¡Me estoy volviendo loco!, pensé. ¡Definitivamente estoy loco!
Cuando había terminado las clases, salí corriendo tanto como pude porque juraba haber visto a un lobo en el jardín. ¡En el maldito jardín, por Dios!
Pero, ante todas las prisas que tenía, había tocado el pecho de un hombre, deteniéndome abruptamente.
-¡Perdón! -grité rápidamente, corriendo sin darle una mirada alguna, pero jurando haber escuchado una pequeña risa de esa persona de gabardina negra.
Tenía un olor agradable..., un tanto extraño, sinceramente.Cuando llegué a mi casa, divisé a una figura femenina en la cocina, dándome cuenta de que era mi madre.
-¿A dónde van? -pregunté, respirando ahora con tranquilidad.
-Tu padre fue invitado a una fiesta de trabajo a las afueras de la ciudad, así que estaremos fuera este fin de semana -respondió mi madre.
-¿Y me lo dicen hasta ahora?
-Son solo 3 días, Daniel, no había necesidad.
-¿No había necesidad? ¿¡Y qué si yo quería ir o...!?
-Daniel -intervino mi padre-, solo son adultos.
-Bueno, ¿y con quién me quedaré? -fruncí el ceño-. ¿O estaré solo?
-Tu tía se quedará -dijo mi padre, sacando unas maletas para ponerlas en la cajuela del Mazda.
-¿Qué? ¿Por qué? -salí de la casa, siguiéndolo.
-Tu abuela es demasiado vieja para cuidarte. Tu tía es la única opción.
-O podría estar solo.
-De ninguna forma, eres un niño todavía -cerró la cajuela.
-¡Si me voy a quedar entonces déjenme solo! Y no soy un niño: tengo 16 años.
-Eso es ser un niño todavía -mi padre se subió al auto y lo encendió.
Llegó mi madre y me dio un beso.
-Estaremos en contacto, amor -dijo, subiéndose al auto también-. Tu tía vendrá en un rato, así que, por mientras, no hagas nada: no le abras la puerta a desconocidos, come bien, cierras toda la casa y...
-¡Ya lo sé, mamá! -respondí, entrando a la casa.
Ella sonrió.
Y los dos me miraron y se despidieron.
Era viernes por la tarde. Solo sábado y domingo, ¿qué podía pasar?------------------
Mi tía se había quedado dormida en el sillón de la sala, así que aproveché a sacar la basura, pero cuando quise regresar a dentro, un vagabundo llegó hasta mí.
-¿Tendrá dinero, joven? -dijo el anciano, como si estuviera ya en sus últimos momentos.
-No -respondí, abriendo la reja de mi casa.
-Por favor, mi hija está enferma, necesita un médico.
-Ya respondí a su pregunta.
Cuando me volteé, me agarró de la mano desesperadamente.
Fruncí el ceño y lo miré con asco.
-¿¡Qué mierda hace!?
-Tiene dinero, pero es demasiado tacaño para siquiera pensar en los demás -me fue apretando la mano lentamente.
-¡Suéltame anciano de mierda! -grité.
Mi mano.
-Tú no eres como él: él da, tú solo recibes.
Y pude notar que sacaba una navaja.
-¡Mierda!
-¡Él salvará a mi hija! -alcancé a detener aquella navaja con mi mano, haciéndome sangrar.
-¡No sé quién mierda es "él", pero debería de conseguir dinero esforzándose en vez de esperar a que se lo den gratis!
-Eso dicen todos -me soltó la mano y me empezó a ahorcar-. Pero nada es fácil en esta vida.
Quitó el cuchillo de mi mano y después lo encajó en mi abdomen rápidamente.
-¡AGH!
A lo lejos pude ver una mancha negra..., era un hombre mirándome fijamente mientras fumaba.
-Ayuda -susurré, arrodillándome-. Duele como el infierno.
-Y al infierno irás -dijo aquel hombre de negro..., en un susurro..., pero lo había escuchado claramente, como si estuviera a mi lado.
Y entonces cerré los ojos lentamente.
Solo sentí los brazos de alguien cubrirme.
Pero jamás supe quién era.
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The Legend Of The Spirit Wolf.
Hombres LoboTras la muerte del Zixu, Goethe le advierte a Akrea que su hijo ha muerto y que necesita un nuevo cuerpo, un nuevo portador. Es por ello que Daniel, un chico de 16 años, es el elegido para llevar consigo al Zixu y cumplir con su leyenda: dejar crece...