Verónica
Elisa y yo tomamos todos los pergaminos que podemos cargar, ella hace una mueca de asco al tenerlos tan cerca, le doy una mirada de cansancio que ella recibe de inmediato, se va, dirigiéndose a las escaleras; antes de irme tomo un pequeño libro, el cual no había notado que estaba encima de la mesita redonda, lo inspecciono, está muy polvoriento, las paginas están muy amarrillas y gastadas, el lomo, la portada y también la contraportada, están más que carcomidas, la pintura de color oro que decoraba finamente las letras de la portada, ya casi es inexistente, dejando ver solamente pocas manchas del título de la obra.
"Cumbres Borrascosas"
"Emily Brontë. 1847"
-Que raro... jamás he oído hablar de este libro, ni tampoco de la escritora -
-¡Verónica!, ¿vienes? ¡O te dejo con los ratones! - rodeo los ojos y me dirijo a las escaleras con el libro en mano; llego al oscuro pasillo y me encuentro a Elisa de espaldas a mí, decido jugarle una pequeña broma - trataste de dejarme sola... ya verás Elisa - camino a paso lento y silencioso, la tomo de los hombros y le grito justo en el oído.
-Booh! -
-Ah! - Elisa grita desesperadamente, se voltea y me golpea con los pergaminos en la cara, me cubro con mis brazos el rostro.
-¡Elisa para! - dejo caer el libro y los pergaminos, tomo sus muñecas y les doy un giro de ciento ochenta grados, al tener las palmas arriba no puede moverlas - mírame, soy yo... - me acerco a ella para que me vea mejor.
-Vero... - se acerca y me da un abrazo - lo siento, lo siento muchísimos, no quería golpearte, es que me tomaste por sorpresa, yo... - la alejo un poco y le digo.
-Ey... - le sonrío gentilmente - tranquila, fue mi culpa, no debí molestarte, sé que estas muy asustada... - miro hacia abajo con vergüenza, ella pone sus manos en mis hombros y con gentileza me dice.
-No... yo he sido uno tonta todo este tiempo, no debería de estar comportándome así - ella me da una sonrisa a la cual yo correspondo - ¿Qué tal si terminamos de salir de aquí y nos vamos? Este olor nos enfermará en cualquier momento - dijo haciendo una mueca de asco.
-Tienes razón - asiento, tomo el libro que había caído al suelo junto con los pergaminos, y nos vamos de ese tétrico pasillo - la próxima vez debemos traer velas - Elisa concuerda conmigo; al salir, dejamos los pergaminos y el libro en el piso, y Elisa me ayuda con la puerta, no pudimos cerrarla del todo así que la dejamos un poco abierta, tomamos todo y nos dirigimos a las escaleras.
-¿Debemos pasar por aquí otra vez? - me dijo Elisa al llegar a las escaleras.
-Pues... no queda otra opción, ¿o prefieres saltar? - miro a Elisa con una sonrisa burlona, ella se acerca al barandal y se asoma, se aleja rápidamente y dice.
-Si... creo que me arriesgaré con las escaleras - rio por su reacción, tomo firmemente el libro con mi mano derecha y aprisiono los pergaminos debajo de mi brazo - no se caerán -
Pongo mi mano en la pared, para sujetarme, me volteo y digo - Sostente sobre la pared Elisa, así mantendrás el equilibrio - me rio al ver a Elisa con una cara de terror al bajar cada escalón con suma delicadeza.
-Prefiero hacer tres rutinas de prácticas marciales seguidas, ¡que estar aquí! - se queja en un tono excesivamente alto, que hace eco, siento crujir debajo de mis pies los escalones de madera y presiento que me caeré.
Le hago una seña a Elisa para que se detenga, levanto mi pierna y la bajo hasta el próximo escalón, lo toco y pasa justo lo que temía, el peso de mi cuerpo crea una grieta que comienza a extenderse desde el escalón, sube hasta la base del barandal y crea una abertura en las pequeñas columnas que sostienen el pasamanos.
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Alma De Hielo Fuerza De Fuego [ Libro 1 ]
FantasyPrimer libro de la saga: Corazones de Hielo y Fuego Verónica lo tiene todo, es hermosa, carismática, inteligente, es una guerrera y más, todos los dones que puede tener y que puede otorgar Dios los tiene ella y todo su linaje real, si, ella es una p...