xvi.

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Es viernes, hoy me probaré el vestido lila para la boda de Julia. Ella se distrae con la pedrería blanca que ofrecen junto a cualquier conjunto de ropa que compres.

—Todavía no me convence este vestido—Examinándolo descubro que no me favorece el corte y el color me haría parecer pálida.

—Ni siquiera te lo has probado—La observo con el ceño fruncido, ella no tiene idea.- Vamos, ¡deja de quejarte y póntelo!—Los vestidos normalmente me quedan terribles, o mucha pierna o muy largo como las monjas, mucho escote, poco escote. Demasiadas cosas. Deslizo los tirantes con rapidez, cuanto más rápido haga esto mejor, tiro los shorts por otra parte y empiezo a examinar mi cuerpo sin detener la tentación de criticarme en lo más mínimo. Minutos después descubro feliz que la prenda me ha quedado demasiado bien, es de vuelo y pegado, hasta mis ojos se ven más claros, sin embargo me veo pálida. Bueno, eso es lo mínimo. Estoy a punto de salir cuando se escuchan risas en el salón de la tienda, la voz del traidor se escucha. Asomo la cara por la pequeña abertura de la cortina.

—Entonces estuve dando vueltas por toda la peatonal cuando en realidad la tienda estaba justo enfrente de mis ojos—Cuenta la anécdota con una sonrisa pegada en la cara, se ve maravillosamente bien, tiene unos vaqueros azules desgastados, una camisa blanca de manga corta junto con una chaqueta de cuero. Me encantan las chaquetas de cuero. Él lo sabe.

—¡Jade!—Meto la cabeza al vestidor con miedo.—¿Ya has terminado?¡Te tengo una sorpresa!—No sé qué decir, complemento mis emociones con un quejido triste, no estoy preparada para verlo, no ahora. Vale, fui una completa idiota al enfadarme de tal manera esa noche, pero él tampoco se salva sin embargo sé que no me puedo quedar todo el día aquí encerrada, así que cojo aire, cierro los ojos y salgo aun sin mirar.

—Dios mío...Jade estás muy guapa—Siento las mano pequeñas de Julia en mis hombros, se aproxima a mi oído, su respiración fría y con algo de menta susurra en mi oído—no importa cuánto tiempo tengas los ojos cerrados, te estás perdiendo el espectáculo.—La curiosidad me mata, mi madre decía que algún día moriría por eso, eso de curiosear siempre será lo mío. No puedo seguir pensando cuando puedo, en efecto, disfrutar del espectáculo. Los ojos de Jack se encienden, brillan resplandeciendo sobre su sonrisa, sincera y gigante; puedo observarlo, orgulloso y feliz, él es mi novio y lo quiero tanto.

—Hola.—Murmuro avergonzada, restregando en círculos mi pie contra el suelo blanco, cada vez que estoy nerviosa me dedico a observar mejor mi entorno. En la esquina, un señor coquetea ferozmente con la dependienta, puedo incluso saber que a ella le está gustando. Las luces son fuertes y hacen que mi cabeza se maree. Maniquíes con vestidos blancos decorados con perlas y piedras hermosas, todo es de color hueso y eso es extrañamente genial, muchas mujeres llorando cuando sus prendas son puestas finalmente en sus cuerpos ¿así me veré yo en el futuro? Ni siquiera puedo imaginarme próxima al matrimonio...lo analizo y veo todo menos como él busca mi mirada entre tanto alboroto.

—Hola morenita.—Se acerca y besa mi mejilla, la siento enrojecer.

—Bueno.—Julia mira su teléfono y finge demencia—Jade, tu madre vendrá pronto a recogernos para llevarnos a almorzar, le he dicho que no se preocupara...

—No te preocupe Julia—La interrumpe Jack con una sonrisa dulce.—yo las llevare.

—¿En serio

—Sin problema—Le asegura él, sin sacarme los ojos de encima, Julia se desliza sigilosamente hasta la caja donde supongo hablara de detalles del vestido.—estás muy guapa.—Lo consigo ver después de mucho tiempo, sonrio con simpatía.

—Muchísimas gracias, Jack—Tragar se me es difícil cuando estoy con el de esta forma, enfadada y feliz al mismo tiempo.—tú tampoco estás mal con esa chaqueta.

—Sabía que te gustaría—Se acerca más, rozando sus labios con los míos, lo dejo hacerlo—te heché de menos. 

Oh mierda.

—Yo también, sobre la otra noche, de verdad perdóname, me pase.—Su agarre me aprieta.

—No fue solo tu culpa, yo también fui algo imbécil.

—Imbécil, idiota, estúpido...

—Vale, yo también te amo.—Sonríe, besándome.

—Yo te amo más.—Le robo, dos, tres besos más.


n.as: Sentimos no haber podido subir, exámenes y eso :(.

Rejected. | Jack Gilinsky |Where stories live. Discover now