Capítulo 17

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—Se había metido con Violet —traté de justificar inútilmente mientras sentía una esponja haciendo círculos por mi espalda descubierta

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—Se había metido con Violet —traté de justificar inútilmente mientras sentía una esponja haciendo círculos por mi espalda descubierta.

Después de que Matthew había llegado no intercambiamos más palabras, dejé que él se encargará de lo último del trabajo sucio, saliendo por la ventana y metiéndome en su auto donde me sentía más protegida. Bastante tiempo más tarde en el que yo me había dormido una siesta, él llegó a mi rescate y me dejé conducir hasta ese lugar que hacía cuatro años no había vuelto, su cueva. Como consiguiente, me había debilitado tanto que necesitaba de su apoyo, lo convencí al instante. Por lo que me encontraba en el suelo del cuadro de ducha desnuda echa una bolita rodeando mis piernas con ambos brazos permitiendo que él me ayudara a mantenerme controlada y limpiando los restos del salvaje momento.

Me había contado que lo había hecho pasar por una simple desaparición, que Chuck se había enterado de que lo iban a buscar y se fue. Lo había acomodado todo para que aparentara ser eso y que ni siquiera pensaran en nosotros. Lo que no me contó fue como se enteró que yo estaría allí y sabía que sería inservible preguntárselo porque no me lo diría.

Dejó de lado la esponja y me arrojó agua caliente que me hizo dar un respingo. Sentí el contacto de sus fríos dedos contra mi tibia piel y cerré los ojos, después apretó en un sector en específico provocando que me quejara del dolor. Me había golpeado feo con el choque a la pared. Por suerte, eso se podía tapar con sencillez, lo que en verdad me preocupaba era la marca en el cuello que me había quedado por la presión de las manotas de mi atacante, o mi víctima, o los dos. Eso lo notaría cualquiera que se fijara al menos un segundo en mi aspecto.

—Aún no puedo creer que sigas teniendo este lugar. —Murmuré rompiendo el silencio y haciendo que él despegara sus manos de mi cuerpo.

—Yo tampoco —admitió sonando sincero—. Tampoco creí volver a necesitarlo jamás, menos contigo. Pero no es mala idea tener un refugio como estos. Sobre todo, sabiendo lo que somos.

—¿Qué somos, Matthew?

—Nosotros, iguales.

—¿Y para el resto?

—Probablemente unos desquiciados para la mayoría, otros piensan que somos héroes, y a otros les da exactamente lo mismo. Pero ¿Qué importa el resto?

—El resto también es la ley.

—La ley puede llegar a ser más injusta y corrupta que nosotros. No digo que todos sean iguales, pero ¿Qué es la igualdad con algo de poder? Si alguien con mucho poder quiere sacarse de encima algo malo que hizo, moverá a todas sus influencias para pasar por desapercibido y lo logrará. Entonces, ¿nosotros debemos quedarnos cruzados de brazos viendo como siguen muriendo gente que nos importa bajo su puño?

—Eres todo un rebelde.

—Puedes llamarme como quieras, antisistema, justiciero, asesino, criminal, loco, lo que sea. Para mí, lo que hago no tiene una etiqueta. Soy solo Matthew.

Our Demons✔ [Dementia #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora