Oscuro Secreto

Capítulo 14

Emmaline

Cuando desperté a la mañana siguiente. Lo hice sola en la enorme cama.

El lado que se suponía debía ser ocupado por Argus, estaba vacío y frio.

Como si hubiera salido de la cama en cuanto cerré los ojos y me quedé dormida entre sus brazos.

Creí que despertaría con él a mi lado. Mirándome a los ojos con sus enigmáticos ojos verdes como dos hermosas piedras preciosas.

Para después rodar encima de mí y volver a sentirlo enterrase en mi interior y gritar su nombre por el placer que me regalaría esa mañana.

Escucharlo susurrar en mi oído lo hermosa que me veía por la mañana.

Elevándome hasta el cielo con su increíble y gruesa longitud.

Pero solo estaba yo en esa solitaria habitación, las suaves sabanas oscuras son lo único que cubren mi desnudez.

El ligero golpeteo de las gruesas gotas cayendo en la ventana impidiendo la visibilidad hacia el exterior.

Una tormenta primaveral fue lo único que me dio los buenos días.

Es el único sonido que se escucha dentro de la casa.

Como si todo lo que había sucedido la noche anterior fuera producto de mi imaginación.

Casi convenciéndome de que nada había sido real.

No es como estar en el palacio, porque podía escuchar a los empleados correr de un lado a otro para que todo estuviera tal y como mi abuelo lo había ordenado y estar listo para cuando él despertase.

Aquí todo es tan pacífico y tranquilo.

Es como si la única habitante en la enorme mansión de Argus solo fuese yo.

El antifaz desapareció de mi rostro.

Argus debió quitármelo antes de abandonarme en su habitación.

Mi mano toca el lado de Argus, decepcionada por creer que él estaría conmigo cuando mis ojos se abrieran.

Necesitaba sentirlo antes de volver a mi triste realidad.

Pero por supuesto.

Él había desaparecido.

Suspiro apartando las sabanas de mi cuerpo aún caliente por el calor que me ofrecieron las sabanas mientras dormía.

Salgo de la cama buscando su camisa en el suelo.

El vestido y la pesada y brillante corona aún están sobre la fría madera acompañando la ropa de Argus.

Tomo su camisa y cubro mi cuerpo con ella.

Y su perfume mezclado con su desodorante masculino inundan mis pulmones, provocando que mis ojos se cierren automáticamente.

Camino por la habitación.

No hay fotografías de Argus. En su armario la ropa es escasa. Probablemente porque trabaja demasiadas horas cuidando de mí.

Nada en esta habitación me da información sobre él o su familia.

La noche anterior menciono que era bastante unido a ellos, pero no explico porque estaba distanciado de ellos.

Quise suponer que fue por la profesión que había elegido ejercer y eso lo mantenía alejado de su familia.

Tal vez no tiene retratos por toda su casa porque está en constante movimiento y no se queda demasiado tiempo en un lugar o simple seguridad para que los enemigos de las personas que protege no encuentren a su familia y les hagan daño.