3 Snowland I

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 Sra. Johnson

Era 1999 yo tenía treinta y era una chica muy atlética.

Patinaba en el hielo, era una noche perfecta, la luz de la luna iluminaba cada rincón del lago congelado, y mis patines hacían líneas dibujadas en el hermoso piso de cristal. De repente una gran ola de viento empezó a azotarme, soplaba con gran furia y las ramas de los arboles se movían como si tuvieran vida propia, los copos de nieve que caían con delicadeza se juntaron unos con otros, creando un torbellino de nieve, era muy fuerte y me halaba más hacia él, mientras más patinaba para salir de esa situación de vida o muerte, más me daba cuenta que no estaba yendo a ninguna parte.

El tornado atraía todo hacia él, como un imán que halaba todo a su paso, y en eso exploto, caí al suelo y me golpee la cabeza... todo se volvió borroso, lo único que vi fue un resplandor, una luz potente y blanca que se acerco a mi y... perdí el conocimiento.

Desperté sobre hojas secas, abrí mis ojos lentamente para acostumbrarme a la luz, me di cuenta que estaba en el mismo lugar en donde había perdido el conocimiento, me levanté cuidadosamente con un dolor en la cabeza a raíz del golpe que me di, sentí una mirada y sigilosamente me voltee y lo vi, un hombre, estaba viéndome fijamente con sus ojos color azul platinado, sentado encorvado, con sus codos apoyados sobre sus rodillas, su cabello rubio casi blanco estaba peinado hacia un lado, este se movía levemente gracias al viento. Estaba vestido como un caballero, llevaba una armadura que lo hacía ver musculoso y atractivo en cierto sentido, un arco y flechas que estaban sujetados a un cinturón y puesto en sus hombros; más una espada que hacía juego con su gran armazón; diría que este chico salió de un cuento de hadas y dragones.

En este momento estaría intimidada por estar sola, en un bosque sin nadie conocido a mi alrededor, con un hombre armado y vestido como en la era medieval, pero... la cosa era que en realidad no sentía miedo, sino curiosidad.

Me traté de levantar, pero justo cuando mis pies tocaron el suelo me tambaleé torpemente y en eso unos brazos fuertes me sujetaron, levanté mi mirada y era el mismo chico que hacia 5 segundos lo había visto sentado y muy relajado en el suelo; el acercó su rostro más al mío y me susurro.

–¿No quieres tener otro golpe en la cabeza o si? – su voz era tan grave que me quitó el aliento, solo pude mover mi cabeza, el me dio una sonrisa torcida y luego dijo – bien, entonces no te sigas moviendo y siéntate, necesitas descansar Anastasia... – al decir mi nombre le di una cara de confusión y él se dio cuenta de mi reacción, me alejé de él y le dije.

–¿Cómo sabes mi nombre? ¡¿Quién eres tú?! – le dije frenéticamente con miedo en mi voz.

–Hey... cálmate.... Soy Ska... – cortó su voz, como si no pudiera decir su nombre.

–Tu nombre.... –

–Jay... soy Jay – aunque yo sospechaba sobre su actitud, lo dejé pasar.

–Soy Ana... –

–Anastasia... lo sé – me interrumpió y se me ocurrió preguntarle como sabía mi nombre.

–¿Cómo lo sabes?... –

–Amm.... Tu me lo dijiste... –

–No, no lo dije... tú lo dijiste como si hubieras leído...mi mente –

–Oye creo que ya debería de irme, no quiero estar con una chica que cree que soy alguien raro –

–No, no lo hagas yo... lo siento...es que me siento algo nerviosa y además, me duele la cabeza por el golpe, gracias a ese estúpido tornado de nieve – al decir aquello, los ojos de Jay se abrieron como platos.

–¿Tornado? No sé de que hablas... yo no vi nada –

–Claro que si, era enorme y atraía todo a su alrededor –

–Escucha... tal vez sea el golpe en tu cabeza, estás divagando –

–No estoy divagando, puede que me haya golpeado la cabeza pero no estoy loca – dije ya algo irritada.

–Pareciera – dijo subiendo sus cejas, viéndome como si necesitara terapia; me enojé.

–Sabes si no quieres creerme no lo hagas, total ni siquiera te conozco, no necesito tu aprobación – me di media vuelta y empecé a caminar sin rumbo. Luego de un segundo Jay me gritó.

–¡A dónde vas! –

–Escucha, gracias por ayudarme, pero como tu dijiste no debo de estar con personas que crean que soy rara o loca – le di una última mirada y me fuí.

Seguí caminando y caminando ya que estaba molesta por lo que me había dicho ese chico, pero cuanto más caminaba, más me daba cuenta que me estaba internando en el bosque. Me detuve cuando una ráfaga de viento me recorrió el cuerpo, y me di cuenta que no me estaba acercando a mi casa, me estaba alejando más! traté de buscar mi teléfono pero no lo encontré, se había caído cuando me desmaye, no me preocupé ya que ese teléfono era uno viejo que yo utilizaba solo para llamadas.

No tenía rumbo, ni siquiera sabía dónde estaba, de repente vi algo que estaba entre los arbustos, eran dos ojos brillantes y un fuerte aullido se escuchó. Un gran lobo blanco se apareció de entre los arbustos y así fue como yo, Anastasia Johnson, di el grito de mi vida. 
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- Y se la comerán los lobos-
- tienes que esperar, a ver qué pasa-
- pero...si se la van a comer-
- no diré nada-

Mi hermana tratando de sacarme información sobre el libro, pero... No Sé Puede

El próximo capítulo estrellitas ✨ verán la segunda parte de este capítulo Snowland II así que estén atentos. No se olviden de votar y comentar para así sentir todo su amor.

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Besitos calientes y helados ❄️❤️
Bay estrellitas ✨💕

Alma De Hielo Fuerza De Fuego [ Libro 1 ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora