Capítulo 26

18 4 0
                                    

1/2

Ya todos se habían enterado, incluso mi madre sabía una parte, el único que no tenía idea en lo absoluto era la persona acostada a mi lado abrazándome como si fuera un peluchito

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ya todos se habían enterado, incluso mi madre sabía una parte, el único que no tenía idea en lo absoluto era la persona acostada a mi lado abrazándome como si fuera un peluchito. Tras contarle lo que tenía recolectado hasta el momento a Tiff ella casi no tuvo tiempo de darme su opinión que Roy había entrado a la casa cargado de frustración. Mi amiga nos dejó solos asegurándome que luego hablaríamos y yo me lancé a consolar a mi pareja. Me dolía notarlo así, pero no me atrevía a decir nada porque me parecía muy hipócrita de mi parte. Solo lo conduje a la habitación y lo acaricié hasta que se durmió como un niño pequeño mientras yo observaba la luna, que ya no era llena, por la ventana.

Me sentía la peor persona del planeta, no dejaba de mentir, de ocultar cosas, de poner en peligro y causar daño, tanto a personas que quería como a las que no. Estaba siendo lo que parecía destinada a ser. Porque nada ni nadie podía negarme que esa era mi vida, por más que no quisiera, eso era lo que yo en verdad era.

No podría seguir con esa farsa mucho tiempo más. No podría mirar a los ojos a Roy sabiendo que no era honesta con él, sabiendo que yo podía ser su perdición.

Tampoco debía ser la madre de Violet porque no sabía cómo podía acabar eso. Estaría dispuesta a pedirle a Roy o a mi madre que se la llevaran lejos para protegerla mientras yo resolvía lo que sea que tenía que resolver. Solo quería ponerla a salvo, con pensar en perderla el corazón se me partía en dos. Pero ella preguntaría demasiado y si yo no lo conseguía...

Una gota de agua se deslizó lentamente por mi mejilla sin poder quitármela por estar aplastada por el castaño sobre mí.

Ya no lo soportaba, ese dolorcito que sentía en mi pecho que ardía como mil demonios se volvió más fuerte, por lo que me aferré a Roy llorando silenciosamente. Solo cerré los ojos cuando la luz de sol me estuvo por dejar ciega. No había dormido en toda la noche divagando acerca de mi próximo paso.

Cuando mi pareja se despertó besándome dulcemente, salí de la cama como si fuera un autómata que respondía ante el manejo de alguien más, porque sentía mi cuerpo así, controlado por alguien que no era yo. Sin pronunciar palabra y con una simple sonrisa me conduje hasta el baño para darme una ducha que me espabilara un poco. No podía ir a la universidad en el estado de antes y tampoco podía enfrentar a Roy. Esperé hasta tranquilizarme y abandoné el baño ya cambiada y peinada. Mi rostro era adornado con mi mejor sonrisa falsa que Roy no notó.

—¿Dormiste bien? —curioseó.

—Claro, ¿Por qué no lo haría?

—Por tener un humano enorme encima de ti.

—Ya estoy acostumbrada —bromeé.

—Pero cuando eso sucede, tú no duermes.

—Y tú menos.

Le robé una sonrisa que al poco tiempo se desvaneció.

—Me van a necesitar bastante en el trabajo.

Our Demons✔ [Dementia #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora