Capítulo 39

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Leandro

Todo desapareció a mi alrededor. No sabía cómo había podido seguir respirando después de escuchar a Brett, el secretario privado de Emmaline diciéndome que ella había muerto en un accidente durante su viaje a Irlanda.

Me destrozó.

Mi mujer jamás volvería a mi lado.

Se había ido para siempre.

La única mujer que había amado con cada fibra de mi corazón había muerto.

Los países que ella reinaba y el mundo estaba de luto por la soberana del Reino Unido.

Pero yo ya no era nada sin ella.

Estaba enojado con el maldito hijo de puta que me la había arrebatado.

Estaba furioso con todo el mundo porque su muerte no sería relevante porque su sucesor tomaría el título de rey.

Nadie lloraría su muerte por mucho tiempo.

Ya tenían a su reemplazo.

No soportaría ver el rostro de Leonardo.

Él era el culpable de que todos se olvidaran de Emmaline.

- Señor, su hijo quiere verlo. -

- Yo no quiero verlo - Espeto furioso.

- Señor, es su hijo. Acaba de perder a su madre. Es un niño pequeño que no entiende lo que está sucediendo. -

- Él no entiende lo que me está sucediendo. Dije que no quiero verlo, Louis, Vete y llévatelo contigo. -

- Pero, señor ... -

- ¡Que te largues! -

- ¿Papá? - Su voz llega a mis oídos.

Giro el rostro encontrándome al niño de cabellos negros como el carbón y rizado idéntico a mí.

Que por un momento pienso que me veo a mí mismo cuando era pequeño.

No había nada de Emmaline en él.

Sus ojos idénticos a los míos mirándome con tristeza.

- Vete, no quiero verte. Tú me arrebataste a mi esposa - Camino peligrosamente hacia él - Tu eres el motivo de mi infelicidad. Tu no merecías su amor. Ese amor me perteneció a mí - No me limito y el pequeño cuerpo del niño vuela por algunos metros lejos de mí.

- ¡Señor! ¡¿Pero qué está haciendo?! - Louis grita escandalizado por como he tomado a mi hijo.

El llanto de Leonardo aturde mis pensamientos y solo hace que mi enfado crezca más provocándome una jaqueca.

- ¿Por qué está haciendo esto, señor? La señora Emmaline no estaría feliz al saber que se está comportando como un imbécil con su hijo - Louis estrecha contra su cuerpo a Leonardo.

- Todo el mundo te llama alteza. Se olvidan del dolor que yo siento. Era mi esposa. Mi reina. Nunca vuelvas a llamarme papá. Lo único que recibirás de mí es odio y desprecio. -

Salgo de la oficina sin mirar hacia atrás dirigiéndome a la habitación que compartí con mi esposa.

Me tumbo en la inmensa y solitaria cama que aun huele a su perfume.

Todo estaba tal y como lo había dejado Emmaline antes de marcharse por la mañana.

Sin saber que ella nunca va a volver.

Cierro los ojos por algunos minutos.

El colchón se hunde.

Debe tratarse de Leonardo.

Oscuro SecretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora