Capítulo 37

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—¿Entonces Violet se quedará con nosotros mientras ustedes van solos los dos a la casita de tu madrina? —repitió Marvin más para sí mismo que para nosotros cuando tratábamos de concretar acerca de qué hacer

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—¿Entonces Violet se quedará con nosotros mientras ustedes van solos los dos a la casita de tu madrina? —repitió Marvin más para sí mismo que para nosotros cuando tratábamos de concretar acerca de qué hacer.

Nos encontrábamos los cuatro en la mesa del comedor conversando cada uno con una lata de cerveza a su lado, excepto yo, la aburrida del agua. Tomé un sorbo al sentir la garganta seca y fijé mis ojos en el vaso solo un instante para volver hacia Marvin que estaba justo en frente mío procesándolo todo.

Eso era lo que haríamos, a la tarde siguiente iríamos para la casa porque no podíamos arriesgarnos a que llegaran antes o incluso a las doce en punto como alguna especie de ritual. Esperaríamos allí refugiados evitando el contacto con el exterior, exceptuando a Tiff y Marv que nos estarían poniendo al tanto vigilando la casa de la rubia y la mía con cámaras impuestas por ellos mismos. Quizá se irían al no encontrarnos y desaparecerían, también estaba la posibilidad de que de alguna forma nos encontraran y tuviéramos que batallar con ellos rogando a que nos saliera bien y luego nos enviarían refuerzos, aparte de los que ya estarían con nosotros, que nos ayudarían.

Mientras tanto, los que se quedaban lejos de la isla, estarían en un motel reservados y aislados del mundo, pero con personal de seguridad también.

Todo estaba preparado metódicamente y esperábamos que saliera como lo acordado.

En el momento en que ya el silencio era agobiante, decidí ponerme de pie y caminar por dentro de la mansión con mi vasito de agua que iba tomando a medida que avanzaba y veía las fotos familiares o más bien individuales de allí. Eran la gran mayoría retratos de algún integrante solo. Tres de Angela, cinco de Theo, dos de Tiffany, seis de Andrew y una sola de aquellos personajes juntos, hasta casi parecía que se querían con esas sonrisas forzadas. Pronto acabé con mi pequeño recorrido el cual había hecho más de una vez cuando me abrumaba estando allí.

Sintiendo mi cuerpo bastante cansado quise relajarme un poco dándome una ducha caliente. Subí de dos en dos las escaleras y primero fui a revisar a Violet que, después de ver Tinkerbell y almorzar, se había tomado su siesta. Sin hacer ruido, entré a la habitación de Tiffany y la encontré sonriendo en sueños acurrucada en una esquina de la cama a la vez que abrazaba una almohada con fuerza.

Crucé la habitación hasta ponerme a su lado y le besé la cabecita acariciando su cabello, ella no me respondió, pero ver su sonrisa ensancharse fue lo más lindo que vi. Abandoné el cuarto y pasé justo delante de la puerta cerrada que había visitado por curiosidad la primera vez que había puesto un pie ahí. Inflé mi pecho y entré.

A los pocos minutos, salí pálida y con aún más ganas de sentir el agua recorriendo cada extremidad de mi cuerpo. Así hice, me metí al baño y abrí la canilla de la ducha para luego sacarme la ropa y meterme en ella. Largué muchísimo aire pasando el jabón por mi piel que se deleitaba por el calor que la acariciaba. Terminé de sacarme el acondicionador del pelo y me quedé un rato dentro sin hacer nada más que dejar mi vista en un azulejo en específico de la pared, uno que estaba medio salido. Lo moví y vi que había un hueco tras él. No me sorprendí al encontrar un papel enrollado escondido justo para que yo lo descubriera en el momento indicado.

Our Demons✔ [Dementia #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora