x.

3K 196 17
                                    

—Te extrañare.—Nunca se cómo sentirme los domingos, para todos los demás es un día de tortura, aburrido, pero para mí, para mí siempre lograban ser tortuosos, la manera en que nos despedíamos sin saber si estaríamos juntos luego es simplemente difícil, tener que mirarlo a los ojos y decir adiós. Las despedidas no son para mi, para nosotros.

—No te preocupes, nos veremos el jueves.—Me asegura, le he dicho lo de la boda, no me quiere dejar sola en los preparativos y esas mierdas, cierro los ojos, me besa la punta de la nariz, lo extraño incluso ahora.

—¿Lo prometes?

—Claro, te tengo que apoyar.—Lo beso.

—Gracias, te amo.

—Yo igual.—Nos abrazamos por última vez fuerte y subo al jet. El viaje será larguísimo, Marshall entra después de mi sosteniendo mis maletas, me siento pequeña junto a el. Su estatura y su blancura me desconcierta, es castaño y apuesto, me extraña de alguna forma que no este casado.

—Ire a la cabina, si necesitas algo, está Cara y también me puedes llamar, nos vemos dentro de algunas horas—Asiento,y lo veo entrar en la minúscula puerta. Me detengo a medio camino al ver una cabellera rubia acostada en los asientos, me niego a acercarme, pero cuando el bulto hace un ruido espantoso decido que no tengo otra escapatoria, pongo los ojos en blanco y aclaro la garganta. En efecto, va a ser un viaje larguísimo.

—Oye —los sollozos siguen—Oye, ¿podrías por favor escucharme?—Hablar con una pared habría sido mucho más efectible, el bulto se mueve, llora y grita, por un descuido sé que es Cara, la adorable azafata del viaje anterior. Espero minutos parada, me da pena interrumpirla, la señal de abrocharse los cinturones se enciende, decido que es momento de pararla.—Cara—acerco mi mano a su hombro—no se que pasa, pero no tienes por qué llorar, todo se va a solucionar, lo prometo.—Su rostro sigue tapado, sus grititos me desconciertan, se voltea y me abraza, esta así por 10 minutos, mi camisa esta empapada pero me apena reclamarle o decirle algo, cuando sus lloriqueos terminan tiene el valor de darme frente, le ofrezco una mirada de consuelo.

—Jade, ¿qué harías si Jack te engañara?—Dice llorando.

—Bueno, el idiota no se escaparía, lo castraría y le dejaría saber lo ridículo y patético que es—Su risa abunda, las expresiones que he hecho le dan gracia, simulo que le arranco el cuello a alguien y lo corto en trozos, pero entonces de nuevo llora.—¿qué te pasa preciosa?

—Mike me engañaba con Megan, una amiga, ¿qué le pasa a ese imbecil? ¡Yo le di todo! ¡Le cocine, lo abrace! ¡Incluso lo console cuando su gato murió!—La respiración se le vuelve a agitar—yo lo amaba....

—Ven aquí—La agarro de la cabeza y la acaricio—te diré lo que haremos, buscaremos a alguien que de verdad valga la pena, un rapero o un profesor, sé que hay alguien allí que de verdad te merece, no un idiota como Mike, créeme, lo encontraremos y te amará por lo que eres—Le abrazo más fuerte—eres genial, dulce, bonita y divertida, por favor créetelo.

Rejected. | Jack Gilinsky |Where stories live. Discover now