Prisionero de la muerte

Capítulo V

— Mi padre es muy importante para mí, y si, podría brindarme el apoyo de una familia entera, o un amor tan grande cual agua en océano, pero creo que te has confundido, también tengo a mi madre y a mi hermana, supongo que están haciéndoles pruebas. — No estaba nada seguro de lo que decía, más bien, tartamudeaba, pero ese fue uno de los momentos en los que sientes que debes mentirte a ti mismo para no perder la cordura.

Harry no podría cargar con la idea de perder a su madre y hermana, no después de lo qué pasó con su padre, sólo podía contar con el apoyo de ellos y de sus mejores amigos. Las otras personas no sólo lo veían como un raro, también hacían que se sienta como tal, sin ellos quedaría solo, sumergido en una oscuridad de la cual sabía que era imposible escapar, porque la oscuridad es la ausencia de la luz, y su familia era su luz.

— No quería que te enteres de esta manera, lo siento tanto, pensaba que uno de los doctores te lo había dicho y... de verdad perdón soy un estúpido. — Declaró el arcángel luego de darse cuenta de su error, había encontrado la forma más tonta de anunciarle a alguien que había perdido todo lo que amaba.

Todo parecía ser una pesadilla, pero era peor ya que esta vez no habría forma de estar soñando, sus anhelos junto con sus ganas de vivir se veían reflejados en un incendio el cual no podía ser apagado.

La necesidad de querer verlos por última vez lo quemaba por dentro, decirles y expresarles todo lo agradecido que estaba, aquellos recuerdos que serán vistos como un paisaje del cual no puedes disfrutar, simplemente estar en tu auto y contemplarlos, verlos pasar al frente de ti, y continuar con tu viaje, llamado vida.

Y esos recuerdos, que algún día preciosas flores fueron, se marchitaran y serán disueltas en el viento, así es la inalterable, pero hermosa y triste naturaleza.

— No estoy enojado, no es tu culpa. — Sentía que su mundo caía, gritaba pero su voz no podía ser escuchada, lloraba pero sus lagrimas no salían, caminaba pero no tenía un rumbo por seguir, porque él había perdido la brújula que lo guiaba. A pesar de todo esto, se podría llegar a decir que comprendía a Louis, por más peculiar que fuera la situación, sabía que el ojiazul no los había asesinado.

Porque Harry podía ser feliz pensando en aquellos recuerdos, pero el saber que lo que en algún momento fue no volverá a ser, lo hacía sentir vacío, porque el vacío no es simplemente estar solo, es haber estado acompañado y luego haber sido abandonado.

Eternos fueron los días pasados en aquel hospital, pensando en la muerte que se llevó a su familia, observando cómo eran remplazadas con otras personas las camillas en las que estaban sus seres queridos, sintiendo con cada paso la pena de haber sido arrebatado de los brazos de sus padres, sin compasión o pena alguna, de haber sido separado de los brazos de su hermana mayor, porque la ausencia de estos, se volvió parte de él.

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Harry volvió al colegio una semana después, la tristeza seguía dentro de el, o en realidad Harry seguía dentro de la tristeza, encadenado y amarrado sin escapatoria, escondiéndose dentro de ella, y ella escondiéndose dentro de el, así lo había entendido con el paso de los días.

Ahora las personas lo miraban con pena, como nunca él deseaba volver a los días en los que le quitaban la comida y se la tiraban en la cara, esos días en los que al llegar a casa tenía el consuelo de mamá. Porque ahora nada de eso volvería, o tal vez lo primero sí.

Volvió a ver a Zayn y Liam, sus mejores y únicos amigos en el colegio, y en la vida. Ellos no sabían nada de lo sucedido, Harry simplemente quería desconectarse de todo, lo único que no logró desconectar fue su tristeza, impotencia, culpa, y una cantidad inigualable de sentimientos los cuales te hacen sentir como si estuvieras hundiéndote en un mar profundo, sin lancha, o una cuerda que te rescate.

Quizás no era así, no estaba completamente solo y debería estar agradecido con eso, tenía a Zayn, Liam, y a su ahora amigo Niall, el rubio es esa clase de persona que ama que las personas sepan que él estará siempre ahí, no deja que las personas se sientan solas con su compañía, es simplemente mágica la manera en la que te brinda calidez sólo con sus ojos oceánicos.

Pero simplemente no podía aceptarlo, ni el fuego podía comparar la calidez de los ojos de su madre, ni el mar podía comparar los abrazos de su padre, tampoco la lluvia las lágrimas que compartía con su hermana, eran únicos, y sabía que no podría encontrar a personas así, nunca, por más que busque en cada rincón de cada país, o en cada país de cada continente.

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— Con amor, la hija de Louis Tomlinson y Harry Styles.