|||Nuestra historia|||Shinso X Kaminari [Flufftober]

21. Pelea y disculpa

Denki estaba feliz.

Su novio había sido aceptado en la misma agencia de héroes que él y, aunque habían decidido vivir en lugares separados, seguían viéndose casi tanto como antes.

No lo habían dicho abiertamente pero era evidente que eran pareja y sus compañeros lo tomaban de buena manera, al grado de que muchas veces eran emparejados para patrullar pero esta vez no había sido el caso y las cosas se distorsionaron un poco.

Los peores robos eran los hechos por pandillas bien organizadas. En un momento así, era de esperarse que los héroes también optarán por una estrategia táctica antes que la fuerza bruta y ya que Hitoshi estaba en medio de este problema, era más que ideal.

Denki siempre había sido el impulsivo, el que se metía en problemas que parecían desfavorecerle, ser un distractor que llevará a la victoria, pero que fuera Shinso el que estaba en esta situación lo sacaba por completo de balance.

Cuando pidieron refuerzos por un atraco en el banco, cerca de la zona donde patrullaba su novio, no perdió el tiempo para ir para allá pero, al llegar, casi corría hacia él sin pensar pero fue detenido por un Superior al tiempo que el peliazul era atrapado aunque, en unos segundos los villanos eran sometidos por sus compañeros.

La gente solía ver al de Particularidad de "Lavacerebros" como el factor más peligroso y, de alguna manera, tenían razón pero no era sólo por su Particularidad, sino porque el miedo y la confusión que provocaba en sus enemigos ayuda a distraer su atención, por eso era perfecto como carnada.

Al reunirse de nuevo, Kaminari no llegó con su radiante y común sonrisa al encontrarse con su novio, sólo lo miraba completamente molesto, algo que se incrementó al ver el par de moretones que cubrían su rostro.

—No puedo creer que hicieras algo tan tonto e irresponsable.

—No pasó nada y atraparon a los ladrones. —El hecho de que el peliazul le quitara importancia al asunto, empeoraba la molestia del rubio.

—Estás herido, eso es algo.

—Estás exagerando esta situación. ¡Si fuera otra persona no te pondrías tan histérico! —El peliazul se estaba exaltando por la actitud sobreprotectora del otro.

—¿Histérico? Me estás hablando feito y yo solo estoy preocupado por ti.

—Puedo hacer las cosas perfectamente solo, no necesito que estés cuidando de mí.

—Perfecto, no voy a cuidar de ti.

Con eso, la discusión parecía cerrada y los espectadores estaban con la boca abierta. Ambos eran demasiado profesionales para permitir que esa pelea interfiriera con su trabajo así que continuaron el día como su nada hubiera pasado pero sus compañeros sentían la tensión de que la pareja estuviera en ese estado.

Al terminar su turno, partieron sin despedirse entre ellos, aún con el enfado en su interior y, aunque tenían la costumbre de ir al departamento del otro, esta vez no sería así.

Las noches solos eran estúpidamente largas, frías e incómodas y por fin se dieron cuenta de que realmente no se imaginaron que se separarian y menos por algo tan absurdo.

En el tercer día desde su pelea y aunque podían seguir con su trabajo, el estado anímico de ambos decaía por estar en esta situación que no cambiaba.

Shinso harto de seguir así, se disculparía con Kaminari. No tenía razón para hacerlo, se sentía idiota porque él no estaba mal y le dolía que el rubio lo subestimara de esa manera pero quería verlo; sabía que lo que le había detenido hasta ahora de ir con él era el orgullo y se dirigió al departamento de Denki a pesar de lo tarde que era, si dejaba pasar más tiempo, perdería el valor para hacerlo.

El más alto estaba a punto de tocar la puerta del departamento, a pesar de tener llaves de la misma, inseguro de cómo sería recibido; cuando la puerta se abrió, topándose de frente con un rubio que se sorprendió al verlo.

—Hola... ¿Vas de salida? —Estúpida pregunta, era obvio que iba a salir. Pasar tiempo con Denki le estaba pasando factura al otro.

—Hola. Yo... Sí. De hecho iba a verte. —El rubio parecía inseguro, algo que pocas veces dejaba ver, incluso a él y un cálido confort recorrió al de ojos oscuros, no era el único que la había pasado mal.

—¿Puedo pasar? Quisiera decirte algo.

—¡Sí! ¡No! Espera... Tengo un desastre adentro y... —Kaminari se sonrojó por la sugerencia del otro.

—Si es un mal momento, tal vez deba irme.

—¡No! No te vayas por favor. —Lo tomó de la mano para impedirle partir, haciéndolo entrar en su hogar.

Al pasar, Hitoshi vió fotos y regalos de ellos esparcidos por la sala, en un nido listo para llenarse de nostalgia y eso era lo que avergonzaba a Kaminari, por eso no quería que el entrará. Aún así, no hizo ningún comentario al respecto y fue directo al punto.

—No me porté muy bien contigo... Estabas preocupado y yo muy alterado... —El rubio le impidió que siguiera disculpándose.

—Tal vez yo tambien exageré pero... Tú eres mi corazón y nunca había tenido tanto miedo de perder a alguien como a ti. Pensé que ya había aprendido a vivir con esa idea pero no es así.

Eso hizo que un malestar se instalara en su interior.

—No necesitas preocuparte así. —Dicho esto, Shinso besó la frente del contrario. Visto de otra manera, era halagador que intentara protegerlo aunque, con su trabajo, parecía algo complicado.

—Tampoco es necesario que te ame tanto y lo hago. Siempre lo haré cuando se trata de ti. Te extrañé... Te extrañé tanto que si no me perdonabas iba a morir.

Denki no era frágil en ningún aspecto pero siempre existía una razón para tener miedo, ser irracional y seguir adelante.

—También te extrañé. Odié volver a casa sin ti. —El rubio al escuchar esto, lo arrastró hasta su habitación, besándole con gusto y necesidad, suspirando a cada caricia.

Se decían lo mucho que se amaban, lo importante que eran el uno para el otro, lo arrepentidos que estaban por su actitud y pensaban demostrarlo.

Maldita sea, no sería la única vez que pelearán pero tenían la intención de siempre reconciliarse.