ENGAÑO - Jensoo

Capitulo Veintidos

Jennie llego al apartamento de LeeHi después del trabajo sin decirle a la mujer primero, ya que podía encontrarse con ella cuando quiera. 

Han pasado unos meses en los que sigue viendo a su amante a espaldas de su esposa. La excusa que siempre le decía a esta cada vez que quiere quedarse en casa de su amante es que tiene un viaje de negocios fuera de la ciudad o al extranjero. Por supuesto que se siente culpable por volver a engañar a su esposa, pero realmente necesita a alguien que satisfaga su deseo.  Y LeeHi es la mejor persona para hacerlo.

Tenia mas que sabido que su esposa dudaba de esos viajes tan de repente ultimamente, por lo que decidió reducido a una vez por semana y compensar a su esposa visitando a los niños en el orfanato juntas casi todos los fines de semana. 

Pero definitivamente no era suficiente ver a su amante solo una vez a la semana, así que a veces se encontraban en su hora de almuerzo.

Llego al piso donde se quedaba Leehi y alcanzo a ver a una figura masculina alejándose del apartamento. 

-¡Esa perra!- Maldijo en voz baja mientras apretaba ambas manos en puños. 

Su sangre hierve de ira. 

Luego, camina fuerte hacia el apartamento de la mujer con enojo, aprovechando que tiene las llaves, cierra la puerta detrás de ella con tanta fuerza. Realmente sorprendió a la otra persona que estaba sentada en el sofá de la sala de estar. 

-¿J-Jennie...?- LeeHi se sobresaltó cuando volteó la cabeza y se asustó al verla acercarse. La mujer nunca había visto a Kim Jennie tan enojada antes.

-¡¡REALMENTE ERES UNA PUTA QUE LE ENCANTA SER FOLLADA!!- Grita furiosamente mientras agarra un puñado del cabello de la mujer y lo tira con fuerza.  

Ella grita de dolor.

Jennie luego levantó a la mujer del sofá y la arrastra por el cabello antes de golpear su cuerpo contra la pared. 

-E-Eso duele, Nini... ¿Qué te pasa?...- Las palabras de Leehi fueron cortadas por una gran bofetada en la mejilla antes de que una mano le estrangulara el cuello. -No puedo respirar... J-jennie... P-Por favor, déjame ir...- La amante se atragantó mientras trataba desesperadamente de liberarse del fuerte agarre que bloqueaba su sistema respiratorio.

-¿Cómo se atreve una puta como tú a traicionarme por esos hombres repugnantes de nuevo después de someterte completamente a mí y ser solo mía? ¿Crees que puedes jugar tu estúpido juego conmigo, perra? -gruñó antes de soltar su garganta y darle a su ama algunos puñetazos en la cara. 

Luego, la sangre gotea de la nariz y la boca de la mujer. 

-E-Es un malentendido, Nini... E-Él es solo un amigo...- Ella estaba tratando de explicar sin aliento, pero Jennie no quería escucharla porque la rabia ya se ha apoderado de ella.

-¡¡NO ME MIENTES JODIENDO, PUTA DE MIERDA!! -volvió a gritar antes de tirarla al suelo y patear su cuerpo hasta hacerla toser sangre. 

-P-Por favor detente... no estoy mintiendo...- sigue suplicando con miedo y dolor. 

Jennie nunca había golpeado a Leehi antes, pero ahora está realmente enojada como para detenerse. 

Nadie podía engañarla. 

Jennie finalmente se detuvo después de ver a su amante en gran agonía. Deja a la mujer que sufre en paz, ya que también necesita calmarse o terminaría matándola si sigue alli. 

Toma su coche y vuelve a su apartamento. No está de humor para el alcohol porque sabe que solo la enojara más.

-¡¡No puedo creer que volví a engañar a mi fiel esposa con esa puta inútil que nunca podrá dejar a sus putos clientes!! ¡Vete a la mierda, Leehi! ¡¡Cómo te atreves a hacerme eso!!- hablaba mientras conducía.