The Legend Of The Spirit Wolf.

Capítulo 34.

-Entonces, ¿sabes por qué estás aquí? -dijo Akron.
-Sí: para cumplir La Leyenda del Espíritu de lobo -respondí.
-¿Y sabes de qué trata?
-Del heredero al siguiente puesto de Espíritu de lobo. El hijo...que crecerá en mí -el disgusto no tardó en aparecer en mi rostro.
-Veo que la idea no te agrada en lo absoluto, entonces, ¿por qué viniste por tu cuenta?
-Bueno..., es que...el pájaro (demonio) que me trajo dijo que si hacía esto...tú me llevarías de vuelta a mi vida normal: con mi familia y mis amigos.
Él se rio fuertemente.
-¿De verdad dijo eso?
-Sí, ¿por qué? ¿No sucederá? -pregunté, dispuesto a irme.
-¡Oh! ¡Sí sí sí! Claro que sí puedo hacer eso, siempre y cuando des de tu parte.
-¿En serio?
-Sí, pero..., solo una cosa...
Se acercó a mí, posicionándose encima de la mesa.
-..., ¿por qué pensaste que con nosotros podrías regresar a tu vida normal?
-Porque tu mensajero me dijo que tú podí...
-Independientemente de eso, Daniel, ¿no pudiste haberle dicho a tu amo que te dejara ir a ver a tu familia?
Fruncí el ceño.
-Ya lo hice varias veces. Fue un fracaso.
-Oh -sonrió.
-¿Y cómo sabes de él?
-Por Dios, Daniel, no sabes nada, ¿verdad?
Lo miré, sereno.
-¡Ah! Pero no estoy diciendo que eso es un pecado -me acarició el cabello-. Lixion...Lixion y yo somos...viejos amigos.
-¿Viejos amigos? No lo creo -sonreí, quitando su mano de mi cabello-. Él siempre está diciendo que cuando te encuentre, te matará.
Rio fuertemente.
-¿De verdad? -se limpió una pequeña lágrima que salía de su lagrimal-. ¿Ves? Somos amigos.
Y ni te imaginas cómo nos llevamos.
Una corriente de...¿miedo? No, ¿angustia? ¿Preocupación? Sí, quizá eso fue lo que sentí cuando dijo esas últimas palabras.
-Él nunca habla de su pasado -dije, acariciando a Byux, quien dormía plácidamente-, es por ello que no lo sé.
-Sí, él siempre ha sido así -se levantó para dirigirse hacia la cocina y agarrar una tetera blanca con flores rosas-. Bueno, así lo creó mi hermana -echó otra carcajada al aire.
-¿Podrías...contarme más sobre él?
-¿Su pasado? Sí, claro que puedo -abrió la tetera y vertió agua dentro de él-. Supongo que ya sabes que Lixion es el Protector, ¿verdad?
-Sí.
Pude notar, con el rabillo del ojo, que le ponía una cosa viscosa, color verde, al agua.
-Akrea lo mandó a este mundo después de la muerte del Espíritu de lobo. Ni siquiera lo había mandado antes (cuando el Espíritu de lobo estaba vivo), porque jamás se imaginó que la guerra llegaría antes de lo previsto; y lo mandó después de su muerte para que él encontrara el nuevo cuerpo del Espíritudelobo.

Goethe le avisó a mi hermana. Ellas no contaban con que la humanidad se llenaría de más odio hasta destruir Olleon.
-¿No se supone que tú eres quien crea ese odio en nosotros?
Él sirvió aquel líquido de la tetera en dos vasos de cerámica, blancos.
Él rio.
-No...-llegó a la mesa y dejó su vaso en su lado, pero cuando dejó el mío de mi lado, se inclinó para rozar su nariz en mi oído y después sentir sus labios-, yo solo me encargo de pulirlos.
Se alejó de mí y se sentó.
-¿Pulirlos? -pregunté, limpiándome el oído, asqueado.
-A la humanidad se le dio libre albedrío, Daniel Crawford. Nosotros, los Mutantes, somos los encargados de pulir las decisiones "malas" que ellos toman: si el individuo quiere matar, nosotros le damos la oportunidad, ¿comprendes?
-Sí -agarré el vaso y lo olí-. Huele bien.
-Adelante, pruébalo.
Lo miré fijamente.
-No tiene veneno, si es lo que te preocupa -él bebió de su vaso-. ¿Ves? Todo bien.
Y entonces lo bebí, y abrí mis ojos tras haberlos cerrado pensando que eso detendría mal sabor, pero no, nada, porque no sabía mal, tenía un sabor exquisito.
-¡Sabe bien! -mencioné, sorprendido.
-Me alegro -sonrió, apoyando su cabeza encima de su mano izquierda. Y me miró con los ojos entrecerrados.
-¿Qué es? -le di otro trago.
-Hígado de un Cronner.
Escupí la bebida y tocí.
Me limpié la boca.
Akron se rio fuertemente.
-Mierda, no vuelvo a venir aquí -hice a un lado la bebida.
-¿Eh? Pero si tú mismo dijiste que la bebida estaba buena.
-Me quitaste el gusto cuando dijiste de qué estaba hecho.
-Pero está bueno, ¿no? Eso es lo que cuenta.
Rodeé los ojos.
-Como sea -dijo y le dio otro trago a su bebida y después miró el vaso, alzándolo-. Una hermosa chica, tan joven y llena de pétalos blancos fue quien lo recogió.
-¿Es huérfano?
-Mm...algo así. Bueno, en realidad no: su verdadera madre es Akrea.
-Ya veo...
-...Y cuando lo encontró, vio que él tenía la marca de un Protector, aquí -tocó su pecho-, justo en el pecho. Se dice que Goethe se le apareció, diciéndole que ella era la elegida para criarlo. Y así fue.
Lixion te estuvo buscando durante mucho tiempo..., Espíritu de lobo -miró a Byux, dándole otro trago a su bebida. De hecho, el último trago, antes de levantarse e ir por más de ese...líquido exquisito-. Y nosotros también. ¡Pero hete aquí! ¡Postrado ante nosotros....! ¡Viniendo a nuestros brazos sin siquiera pedírtelo! Me hace querer regocijarme.
-No lo hago por gusto...-miré a Byux-, lo hago por mi familia.
Quiero verlos de nuevo.
-¡Y se cumplirá, por supuesto! -se acercó hasta mí y tocó mi barbilla-. Pero recuerda el precio que conlleva esa acción.
-Lo sé perfectamente -me levanté.
-¿De verdad? Entonces, ¿por qué no empezamos?