Sra. Johnson
2 días antes
Bueno... eso fue lo que pasó, ahora vayamos en donde nos quedamos.
Como dije la edad no le había pegado nada mal. Él estaba sentado con una pierna cruzada encima de la otra, y me miraba con esos grandes ojos azules que hacían que mi corazón se derritiera, a pesar de mi edad, me sentía como una adolescente enamorada, la cual tenía al amor de su vida en frente de sus ojos. Sujetó una de las tazas que tenía en la mesa y tomó un sorbo de lo que creo era té.
—Ah pasado tiempo — dijo mientras dejaba la taza a un lado y se levantaba para acercarse a mí, su voz grave y ronca hacia que mi piel se erizara.
—Diecisiete años, empecé a contar desde el día en que te fuiste por ese portal — dije mientras recordaba ese horrible día, en el que Jay se fue y nunca volvió.
—Sabes que tuve que irme, y sabes que fue una de las cosas más difíciles y dolorosas que tuve que hacer... Pero no pasaba ni un solo día en que no pensara en ti —
Trató de acercarse a mí, pero yo me alejé, no lo dejé que me tocara. No me malentiendan, sigo amando a Jay pero... aun no creía que hubiera decidido dejarme; y no pude llegar a decirle que estaba embarazada.
—Se que estas molesta conmigo pero... —
—Yo no estoy molesta contigo — lo interrumpí bruscamente, antes de que dijera otra palabra y pusiera la situación más incomoda de lo que ya era — Yo deje ese dolor hace bastante tiempo — ¡mentira! — Jay... no estoy aquí para hablar de ti y de mi, ¿ok? —
—Entonces debería preguntar... Anastasia ¿qué estás haciendo aquí? Se suponía que solo usarías el cristal para una ocasión que realmente fuera importante —
— ¡Jay esto es sumamente importante! — le dije casi gritándole.
—Está bien... siéntate — caminé hacia las pequeñas mesas de cristal, con unas sillas que hacían juego con la mesa, las cuales estaban hechas de un material tan blanco como la nieve, Jay se sentó en una silla cerca de la mía y me ofreció una de las tazas que efectivamente tenían té.
—Gracias... — dije mientras le daba un sorbo a la taza.
—Ahora... responde la pregunta, ¿Qué estás haciendo aquí? —
—Jay... yo, tu antes de irte, pues... — no podía decirlo, no sabía como, sentía los nervios como me azotaban.
—Nunca has sabido cómo expresarte cuando se trata de situaciones serias — dijo mientras esbozaba una media sonrisa que hacía que mi corazón volara.
—Anastasia concéntrate —
—Jay antes de que te fueras, pues... yo —
—Si... dilo, vamos — lo miré fijamente y le dije.
—Quedé embarazada — el semblante de Jay cambió completamente, pero no era malo, se le veía confundido pero contento, como si hubiera estado esperando que le dijera eso los últimos diecisiete años — Se que debí habértelo dicho, solo es que no hallé como y el único día que me armé de valor para decírtelo fue... — no termine la frase por aguantar las ganas de llorar.
—El día en que me fui, ¿cierto? — asentí levemente — Anastasia... está bien, no sabes cuánto tiempo eh deseado que me digas esto — dijo mientras sujetaba mi mano, esta vez lo dejé tocarme; nunca pensé que extrañara tanto ese tacto frío, que para mí se sentía como un abrigo que me calentaba el alma y la tristeza que tenía, la quitara. Luego de unos segundos de tantas miradas, ya me estaba poniendo nerviosa, Jay se dio cuenta.
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Alma De Hielo Fuerza De Fuego [ Libro 1 ]
FantasyPrimer libro de la saga: Corazones de Hielo y Fuego Verónica lo tiene todo, es hermosa, carismática, inteligente, es una guerrera y más, todos los dones que puede tener y que puede otorgar Dios los tiene ella y todo su linaje real, si, ella es una p...