Capítulo Veintiuno

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Jisoo está lavando los platos en la cocina después de que terminaron de cenar cuando se sobresaltó de la sorpresa al sentir un par de brazos envolver su cintura por detrás de repente.  

-¿Por qué estás lavando los platos, bebé? ¿Dónde está Chaein? Te he estado esperando en la cama...- Jennie murmuró contra su piel mientras ella besaba y mordisqueaba su cuello. 

Jisoo jadeó. -Yo-lamento haberte hecho esperar, Jen... Yo-le di a Chae un día libre para visitar a sus padres...- aguanta la respiración mientras agarra el plato con fuerza cuando Jennie desliza ambas manos en su camisa y pantalones cortos. -Ngghh... J-Jen...- gime un poco cuando su ella comienza a tocar su pecho y frotar su braga. -J-Jen... P-Por favor, déjame terminar esto primero... Ngghh...- gime mientras trata de soltarse del agarre de su marido.

-Sshh... Quédate quieta. Lo haré rápido- Jennie ordenó antes de poner sus dedos dentro de su agujero frontal. Ella no puede dejar de gemir cuando empuja su núcleo tan rápido hasta que alcanzó el orgasmo y se corrió en su palma solo en minutos.

Se sentía débil. 

-Bien... Ahora date prisa, termina los platos. Todavía quiero continuar con esto- Jennie dijo después de quitarle ambas manos de encima antes de alejarse. 

-S-Sí... J-Jen...- contuvo el aliento. 

Después de recuperarse, rápidamente terminó lo que estaba haciendo antes de ir al dormitorio, ya que tenia que servir a su amada. Luego deja que Jennie le haga lo que quiera durante horas, como de costumbre. 

Cuando terminó la sesión de sexo de esta noche, Jennie de repente se levanta de la cama y se pone la camisa en silencio.

-Jen, ¿a dónde vas? ¿No te vas a dormir?- le preguntó mientras se sentaba y cubría su cuerpo desnudo con una manta. 

-Ayúdame a empacar, Jisoo- Tengo un viaje de negocios a Busan durante dos días y una noche mañana- Jennie respondió. 

-¿V-viaje de negocios de nuevo...? Aunque acabas de regresar de Japón hace unos días...- dijo. 

-Se llama trabajo, Jen- Jennie le respondió con indiferencia mientras sacaba una pequeña maleta del armario.

-A-a menudo tienes viajes de negocios últimamente, Jen... estaré sola de nuevo...- dijo con tristeza. 

Jennie se acerca y levanta su barbilla. -No estés triste. Es solo un viaje corto- le dio un beso en los labios. -Hmm... ¿Qué tal si volvemos a visitar a esos niños en el orfanato este fin de semana?- sugiere su 

-¿E-en serio?- Los  ojos de Jisoo se iluminan con la mención de los dulces niños que han visitado en varias ocasiones.

Jennie simplemente asiente. 

-Ahora levántate y ayúdame a empacar- ordenó después de besar la coronilla de su cabeza. 

Ella obedeció mientras se movía de la cama y se puso la repisa de la chimenea antes de ayudarla a empacar su ropa. 

El plan de volver a visitar el orfanato con su persona más querida realmente mejoraba su estado de ánimo.

  

Acaba de almorzar en el apartamento junto con su criada, que acaba de regresar de visitar a sus propios padres en la residencia de los padres de Jisoo, ya que ahora están sentada en el sofá de la sala de estar sola mientras bebe té y ve un drama al azar en la televisión.

Hasta que que el sonido de su celular la interrumpiera. Reviso la notificación y era un mensaje de su amiga Rose así que decidió hacerle una invitación.

ENGAÑO - JensooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora