Capítulo 23

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Abrí los ojos no sé cuánto tiempo después de dormirme hecha un bollito en el sofá individual de la habitación que había corrido en diagonal a la ventana para seguir viendo ese punto brilloso en el cielo

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Abrí los ojos no sé cuánto tiempo después de dormirme hecha un bollito en el sofá individual de la habitación que había corrido en diagonal a la ventana para seguir viendo ese punto brilloso en el cielo. Mis huesos me sonaron al segundo en que me paré, era una posición muy incómoda en la que me encontraba. Me estiré y bostezando, me cambié con ropa decente para el trabajo y cambiarme con el uniforme allí. Tiré sobre la cama unos simples jeans rotos en la rodilla y una camiseta blanca lisa algo ajustada. Como yo no dormía con sujetador me lo puse con cierta dificultad, resultaba que estaba al revés, las mañanas no eran lo mío y menos si dormía menos de cinco horas.

Salí al pasillo ya toda vestida y di golpecitos en la puerta de Violet para comprobar de que estuviera allí. Cuando quería, ella se levantaba especialmente temprano y despertaba a alguno de los dos en esa casa para que le hiciera el desayuno porque no se podía volver a dormir por más que le gustara demasiado. Un quejido me respondió del otro lado y abrí del todo recorriendo el lugar hasta posicionarme al lado de ella. Parpadeó bostezando y dándome algo así como una sonrisa.

—Cariño, ya me voy para el trabajo, pórtate bien, ¿sí? —la saludé y ella asintió dos veces con la cabeza y volvió a pegar los párpados.

No la seguí molestando y continué caminando hasta la habitación de Marvin, el resto del día me iba a reprochar el hecho de querer asustarlo y abrir la puerta repentinamente sin previo aviso. Porque en cuanto lo hice, solté una maldición y me llevé las manos a la cara.

—¡Madeline! ¿Por qué mierda no tocas la puerta?

—¡Qué asco, Marvin!

—¿Acaso tú no te das auto placer? ¡No es nada de otro mundo!

—Al menos pon algo que me advierta que no debo pasar, Dios.

—¡Hay algo de madera en medio que evita que me veas desnudo y con una erección! Para eso está la maldita puerta.

—Bien, pon algo en ella. No sé, una corbata como en la universidad, que sé yo.

—Maravillosa idea, si quieres escribo un cartel con resaltador que diga ¡No entres, me estoy masturbando!, ¿Quieres que Violet me pregunte qué es eso?

—¡Marvin! No lo digas así.

—¡Perfecto! Que el cartel diga, No entres estoy masajeando suavem...

—Cállate, cállate, cállate, no quiero oírte.

—Monja que eres a veces, pero bien que debo soportar tus grititos cuando tu príncipe viene, ¿Cómo le llamas a eso? ¿Darte amor hasta por las orejas?

—¿Estás vestido ya?

—Ya.

Me destapé y fui directo a golpearlo, él me detuvo el golpe y me rodeó para hacer algo que me dejó plasmada. La llave, me hizo la jodida llave de lucha libre. Acabé en el suelo con él riéndose de mí. Me pasó la mano y la miré con repugnancia.

Our Demons✔ [Dementia #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora