Verónica
-La la la la.... La la la... - tarareo una melodía, mientras la leve brisa que sale de mi ventana refresca mi rostro.
Y puedo sentirlo, como sus brazos enfrían la temperatura de mi cuerpo al abrazarme por la cintura, recuesto mi cabeza en su pecho mientras veo los hermosos rayos de sol. Él se acerca a mi oreja, su aliento crea leves cosquilleos que pasan por mi cuerpo.
-Me encanta tu voz - sonrío como tonta al escuchar su voz gruesa como me susurra.
- ¿No puedes dejar de alagarme? - él deja un pequeño beso debajo de mi oreja, algo que me hace suspira y temblar entre sus brazos; para luego recostar su cabeza en mi hombro.
-Que te puedo decir... es que me encanta todo de ti - sonrío otra vez, pero la curvatura de mis labios se disipa al sentir esto como un sueño.
-No digas eso... ni siquiera estas verdaderamente aquí - sus fuertes brazos dejan mi cintura para hacerme voltear, al verlo, aquellos iris azules me reciben con una mirada tranquila y serena.
-Que no esté aquí y ahora, no significa que no vaya a verte de nuevo, si sigues en esta ilusión no me verás nunca - posa su mano en la altura de mi cuello acariciando mi mandíbula con su pulgar - debes despertar... princesa -
Mis ojos se abren de par en par, puedo sentir como el cabello me tapa por completo la cara.
-Excelente se me olvidó atarlo anoche - digo en voz alta.
Me remuevo un poco en mi cama escuchando sonidos de papeles doblándose y cayendo al suelo; anoche me quedé hasta muy tarde revisando todos aquellos pergaminos, muchos son cosas que realmente no entendí, supongo que debo ir hoy a hablar con Hermes, a ver si puede ayudarme a encontrar las ultimas respuestas que necesito.
Me quedo mirando algún punto invisible en el techo, aun siento estar dormida; mi cerebro sigue procesando aquel sueño, se suponía que ya no volvería a soñar con él, porque ya lo vi... pero tal vez necesite estar con él; él sabe cosas que tal vez yo no, y si él tiene las mismas dudas que yo, puede que juntos encontremos las respuestas.
Mis pensamientos son interrumpidos por un leve toque en mi puerta.
-Adelante... - digo con algo de cansancio en mi voz, mientras me arreglo un poco el cabello, a una princesa nunca se le debe ver tan desarreglada.
-Hola cariño - el rostro de mi madre es inclinado entre la puerta, para luego pasar y sentarse junto a mí en la cama.
-Hola madre... ¿qué sucede? ¿Hoy no debías ir al pueblo? -
-Pues... en vez de escuchar a tu padre hablar con todos los aldeanos, decidí que podíamos hablar un rato antes de que vayas a la academia... ¿te parece? O ya no quieres charlar con tu madre - gateo hacia ella sobre la cama y tomo su mano.
-Siempre querré hablar contigo madre... - ella me da una sonrisa, la cual devuelvo.
-Entonces dime... ¿cómo te fue ayer con la visita a Connor? -
-Ah... eso - digo alargando las palabras y recostándome nuevamente en la cama, mi madre ladea su cabeza.
- ¿Tan mal fue? - inhalo y exhalo sonoramente.
-No... es que, me sentí muy culpable, sentí como si el corazón se me estrujara de tal manera al ver a Connor en esa camilla, con vendas en los antebrazos... - me tapo la cara con las manos mientras masajeo mis sienes, hablar de esto me hace doler la cabeza, y siento como aquel nudo vuelve a subir por mi garganta.
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Alma De Hielo Fuerza De Fuego [ Libro 1 ]
FantasyPrimer libro de la saga: Corazones de Hielo y Fuego Verónica lo tiene todo, es hermosa, carismática, inteligente, es una guerrera y más, todos los dones que puede tener y que puede otorgar Dios los tiene ella y todo su linaje real, si, ella es una p...