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Pocos minutos de viaje después, estábamos los cuatro entrando al bar, las luces, la música, el olor a alcohol, personas chocándonos, y más, nos dieron la bienvenida. La canción Horns me produjo una rara sensación de empoderamiento. Por esto mismo moví mis caderas ágilmente para acercarme a mi amiga y entrelazar mi brazo con el suyo para llevar la delantera y dejar a los otros dos por detrás nuestro. Ella me regaló una sonrisa perversa y asintió con la cabeza. Algunas miradas poco disimuladas nos inspeccionaron y sonreí ampliamente.
Dimos pasos seguros haciendo un lado a la gente que se nos ponía en el camino hasta llegar al final de la pista donde Tiff se puso frente a frente conmigo y alzó su dedo indicándole a alguien por detrás mío que se reuniera con nosotras.
—Señorita Petsch —pronunció alguien a nuestro costado, un joven poco más grande que nosotras, que le sonrió afablemente a Tiff.
—No me vengas con cordialidades Lawrence, ¿está Joseph?
De repente él pareció muy nervioso, y Tiffany suspiró agachando la cabeza.
—¿Debo lidiar con él?
—Sí, Joseph no está.
—Bien, dile que ya voy.
Dicho esto, el chico Lawrence asintió y desapareció entre la multitud para pasar por una puerta y adentrarse a donde sea que llevaba eso. Al poco tiempo, él estaba volviendo para indicarle a Tiff que ya podía ir.
—Esto me va a llevar más tiempo de lo planeado, así que relájense un rato —nos dijo y se fue acompañada de Lawrence.
Me giré sobre mis tobillos hacia los hermanos de atrás notando que uno de ellos ya no estaba, arrugué el entrecejo y el menor cuadró los hombros.
—Fue por un trago ni bien Tiffany nos dejó. —Aclaró.
—Oh, bueno. Entonces... hagamos lo mismo. —Objeté y esta vez fue él quien frunció el ceño.
No le di ni tiempo a responder que ya lo estaba arrastrando hasta la barra donde pedí dos tragos, uno para cada uno, y lo conduje hasta el centro de la pista de baile para comenzar a bailar con él, que aún estaba reaccionando. Empezó a seguirme el ritmo y empezamos a beber. Con alcohol en sangre todo era más sencillo. Los sentidos se me nublaron al tercer trago y solo prestaba atención a la música con la que me movía deslizando las manos por todo mi cuerpo, agachándome, moviendo mis caderas, mis piernas, mi cabello. Marvin no se había quedado atrás y de un momento al otro, después de unos cuantos tragos, asió una chica del brazo que lo correspondió al instante y se la pegó a su cuerpo para bailar con ella. Yo solté un gritito alentador todavía sola. Fui a por un trago y sentí una mirada pesada sobre mi nuca, me torné hacia él y le sonreí.
—¿Qué sucede?
—¿Cuántos has tomado?
—¿No crees que estoy bastante grandecita para saber cuál es mi limite, Matthew?
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Our Demons✔ [Dementia #2]
Mistério / SuspenseTras ese doloroso acontecimiento, la vida de Madeline pendía de un hilo aún más que antes, aunque trató de sobrellevarlo como podía apoyándose en otras personas. Sin embargo, al instante en que abrió esa puerta y una oleada de recuerdos regresaron a...