Rejected. | Jack Gilinsky |

viii.

—Fue muy aburrida.

—Jamás la volveré a ver.

—Joder Jade, ¿por qué te gustan películas tan aburridas?—Pongo los ojos en blanco, ¿y estos quienes se creen que son? Jack me abraza por la cintura y no se atreve a decir nada malo de la película. Más le vale.

—Bueno idiotas si no os ha gustado no digais nada, hoy ando como una fiera y os aseguro que no os querreis meter conmigo.—Se ríen de mi mientras recogen las bolsas y desperdicios que hemos dejado.

—No te preocupes gatita, hemos escuchado la llamada, por poco nos dejas sordos.—Los miró mal.

—Ya, dejad a mi morenita y Nash, solo yo le puedo decir gatita—Le advierte Jack con el ceño fruncido, tomándome de la cintura y besando mi cuello—Además, ya sabemos por qué toleras toda la bendita película, te gusta ese tal Logan lerman ¿eh?—La sala de cine se llena de 'UUUH' acusatorios, los fulmino a todos, menudos groseros.

—A mí solo me gustas tú.

—Eso era lo único que necesitaba oír.—Me levanta en brazos y corre conmigo hasta la habitación, los demás nos siguen y hacen ruido por todo el camino, no paro de reír, extrañaba estar así con ellos, de pronto caigo en la cama para que estos psicópatas empiecen a hacerme cosquillas. De pronto todos acabamos acostados con las risas ahogadas, todos menos Nate.

—Nate—Lo llamo, el cara de huevo me devuelve la mirada no muy alegre—¿Qué te pasa? ¿Tienes la pitopausia?

—¿Y tu?¿Estás con la menstruacion o qué? Desaparece bruja.—Termina saliendo dando un portazo. Los demás seguimos hablando, nuestra actitud siempre es la misma que ni sorprende, aunque a Jack siempre lo ponemos en una situación incómoda, el es su amigo y yo soy su novia, y es que nos resulta inquietante estar tan cerca sin insultarnos. Ya es tarde y mañana tengo que ir al aeropuerto para volver a mi rutina normal. Los chicos se despiden y se van a sus respectivos dormitorios.

—¿Jack?—Son las 3 de la mañana, encontrarlo tan cerca de mí y apreciarlo sin vergüenza es perfecto. Casi parece un niño. Un niño bueno, de pelo castaño y labios rosas, que sonríe en sueños dulcemente. Suspire disfrutando de su belleza. Jack abrió los ojos. Tardó unos segundos en distinguirme en la oscuridad, pero cuando lo hizo, me besó en los labios y susurró: 

—¿Todo bien cariño?—Rozando su nariz por toda mi mejilla.

—Si—Le beso el cuello suspirando sobre él, lo siento temblar—no me quiero ir Jack.

—Yo tampoco quiero que te vayas pequeña—Sus dedos empiezan a hacer círculos en mis caderas, yo lo igualo dibujando pequeños corazoncitos en su pecho.—¿Ya hablaste con tus padres?—Tragó saliva antes de responder.

—No, mi madre creía que estaba embarazada.—Su risa es ronca, sale desde lo más profundo, me sube encima de él y la luz de la luna lo ilumina, parece un ángel, es mi ángel.

—Bueno morenita, pronto tendremos que hablar con ellos ¿lo sabes verdad? Quiero que nuestra relación prospere—Me dejo caer sobre el antes de susurrar que lo sabía perfectamente, intercambiamos frases cariñosas antes de caer dormidos.

Me desperté a la mañana siguiente con el sonido de la ducha, me costo unos segundos reconocer donde estaba, me estiro como una gata y termino bostezando mucho, hasta que sale él, con una toalla que apenas lo cubre. Hay gotas en sus hombros, cadera y torso, no puedo creer que acabo de pasar la noche con el dueño de ese cuerpo,  y ese mismo dueño es mi novio. ''Semidios'' es lo primero que se me viene a la cabeza.

—Buenos días cariño ¿has dormido bien?—logro asentir, él se acerca y besa mi frente, gotas caen por su rostro, las sabanas las logran absorber. Parpadeo, parpadeo, parpadeo —Bueno, no eres muy habladora por las mañanas.—Se burla de mí.

—¡Estas medio desnudo y acabo de despertarme!

—Es verdad. ¿Preferirías que acabara de desnudarme del todo?—Juega con el nudo de la toalla, suelto un gritito y empiezo a reír. El me vuele a besar el entrecejo.—Es broma, ¿quieres que te prepare el desayuno?

—Por mi perfecto.—Le guiño el ojo. Él sonríe recogiendo su ropa

—¿Tortitas y café?—Suspiro exageradamente.

—Es por eso que te amo.—Me permito admirarlo de pies a cabeza, entonces cuando entra de nuevo al baño puedo disfrutar de un cuerpo bien formado cuando lo veo bajar la condenada tela, salgo rápidamente de la cama en su busca, el desayuno debe de esperar.