de la derecha y, en el pasillo al aire libre que se encontrará nuevamente, abra las únicas puertas negras más grandes.
-Wow, lo único que entendí de todo lo que dijo fue: nada.
-Está bien, gracias.
Sonreí y después me fuí hacia donde ella dijo.
-Un placer, Zixu.

Después de unos minutos.
-Oye, Byux.
-¿Qué pasó?
Miré a mi alrededor, dándome cuenta de que estaba en el patio.
-¿En dónde mierda dijo que estaba la biblioteca?

The Legend Of The Spirit Wolf.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora