Prisionero de la muerte

Capítulo II

Había estado ignorando un pequeño detalle, sentía una mirada, no una como cualquier otra, era ese tipo de mirada que sientes cuando tienes las luces apagadas y despiertas después de una horrible pesadilla acerca de fantasmas y monstruos.

No había dejado de sentirla en ningún momento, la sentía fijamente en él. Pero con el pasar de las horas se le hizo algo "común", ya estaba empezando a gustarle ya que se sentía algo acompañado. Sin duda se había vuelto loco.

— ¡Buenos días! menos para los asiáticos. Harry despierta, son las 9 de la mañana debes tomar los medicamentos. — HARRY EDWARD STYLES DESPIERTA — Gritó por décima vez Niall.

El castaño despertó con un mar saliendo de sus lacrimales, la parte baja de su esclerótica se había tornado a un color rojizo, había tenido otra de esas horribles pesadillas y sin pensarlo le dió un abrazo al ojiazul, el cual correspondió sin entender lo que había sucedido, al calmarse un poco se disculpó, no había razón para hacerlo pero Harry era muy tímido y vergonzoso así que le pareció incorrecto.

— Tranquilo ¿sí? todo está bien, supongo que tuviste una pesadilla, ¿quieres hablar de eso? — dijo mientras se sentaba junto a Harry.

— He estado soñando e imaginando cosas. — Comentó mientras aún sollozaba — en las que mi hermana y mis padres están muertos.

Harry no se dió cuenta pero la sonrisa de Niall cambió completamente a una cara de preocupación y miedo, el debía decirle que su familia iba a estar bien, pero no quería mentir.

El joven doctor no sabía que decirle, tenía dos opciones:
1. Hey, tu familia está bien, no tienes que preocuparte pequeño, solo les están haciendo exámenes y ese tipo de cosas aburridas, los verás más pronto de lo que crees.

2. Tu madre y tu hermana no pudieron sobrevivir, tu padre se encuentra en estado crítico, realmente no siento lo que estás pasando porque nunca me sucedió algo así pero quiero que sepas que aunque no nos conozcamos mucho puedes apoyarte en mi para lo que sea.

— ¿Doctor Horan? — Dijo Harry mientras pasaba su mano derecha frente a la cara del ojiazul, habían pasado 3 minutos y seguía mirando a la nada.

— Lo siento. Debo ver a otro paciente ahora mismo pero después volveré, los medicamentos te los dejé en la mesa. — Comentó apresurando mientras salía de la habitación.

Después de varios minutos Harry decidió dejar pasar el extraño comportamiento del rubio, ya que en ese momento sintió la mirada de antes pero esta vez era mucho más intensificada, podía jurar que sentía la respiración de alguien al frente de él, claramente era un manojo de nervios pero lo anterior quedó como un maldito y pequeño chiste cuando sintió unas manos en su cabellera rizada.

— ¡¿Quién mierda eres, qué haces aquí, qué quieres?! No tengo ni puta idea pero quiero que te vayas ahora mismo. Incluso no se si eres real o si simplemente es mi mente queriendo jugarme una mala broma, pero vete, te suplico que te vayas. — Su voz estuvo temblando durante todo el tiempo, ni siquiera sabe si se escuchó su última frase.

— ¡Harry! ¿con quién hablas, alguien te lastimó? — apenas pudo formular bien sus palabras, por suerte no estaba lastimado ni herido.

— No deja de mirarme, no deja de mirarme, lo hace todo el maldito tiempo. — su llanto no cesaba ni por un yoctosegundo, estaba arrimado en la parte trasera de la cama, mientras sus pequeños brazos abrazaban sus piernas.

— ¿Alguien entró a la habitación? Si quieres puedo ver las cámaras de seguridad, te aseguro que no volverá a pasar, vuelvo en un instante. — Comentó mientras iba camino a la puerta, pero Harry lo detuvo.

— No. No es una persona del hospital, es... — Sintió un leve escalofrío por todo su cuerpo, desde su cabello hasta las plantas de sus pies.

— ¡¿Se ha metido un intruso?!

— ¡No! No creo que sea humano, o de este mundo. Si quieres burlarte está bien, es muy tonto que un chico de 16 piense cosas así.

— No voy a burlarme, no soy ese tipo de persona. ¿Quieres contarme más acerca de eso? — Sonrió mientras se acercaba a Harry para dejar un beso en sus labios.

No mentira, era joda.

No voy a burlarme, no soy ese tipo de persona. ¿Quieres contarme más acerca de eso? — Se acercó a Harry mientras mostraba ese tipo de sonrisa que te da a entender que puedes confiarle hasta tu más valioso secreto, y no te juzgará a pesar de que el mundo de acabe, a pesar de que le ofrezcan todo el dinero del planeta a cambio.

— Hace... hace varios días, cuando recién llegué, sentí una mirada, no le di mucha atención pero cada vez la siento más cercana, hoy fue lo mismo pero multiplicado por mil, aparte sentí una respiración cerca mío, luego... — no pudo seguir, la puerta se abrió con fuerza. 

— Estamos teniendo problemas con Styles, necesitamos que vengas ahora mismo. — gritó un doctor moreno, alto, cabello oscuro, de aproximadamente 30 años.

Harry sintió sus venas bombeando con mucha fuerza, su corazón dejo de latir, su saliva dejó de pasar por su garganta, su piel se sentía tan helada como el Polo Norte. Simplemente se encontraba en un estado inerte.

◇◆◇

— Con amor, la hija de Louis Tomlinson y Harry Styles.