Capítulo 38

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Emmaline

Pasaron los días y el atentado quedo atrás.

El calendario marcó mi cumpleaños. El 30 de septiembre.

Leandro y yo ofreceríamos una pequeña cena en nuestra casa a las afueras de la ciudad y les anunciaríamos nuestro compromiso.

A pesar de que aún no tenía un anillo en la mano, estaba comprometida con el hombre de mis sueños.

Me sorprendió ver a Luciana ser la acompañante de Andrew cuando entraron por la puerta.

Preguntándome si no era demasiado pronto como para iniciar una relación con Lucy.

Habían pasado pocas semanas desde que el divorcio se hizo público.

Sabía cómo se sentía Andrew respecto a mí.

Me confesó su amor cuando yo le expresé el mío por Leandro.

Pero me emocionó la idea de que Andrew se diera la oportunidad de incluso amar a otra persona.

Con un vestido largo de seda color lila con escote recto y mangas largas y amplias y la tiara de diamantes sobre mi cabeza es como había decidido recibir a mis invitados.

Levanto mi copa con jugo de arando en el fondo simulando que se trata de vino tinto y no desentonar con mis invitados y la golpeo suavemente con el cuchillo de plata llamando la atención de todo en la mesa.

- Primero, quiero agradecerles a todos por estar hoy aquí, celebrando mi vida. Hace años perdí a mi familia. Mi madre, Adele y a mi hermana mayor, Sophie. Saben que mi relación con mi abuelo y mi padre no es la mejor desde tiempo atrás. Pero he ganado una gran familia. Todos ustedes - Levanto la copa en manera de brindis y los demás me imitan.

- Salud por Emmaline - Pronuncian al unísono.

A la mesa se encuentran la madre de Leandro, a su izquierda está sentado Louis y a su derecha la abuela de Luciana. Mientras frente a ellos se encuentran Luciana y Andrew y a su izquierda Pearl. Al otro extremo de la mesa están Amber y a su lado, Rhys.

Y a mi lado está Leandro.

Dirigiéndome una mirada cargada de amor puro.

Como las miradas que me dirige en privado.

Que son solo para mí.

- La cena también tiene un motivo especial esta noche. Emmaline y yo nos comprometimos hace unas semanas - Leandro encuentra mi mano sobre la mesa y le da un leve apretón para después llevársela a los labios y besar el dorso con ternura.

- La boda se celebrará después del nacimiento del bebé - Aclaro con una sonrisa.

- Queremos ver el anillo, Ali - La voz la abuela de Lucy llega desde el otro lado de la mesa.

- ¡Abuela! Sé más prudente - Los ojos cafés de Luciana se abren avergonzada por el comentario que ha lanzado su abuela.

- Lamento decepcionarlos. Aun no tenemos un anillo. Todo fue tan pronto que no he conseguido el anillo adecuando para mi mujer - Pronuncia Leandro.

- No soy una mujer exigente, Leandro. -

- Lo sé, pero quiero que mi mujer tenga lo mejor y eso empieza desde el anillo que llevaras por el resto de tu vida en tu mano en símbolo de nuestra unión. -

- Seré feliz con el anillo que elijas para mí, Leandro. -

- Elegiré el que represente tu esencia y tu presencia, principessa. -

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