xv.

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Jack maldijo en cuanto Jade salió de la habitación. Trato de no salir de su razonamiento, de no volverse loco en el salón de la casa de sus suegros pero la rabia de pronto lo atacaba por toda su cabeza hasta dispersarse por todo su cuerpo. Quiso estar en su casa, en su gimnasio, desahogandose con el saco de arena, Se restriega los ojos, suspira y sale de la casa, cerrando la puerta con cuidado. Cuando entra al coche la cara de interrogación de Marshall lo seduce a tirarle un golpe en medio de sus ojos.

—No preguntes.—Le advierte.

—Te dijeron que no—Se burla Marshall, la mirada tajante de Jack no le interesa en lo más mínimo, enciende el coche mientras sigue sonriendo con sorna—Lo sacaste de la nada, por favor dime que no me equivoco.

—Está bien, ya que tienes idea de todo lo que paso allí adentro, quiero que me des un resumen detallado.—El chofer asiente y sonríe aún más.

—Primero, ellos te aclararon porque su negación, aceptaron que te querían pero que Jade es su pequeña niña—Da una  vuelta en U con delicadeza, las calles están vacías debido a la hora, está a punto de llover, las ventanas de pronto se nublan con pequeñas gotas.—luego te enfureciste, en realidad te dio una impresión terrible y luego solo lo aceptaste de mala gana, ellos se fueron y Jade se enfadó contigo por no haberle consultado lo tu plan de contarlo todo.—La boca de Jack se volvió en un círculo exagerado, impresionado, con la mirada atacaba de forma sobrenatural a Marshall.

—¿Cómo lo sabes?

—Te conozco Jack, los tengo a todos analizados—Vuelve a dar vuelta para llegar a la calle del hotel.

—¿En serio?—Pregunta atónito.

—No—Responde risueño—Alex me invito a un vaso de agua antes de irme, los escuche a todos.

—Bueno gracias hombre—Golpea su hombro.—todavía no lo entiendo, ¡soy el partido perfecto para Jade!¡Para cualquier chica!

—¿Incluso para Ellen?—Sigue manejando, negando con frustración al solo recordar la infidelidad de su protegido, incluso no escucha el grito bestial que Jack produce.

—-Mierda—Palabras veloces salen de la boca de él, localiza rápido su móvil y empieza a marcar al celular de la rubia, prometió hablarle en cuanto aterrizara, prometió avisarle que estaría bien. Lo intenta, una, dos, tres veces hasta que la mujer se decide en contestar. Una música se escucha en el fondo y una voz alcoholizada saluda.

—Hola amor.

—¿Dónde estás? 

—En un club, ¿y tú? ¿Dónde estás? ¿Con la puta? —se carcajea ruidosamente, Jack se despega el altavoz.

—¿Te atreves llamarle puta a ella? Nena, tu eres la otra— Una jaqueca se aproxima.—¿cuántas veces mas te lo tengo que decir ?—Ellen, desde el club donde se encuentra, cierra los ojos de vergüenza, ebria y con dolor de estómago se despide del hombre con el que ha coqueteado y sale a un callejón, se traga el vómito que amenaza con salir, sigue con el celular en la mano temblando.

—¿No has pensado, Jack, que ya no quiero ser la otra? 

—Ya hemos hablado de esto—Responde cortante.

—No, escúchame que es enserio, me harté, parezco yo más tu novia que ella—Lo acusa.—yo te veo toda la semana, ella solo tres días, yo te preparo algunas veces la cena, te compro perfumes y regalos que con mi salario me puedo apenas pagar, te he dado mi cuerpo, mi alma, y a ti no te importa, a ti solo te importa mi culo...

—Ellen... ya lo hemos hablado.

—Y no solo eso—El alcohol en sus venas reaccionan rápido haciéndola actuar sin pensar en lo que dice.—me restriegas que soy la otra, ella apenas te conoce, solo se ha enterado de tu romántico lado bueno, yo me he tragado toda tu mierda, ¡toda!—Absorbe con su mano las lagrimas que ha derramado y esconde en lo mas fondo de su alma un gemido triste y necesitado que amenaza salir de su garganta.—prométeme—Aclara su voz.- prométeme que algún día yo seré la primera; o si no Jack, te puedes ir buscando a mi reemplazo por que yo ya me canse.

 Antes de colgar Jack sale del auto, esquiva las miradas lascivas y entra al ascensor, con frustración y temor dice sin convencimiento y con ansias a la vez. El diablo lo está seduciendo, como siempre.

—Te lo prometo nena, claro que te lo prometo.

Rejected. | Jack Gilinsky |Where stories live. Discover now