Colegio Wolfrahan ©

Capítulo 21: El Conflicto

Justin y yo nos envolvimos en un momento de caricias y besos los cuáles cualquiera desearía sentir. Unos besos tan suaves y delicados que te hacían erizar cada vello de tu piel. Éste estaba siento tan delicado conmigo, que me estaba haciendo sentir sensaciones las cuáles no había sentido antes.

—Lo siento Alejandro, creo que me iré. — Justin se para de la cama repentinamente.

—¿Qué sucede? ¿Hice algo mal? —Pregunté mientras me sentaba en la cama.

—No, solo es que, tú estabas triste por lo de Dexter, y siento que me aprovecho de la situación y de tus sentimientos. No quiero que sea así, quiero que si tenemos algo, sea en un momento en el cuál tú estés bien. No me mal interpretes, me encantan tus caricias, pero, quiero detenerme ahora que puedo y no cuando pierda el control contigo. Nos vemos mañana. —Sonrió mientras caminaba hacia la puerta.

—Hasta mañana Justin. —Cerró la puerta mientras yo me quedaba sentada en la cama pensativa.

Justin tenía razón, yo estaba débil por todo lo ocurrido con Dexter, y era muy lindo de su parte el no querer aprovecharse.

¿De dónde Justin había sacado esa parte tan bonita y tan romántica de él que jamás había visto o pensado que tenía?

Me tiré en mi cama de espaldas mientras sonreía.

Tras varios minutos, Austin entra a la habitación y se sienta en su cama mirándome.

—Bueno, ya que hablaron de sus cosas, ¿Qué te parece si salimos un rato a entrenar?

—Sí, estoy listo. ¿Qué haremos hoy? —Me senté en la cama.

—Hoy toca lucha. —Dijo con un tono de voz emocionado.

—¿Lucha? ¿Cómo que lucha?

—¡Alejandro por Dios! Lucha... como en las pelis, cuando dos tipos pelean y se dan patadas y puños. Como karate, pero más fuete. Lucha Alejandro, lucha! —Se paró de la cama.

—¡Sí ya entendí, lucha! —Me paré tras de él y me puse los zapatos.

—Justin y Lian nos esperan fuera del edificio. Creo que aún no has ido a la arena de lucha, es al aire libre, te gastará. —Ambos salimos de la habitación mientras nos dirigíamos hacia la arena de lucha.

Al llegar a la primera planta del colegio, Austin salió por unas puertas las cuáles dirigían a la arena de lucha. La arena estaba al aire libre sobre un terreno muy grande y aplanado. El bosque rodeaba el área, por lo que le daba a éste lugar una sensación de libertad.

No había ningún estudiante, solo estábamos Austin y yo; Justin y Lian aún no llegaban.

—Cuando llegue Lian y Justin comenzaremos. Giraremos una moneda para sortear con quién pelearemos. —Austin se quitó la camisa y la colgó de la rama de un arbol.

En ese momento, Justin y Lian llegan al lugar.

—Increíble, están tarde. Creo que es la primera vez que Austin y yo les ganamos. —Me burlaba mientras me quitaba los zapatos. Al parecer, en esta lucha los zapatos no estaban permitidos.

—Bueno, puedes culpar a Justin que llegó demasiado contento para mi gusto. Éste no se callaba la boca ni por un segundo. Por su culpa llegamos tarde. —Justin le miró y le pegó en el brazo con su codo.

—Cállate Lian y vamos a entrenar, sino es que tienes miedo de que te parta la madre en la pista. —Rió mientras se quitaba su camisa.

—Vamos a ver quién le va a partir los huevos a quién. —Lian rió y se le tiró encima a Justin a pegarle pero con golpes muy suaves en forma de relajo.