|||Nuestra historia|||Shinso X Kaminari [Flufftober]

6. Cartas de amor

Jiro era una de las chicas más increíbles que Denki conocía. Si el cariño que sentía por ella no fuera tan parecido al que sentiría por una hermanita, definitivamente podría enamorarse de ella.

Sin embargo, su relación era unida y hermosa por distintas razones y, una manera de comprobarlo, es que la chica le sugirió la forma perfecta de demostrar lo que sentía y él no podía esperar para comprobar si "la música siempre llega al corazón".

Justo al terminar sus clases, Kaminari no perdió tiempo para confirmar la asistencia de su platónico amor —con suerte, lo de platónico no sería para siempre— y mandó un mensaje, a medio pasillo, ignorando las burlas de sus compañeros.

"¿Nos veremos esta tarde? Quiero mostrarte algo"

"¿Por qué me mandas un mensaje? Pronto nos veremos"

"Es más romántico de esta manera, ¿si te molesta por qué me contestas igual? XO". Un suave sonrojo invadió el rostro de Shinso al leer el último mensaje en su celular.

"Curiosidad"

Esos pequeños mensajes eran muy apreciados para ellos por muy absurdo que pareciera, algo simple les ayudaba a conectarse pero el rubio quería, necesitaba, intentar un poco más pero que tampoco fuera muy exagerado, sólo esperaba que esta idea funcionara.

Al encontrarse, Shinso estaba más que intrigado por la cuestión que requería su presencia de manera tan urgente, al menos Kaminari no parecía herido o con un asunto de vida o muerte entre sus manos, por lo que seguía sin comprender qué quería mostrarle.

—¿Por qué tanta insistencia en vernos?

—Me gusta verte. —Sin embargo, esa frase no impresionó mucho al contrario y Denki continuó con lo que los tenía ahí— Yo t- intenté escribir una canción y quería saber tu opinión.

Tratando de no arrepentirse, el rubio le entregó una hoja garabateada a mano, con frases rehechas varias veces. Hitoshi tomó el trozo de papel de forma casi reverencial, tanto por lo importante que parecía ser para el otro como por el hecho de que daba la impresión que, si hacía un movimiento brusco, la canción se desharia antes de que él supiera lo que decía.

"Haces que mi corazón se agite
No necesitas más que mirarme
Para nublar totalmente mi mente

Sólo tú podrías salvarme

Tal vez parezco un tonto
Pero me he enamorado
¿Cómo hago que te des cuenta?

Que ni un millón de voltios nos alejarán

Cada roce entre nosotros es electricidad
Deseo que el trueno llegue a tu corazón"

En este momento, Hitoshi entendió que, todo lo que Kaminari le decía era especial pero no se comparaba con esas pequeñas frases que intentaban formar una canción.

Esto no tenía que ser para alguien en específico, pero se sentía muy personal, ¿estaba bien que él la viera y opinara sobre las emociones de otras personas? Debía encontrar las palabras correctas para expresar lo que le parecía.

—Es muy lindo... No sabía que escribieras canciones.

—No lo hago pero hay algo que quiero decir y Jiro me dijo que esta sería una buena manera de hacerle llegar mis sentimientos a la persona que quería. —La ligera consternación de Shinso no tuvo tiempo de formarse, por la rápida aclaración del otro — ¿te llegó algo?

¿Algo? Él necesitaría una oda para poder describir la felicidad que le provocaron sus palabras y volvió a leer la hoja entre sus manos, esta vez saboreandolas con lentitud y placer al saber que eran exclusivamente para él. Tomándose su tiempo mientras sonreía.

—No sé mucho de música y creo que tú tampoco pero...

El brillo en su mirada valía las horas que se quedó pensando en las frases correctas, en lo que debía decir y esa ligera preocupación de no ser bien recibido o ser suficiente: es extraño ver que el amor podría volver inseguro hasta a alguien como él.

—Creo que eres mejor para los regalos que yo. —Finalizó el peliazul con deleite.

—Bueno ya que te gustó, puedo transcribirla.

—No hace falta, prefiero conservar el original.

"Porque ahí se nota tu esfuerzo". Pero él chico no lo dijo, no necesitaba elevar más un ego que parecía llegar a las nubes en este momento por su reacción y la manera tan cuidadosa en la que resguardaba el pedazo de papel.

Esa canción llena de cariño, sus mensajes de texto innecesarios y todas sus palabras de ánimo del rubio, se conservarán en el corazón del contrario como las más bellas cartas de amor.