22 Visiones de Sangre

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Antonio

- ¿Doctor? - dijo el joven con mucha confusión en su mirada.

Escuchar nuevamente aquella voz, me llevó a recordar, la primera vez que vi esos grandes ojos azules.

Flashback

Quito de mi cuello con algo de cansancio, el estetoscopio de acero que estaba desde hacía horas cargando conmigo, y lo aprisiono con mi mano derecha, mientras me dirijo hacia el área de espera del hospital, llego a las bancas y me siento, echo mi cabeza hacia atrás recostándola sobre el muro, mientras trato de descansar y poner en orden mis pensamientos.

-Esa ha sido la última de la noche, pero... este, este en especial ha sido completamente diferente - pienso mientras respiro pesadamente, recordando lo que pasó hace unos minutos atrás.

Las imágenes llegan de manera atropellada a mi memoria, rostros, lugares y cosas que no puedo entender ni encontrarle mucho orden o sentido; algunos me parecen familiares, otros simplemente me son de lo más extraños.

Todas aquellas imágenes, sé que son producto del contacto que tuve con ese bebé, el nacido hace apenas unos minutos, ese choque que tuve, al tenerlo en mis manos, fue de los más extraño, jamás me había sucedido, en todos los años que llevo como médico.

-Algunas de esas imágenes puedo reconocerlas fácilmente - pienso mientras cierro mis ojos y dejo que mi memoria reconstruya los fragmentos de esa visión.

Puedo recordar, caballeros, hombres en batalla que pelean con furia y pasión, veo como una flecha es disparada desde lo alto de una torre, esta vuela y se camufla entre el mar de espadas que no dejan de chocar unas contra otras, finalmente se estrella, justo en el pecho de un hombre, en el punto donde su gran armadura no puede protegerlo, este deja caer su espada al suelo, mientras su propio peso lo hace quedar de rodillas, la sangre fluye entre sus dedos, que con desesperación aprisionan la herida, pero es muy tarde, su corazón se ha rendido, y su cuerpo queda inmóvil sobre el suelo pantanoso.

-Era un gran líder, excelente caballero, y el mejor padre - al reconocer ese rostro robusto y con una barba llena de canas, siento como una solitaria lagrima baja por mi mejilla. Abro mis ojos y limpio mi mejilla con un pequeño pañuelo que saco de mi bolsillo. Coloco mis manos en mis rodillas y sigo recordando aquella visión. Las siguientes imágenes son muy confusas, no logro encontrarles sentido.

Es de noche, no hay nadie por los pasillos de aquel castillo que reconozco en seguida, sale una tenue luz de una puerta medio abierta, ya adentro, el viento hace mover lentamente las telas de la cama, que cubren los cuerpos de aquellas dos almas, durante aquel apto de lujuria y amor; su deseo y afecto por el otro son demostrados de manera casi poética en la unión de sus cuerpos. Mientras la luz de la luna los ilumina dejando al descubierto sus pieles llenas de sudor, aunque para ellos no sea para nada importante, ya que ambos están en un mismo sentido, mientras de sus bocas salen placenteros sonidos.

Aquellos sonidos de placer que invaden la habitación son interrumpidos por gritos de dolor y agonía de aquella misma mujer, solo que esta vez, está dando a luz; mientras respira con dificultad, y es tomada de la mano por una mujer más joven, otra se encarga del parto, nace de ella un bebé de hermosos ojos azules y una piel como la leche, con una cabellera blanca y pequeñas mechas grises. El bebé es tomado en brazos por su padre, que con orgullo lo recibe y con alegría besa a su esposa.

Ese mismo niño, puedo ver como crece y se vuelve un hombre, como se convierte en rey y guía a su pueblo, como se vuelve una inspiración por su habilidad con sus dones, como es uno de los mejores de su reinado, y como se casa y tiene su propio hijo, un niño de piel tan blanca como su padre, dos cuencas azules como el mar por ojos y una melena blanca como la nieve.

Alma De Hielo Fuerza De Fuego [ Libro 1 ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora