Capítulo 11

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Hacía aproximadamente una hora, había echado sutilmente a mi pareja de mi casa quedando en total soledad, y eso abrumaba, no iba a negarlo

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Hacía aproximadamente una hora, había echado sutilmente a mi pareja de mi casa quedando en total soledad, y eso abrumaba, no iba a negarlo. Froté ambos brazos mientras me hacía un bollito en el sillón para ponerme a ver una película, además cociné unos macarrones con queso que me llevé a la boca luego de poner a reproducir la pantalla. Cené en el silencio de mi casa porque ni siquiera le había puesto volumen a la peli, sí, parecía aburrido, pero a mí no me molestaba en absoluto leer solo los subtítulos y crear en mi mente la banda sonora completa.

No sé ni como lo logré pero no hice nada ridículo, controlé impulso que se esforzaba por nublar mi mente. Había ganado solo una batalla de muchas, pero era un avance.

Terminé de comer y lavé los platos para después irme a dormir y sumirme en un sueño profundo.

Desplegué los parpados al sentir el roce de una corriente fría contra mi cuerpo. Me giré topándome con algo que no esperaba para nada. El grito se quedó atascado dentro de mí y mis sentidos se congelaron, no podía moverme, apenas me sentía respirar, ni siquiera parpadeaba. Me aferré con lentitud al borde de la cama observando la figura, que era más bien una sombra, frente a la ventana que había quedado abierta. El viento soplaba moviendo las cortinas blancas y el lugar era iluminado tenuemente con la luz de la luna. Eso le dio un aspecto aún más espeluznante a la escena. Él avanzó, quise decirle que se frenara, pero no era capaz de articular palabras. Mi visión se nubló con las lágrimas y reaccioné apartando mi mirada.

Su mano, la que no empuñaba un cuchillo ensangrentado, me obligó a volver a mirarlo. En cuanto mis ojos se posaron sobre su rostro, el horror se apoderó de mí. Estaba viendo cada rostro de cada fantasma de mi pasado en uno mismo, tanto hombres como mujeres. Era horrible, pasó de ser Lucas hasta el hombre al que había asesinado con mis propias manos junto a Matthew. Ya cuando disfrutó de mi tortura, me liberó.

Entonces desperté.

Me llevé una mano a mi pecho inquieto que subía y bajaba con violencia, sentía que iba a estallar al igual que mi corazón que palpitaba a mil por hora. Estiré mi brazo para prender una lucecita de noche y tratar de tranquilizarme.

Lo que no sabía era que iba a suceder algo que me alteraría aún más. Un grito se escapó de mis labios con tant fuerza que podría haber despertado a media ciudad.

 Un grito se escapó de mis labios con tant fuerza que podría haber despertado a media ciudad

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Our Demons✔ [Dementia #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora