Capítulo 15: Rompiendo el Hielo

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Ahí estaba yo, en el baño de chicas con Karen quién me dio un beso de la nada.

Inmediatamente, la alejé de mí y la sostuve de los hombros.

—¿Qué rayos estás haciendo? —Estaba impactada.

—Intentando algo entre tú y yo. Ya que quieres cortarme antes de que algo suceda, pues yo di el primer paso.

—No lo entiendes, no puedo estar contigo. —Di media vuelta y salí del baño.

Al salir del baño, me dirigí hacia la mesa dónde estaba Lian y la amiga de Karen. Me senté en la silla, coloqué mis codos sobre la mesa y me agarré la cabeza.

—¿Estás bien Alejandro? ¿Qué sucedió allá dentro? —Preguntó Lian.

—No sucedió nada. Karen me ayudó con la mano, eso es todo.

En ese momento, Karen llega a la mesa.

—No es cierto, ¿por qué no le dices la verdad? Besé a Alejandro, y me rechazó. —Se sentó en una silla a mi lado.

—Alejandro, ¿eres pendejo o te haces? —Dijo Lian mientras me miraba directamente a los ojos.

La desesperación se estaba apoderando de mí. Ya estaba arta de que la gente hiciera conmigo lo que le daba la gana.

Por un lado estaba Dexter quién me utilizaba como su marioneta sexual, y por otro, estaban lo que querían meterme por los ojos a chicas.

—¡Qué no me gustan las mujeres! —Di un puño en la mesa.

Me levanté de la silla muy molesta y salí hacia fuera del bar. Comencé a caminar en círculos mientras me sujetaba la cabeza.

De repente, escucho como la puerta del bar se abre, al mirar de quien se trataba, vi a Dexter caminar hacia mi dirección.

En realidad estaba muy molesta con Dexter, el hecho de que se besara con otras chicas frente a mis narices me ponía como loca.

—Alejandro, tienes que tranquilizarte. Esta es un noche para pasarla bien, aprovéchala. —Me puso una mano sobre mi hombro.

—¿Cómo carajos quieres que la pase bien si ahí estas tú besuqueando a esa chica en mi cara. —Le di la espalda.

Sentí, como Dexter envolvió sus brazos alrededor de mi cintura desde mi espalda. Luego, éste colocó su rostro sobre mi hombro, y comenzó a besarme el cuello.

Por un segundo quedé extasiada, quedé envuelta en el deseo y el momento. Pero luego, recordé a Dexter besando aquella chica, por lo que lo alejé.

—¿Esto es lo que te gusta? Jugar conmigo. Andar por el mundo con otras personas mientras tienes al pendejo Alejandro comiendo de tu mano. Aprovechas lo que siento por ti para usarme como una marioneta. —Lo enfrente mirándolo a la cara.

—Mira Alejandro, ¿sabes por qué besé hoy a esa chica? ¿En realidad quieres saber por qué? Porque estoy hasta los cojones de confundido. No se porqué carajos tú me gustas, eres un chico, joder. Nunca me había gustado nadie de mi propio sexo. Nunca había deseado a nadie como tú, y esto me tiene hasta los huevos. Besé a esa chica porque quiero saber si todavía me gustan las mujeres, y que crees, si me gustan, pero no tanto como tú. No se que carajos tienes, pero me vuelves loco, y no es como si me gustaran otros hombres, solo eres tú pendejo. Así que sí, besé a la chica porque no se cómo carajos más saber que es lo que me pasa contigo, quiero saber porqué carajos de solo mirarte me dan ganas de besarte y hacerte mío. —Se acercó y me agarró la cara mientras me miraba fijamente a los ojos. —¿Quién eres Alejandro? ¿Por qué tienes ese control sobre mí? ¿Qué me has hecho? —Me miró profundamente.

Colegio Wolfrahan ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora