Capítulo 2: Cambio de Identidad

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Algunas semanas han pasado desde que mi hermano y yo estábamos en el hospital. Mi hermano a mejorado bastante desde que salimos. La verdad es que la sopa casera y los cuidados de la abuela nos han venido de maravilla.

Mis piernas ya están casi perfectas, el mareo y la debilidad por la falta de sangre ya desaparecieron.

Por otro lado, mi hermano dice que esta bien, pero aún no puede caminar. En las noches, desde mi habitación, lo escucho quejarse de dolor.

—Emily baja a desayunar —Gritó mi abuela desde el primer piso de la casa.

—¡En un segundo abuela!.

Baje a desayunar rápidamente mientras que mi abuela subía al cuarto de mi hermano a llevarle el desayuno, ayudarlo a vestir y asearse. Conozco a mi hermano, y sé que la idea de que la abuela tenga que ayudarlo en todo, no es de su agrado.

Mientras comía el desayuno, escuche como alguien tocaba a la puerta.

Rápidamente me levanté y abrí la puerta, eran dos hombres muy bien vestidos, llevaban traje y corbata.

—Buenos días, ¿se encuentra el señor Alejandro Hiert?.

—¿Quién lo busca?.

—Somos del colegio Wolfrahan, hemos venido a entregarle la información que necesitara para comenzar el curso. Su inscripción a sido aprobada por el consejo.

—Ahora mismo él no puede atenderles, pero yo puedo darle la información de su parte —Dije mientras mi mente corría rápidamente. ¿A qué colegio mi hermano se había inscrito?. Nadie había mencionado nada.

—Bueno, creo que no va a ser un inconveniente que le demos la información a usted. Pero por favor, cuando el señor Hiert pueda, que nos contacte.

—Si claro, yo le dire.

—Como le decíamos, el señor Hiert comenzará esta semana, aquí esta todo lo que necesita llevar consigo al colegio. Debe llevar todas sus pertenencias, ya que una vez dentro, no podrá salir bajo ninguna circunstancia hasta que el curso culmine.

—¿Y... cuánto tiempo es eso?.

—Todo depende de su rendimiento, pero suele tardar hasta cuatro años.

Mi mente iba a explotar, ¿cuatro años?, ¿Qué clase de colegio era ese?, ¿Cómo alguien no podía salir en cuatro años ni para ir a comerse un helado?.

—¿Y de qué se trata este colegio?, ¿Es algún tipo de campus universitario súper estricto?.

—Bueno... piénselo como un campus... algo militar. En el cual entrenamos a los chicos para que desarrollen habilidades y destrezas.

—¿Dijo chicos?, ¿Es que acaso no se aceptan mujeres?.

—No señorita, es un colegio estrictamente para hombres. Aquí le dejo mi número por si el señor Hiert tiene alguna pregunta. Que no dude en llamarme. Muchas gracias, que tenga buen día.

Mi hermano no puede ir a ese colegio, esta muy mal de salud. Nunca sobreviviría a un colegio militar. Apenas y puede caminar, ¿cómo va a ir a entrenar y sabe Dios que?. ¡No lo permitiré!

—Señores, una cosa más —Grité mientras los hombres ya casi se subían a su auto —¿Qué sucede si mi hermano no se presenta o no puede ir a su colegio?.

—Tiene que presentarse, sus padres ya firmaron un contrato legal con el colegio en el cual se estipula que si el joven Hiert no se presenta, podrá ser llevado por la fuerza por nuestros oficiales. Además, de el señor Hiert no presentarse, se le impondrían cargos penales contra su tutor, que si no me equivoco, sería su abuela ahora. ¿Nadie quiere ver a la abuela en la cárcel, cierto? —Me dijo el hombre mientras me miraba con una sonrisa sarcástica y se subía al auto para luego marcharse rápidamente.

Colegio Wolfrahan ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora