Alma De Hielo Fuerza De Fuego [ Libro 1 ]

11 Investigando II

Verónica

-Podrías repetirlo-

-Soy Hermes, el fiel compañero, consejero y... mensajero de tu abuela... la reina Victoria- dijo nuevamente el fénix, como si mi cara de total desconcierto no lo molestara ni un poco.

-Es imposible... - dijo Elisa, aún sujetándome el brazo y con miedo en su voz.

-Qué es imposible?- dijo el ave con un tono de seguridad.

-Lo primero sería que tú hablas, los fénix no hablan- dije con el presentimiento de que esto era un sueño y en cualquier momento despertaría.

-No soy un ave normal, no soy una mascota, soy un ser mágico como todos los fénix, pero... mucho mejor- dijo con un tono de superioridad.

No entendía nada, mi cabeza daba vueltas y trataba de recordar si alguna vez había visto a esa majestuosa ave, pero mi esfuerzo por encontrar algún recuerdo en mi mente no sirvió de nada. El ave se dio cuenta y me dijo:

-Veo que estas confundida-

-Si... y mucho- dije asintiendo con la cabeza.

-Ven, acércate, te contaré una historia- dijo mientras con una de sus alas, señalaba una silla, al lado del escritorio en donde él estaba.

-Vero... no, no sabemos quién o qué es él y que puede hacer-

-Elisa... se que quieres protegerme, eres una gran amiga, pero... mi abuela confiaba en él y... extrañamente yo también lo hago - me solté del agarre de Elisa – quiero estar a solas con el ave- Elisa asintió y salió de la biblioteca, cerrando la puerta detrás de ella. Caminé cuidadosamente hacia el ave, y me senté en la silla -Y bien... la historia- dije impaciente.

-Eres impaciente... igual que tu abuela. Ponte cómoda, va hacer una historia un poco larga, no hagas preguntas y no repliques- asentí y él comenzó- Hace mucho tiempo, cuando este reino tenía solo unos pocos años, el rey decidió que era buena idea aliarse con otras naciones, para así hacer crecer a Hotlanding. Muchos viajes y tratados de paz, con otras naciones, hicieron que el reino creciera en cultura, sabiduría, riquezas, gastronomía, arte, entre otros aspectos. El tiempo pasó y Hotlanding, sus habitantes y todo lo que estaba adentro de los perímetros del reino, vivía en paz. Durante ese tiempo, la reina había quedado embarazada y dio a luz una hermosa bebe de cabello color cobre, grandes ojos color roble y una piel como la leche, la llamaron Victoria- al escuchar el nombre de mi abuela en esa historia, quede totalmente petrificada, y con el sentimiento de que mis sospechas sobre mi familia eran reales.

-17 años después del nacimiento de Victoria; una noche, cuando el sueño arropaba a todos los habitantes del reino y el gran rey, su esposa y su hija adolescente, dormían tranquilamente en sus alcobas, nadie oía los sigilosos pasos de espías infiltrados en el reino y una guerra se desató-

-¿Guerra?... liderada por quién?- dije aun sabiendo que no debía preguntar.

-El rey Antonio I, era rey de otra nación que no conocían; pero el si los conocía. Secuestraron al rey y a la reina, y mantuvieron a la princesa encerrada en calabozo...-

-Por que hicieron tales cosas?- dije con tristeza.

-Creían que Hotlanding era una amenaza a su pueblo, así que decidieron atacarlo. El rey y la reina, permanecían secuestrados en el palacio de la nación enemiga y todo aquel que fuera hotlandiano, o se sometía o... era asesinado y declarado rebelde. Así fue durante un mes, habían masacres, huelgas, el pueblo quería que regresara su verdadero rey; y la pobre princesa lo presenciaba todo desde la celda en donde la habían dejado...-

-Y que sucedió?-

-Un día, a la joven princesa la dejaron libre para que el pueblo la viera, y supieran que ella estaba bien; había demasiadas revueltas y los consejeros del rey Antonio creyeron que el pueblo de Hotlanding se calmaría si la veían, y así fue-