|||Nuestra historia|||Shinso X Kaminari [Flufftober]

4. Beso indirecto

Después de su último regaño por llegar empapados a los dormitorios, sus encuentros para entrenar juntos fueron limitados pero, por fortuna, no los cancelaron y podían seguir encontrándose aunque, a palabras de Kaminari, Shinso sabía que buscarían un pretexto para continuar viéndose pero era bueno tener el permiso de los profesores para eso. Entre menos problemas provoque su amistad, mejor.

De alguna manera, entrenar entre ellos dos era muy distinto a hacerlo con los profesores o sus otros compañeros. No era más fácil, pues habían aprendido a no subestimar la fuerza del otro ni darle oportunidad de atacar sus debilidades, eran enemigos formidables y como compañeros se complementaban a la perfección.

Este día en especial, era caluroso y la práctica había sido agobiante para ambas partes y, después de un par de horas, estaban un tanto magullados, por lo que decidieron tomar un descanso; sentados en el suelo, agitados por la actividad física y jadeando para recuperar el aliento.

Esa imagen fue suficiente para distraer al rubio, provocando que se sintiera demasiado sediento. Tomó su agua, bebió casi la mitad del líquido de un trago y vió a Shinso buscando algo a su alrededor, sin moverse demasiado por el cansancio, provocándole curiosidad.

—¿Qué ocurre?

—No encuentro mi botella, voy a comprar agua, ahora vuelvo. —Con pesar por el esfuerzo, el más alto se disponía a irse cuando Kaminari lo tomó del brazo, deteniéndolo con pereza.

—Toma de mi botella, en cuanto descansemos un poco puedes ir a comprar más.

Al beber de la misma boquilla, Shinso sabía que sería lo mismo que un beso indirecto pero tal vez sólo él creía esa tontería, el de ojos dorados no pensaría de esa manera y quizá parecía un tonto mirando la botella, aún así lo pensó un par de segundos mas y la tomó para beber con alivio.

—Qué lindo, nuestro primer beso... Indirecto. —Ante el comentario del rubio, el otro casi escupe y se ahoga por la sorpresa.

Cuando pudo recuperar el aliento, contestó un poco a la defensiva, evitando la mirada alegre del otro.

—No es un beso.

—Claro que sí, seguramente tú pensaste lo mismo. Tienes cara de haber pensado lo mismo.

Sin decir más, Hitoshi le devolvió la botella, un poco sonrojado aunque podría atribuirlo a que casi se ahogaba y no a que Denki tenía razón.

El peliazul quería que el otro dejara de hacer este tipo de comentarios, de estar tan presente en su cabeza y, a la vez, le parecía cada vez más difícil imaginarse su futuro solo, al menos sin él. De seguro el profesor Aizawa se decepcionará si se da cuenta que ignoraba sus consejos.

—¿Shinso? ¿Estaría mal si yo quisiera que fuera un beso indirecto?

—No lo sé... Es mejor que regresemos. —Con un suspiro resignado, el de la clase A bebió el resto del agua y siguió al más alto.

Al menos tenía el consuelo de que la respuesta no había sido no.

Kaminari sabía que estaba conquistando a Shinso, una batalla a la vez, ya se habían acercado a pesar de que él dijo que no quería tener amigos y sentía que no rechazaba sus intentos de coqueteo. Denki no era muy paciente pero, por él, se tomaría su tiempo porque, por primera vez, sentía que realmente quería a alguien de esta manera dulce e intensa.

¿Se darían cuenta que cada momento juntos, hacía que ambos se enamoren aún más, sin que el contrario lo sepa?