|||Nuestra historia|||Shinso X Kaminari [Flufftober]

25. Futuro

Jiro llevaba un par de horas molesta, encerrada y espantando a todos sus amigos para que no se acercaran a ella.

¿La razón? Su mejor amigo se iba a casar y no podía parar de llorar de la emoción pero no quería que nadie la viera así. Además seguía disgustada con que Kirishima era el padrino de Kaminari porque, supuestamente, él lo había pedido desde hace años. Lo cual le parecía ridículo porque, que ella supiera, no llevaban tanto tiempo comprometidos pero el rubio había confirmado esta información.

Pensó que sólo sería una invitada, a pesar de la ilusión que le causaba participar activamente en la organización de la boda. Sin embargo, los novios la sorprendieron con sus peticiones para ese día.

El primero fue Shinso, tan organizado y consciente del tiempo que, ya que era lógico que, si la necesitaban para la ceremonia, se lo dijera con tiempo.

Sinceramente, la chica de corto cabello oscuro se extrañó cuando el de ojos púrpuras fue solo a hablar con ella.

—Quisiera pedirte un favor. —La chica lo miró con curiosidad, podría decirse que ya eran amigos, ¡rayos! Estaban a punto de ser prácticamente familia pero nunca le había pedido nada y eso la intrigaba.

—¡Claro! Lo que sea...

—Cuando estábamos en la escuela, recuerdo que tú cantaste en un festival y lo hiciste increíble, por eso el día de la boda me gustaría...

Kyouka no podía creer que le estaba pidiendo personalmente que se encargará de la música de la boda o, al menos, que cantara algo para ellos pero eso no sería todo.

—¡Acepto!

—Que te encargaras de toda la música del día de la boda. —El chico terminó de hablar con una expresión suave para hacer el comentario que más sorprendió a la otra— Por cierto, Jiro, sé que querías ser madrina ese día, en serio lo siento mucho pero va a ser muy importante para nosotros que estés ahí. —Para finalizar la impresión de la más baja, Hitoshi le dió un beso en la mejilla.

Un par de días antes de la boda, Denki le hizo su propia petición: Que ella fuera su testigo en el acta de matrimonio.

Por fin llegó el gran día. 30 de junio. Cuando la pareja cumplía 24 años.

La ceremonia fue hecha al aire libre, todo organizado por muchos de sus amigos que se empeñaron en ser parte activa de esto, ya que realmente se sentían cercanos a lo que vivió esta pareja.

Los padrinos, Izuku Midoriya y Eijirou Kirishima, iban muy elegantes, acompañando a los novios mientras saludaban a sus invitados, algunos que frecuentaban más que otros pero todos eran bienvenidos.

Toda la clase A por completo estaba invitada y algunos de otras clases como Neito Monoma, también están ahí. Entre los invitados mayores estaban Yagi Toshinori, Shota Aizawa y Taishiro Toyomitsu, mejor conocido como Fat Gum, acompañando a Kirishima. También se encontraban sus compañeros de trabajo, la —ya no tan pequeña— Eri e incluso Kota, el chico que era algo así como "el protegido" de Deku y Bakugo.

Se suponía que era una boda privada, ya que eran héroes conocidos y aunque, la gente supiera que no eran héroes en conjunto, los trataban como tal. Saber de su matrimonio sólo incrementaría esa creencia popular pero, aún así, contaban con una gran audiencia, lo que mostraba que tenían muchas personas que los querían y apoyaban su unión.

Al mediodía, la ceremonia comenzó. Los novios usaban trajes negros del mismo corte pero, mientras Hitoshi usaba una flor amarilla en la solapa, Denki usaba una flor azul, era más que claro lo que representaban.

El director Nezu, el cual para sorpresa de muchos, contaba con la facultad legal para oficiar una boda, fue el encargado de la ceremonia. De manera dulce pero concisa, el inteligente animal habló sobre el amor y la conexión de dos personas que se querían para, finalmente, dejar que ellos expresarán sus sentimientos frente a todos porque, sus palabras, valían más que lo que él tuviera que decir.

En un movimiento, se acercó Mineta que es el que llevaba los anillos, orgulloso del papel que le habían asignado.

El primero en hablar fue el chico de ojos oscuros, mientras colocaba la banda de plata en el dedo del contrario.

—Denki, sólo puedo agradecerte que tú me enseñaste a amar con esa intensidad de los amores que te arrancan la individualidad... Ya no son tus alegrías, mis triunfos, tus dolores o mis problemas. Todo se dice "nuestro" y es una sensación increíble, desconcertante y confusa pero que, ciertamente, te da una fuerza y seguridad que no encuentras en otro lado. Quiero que todos los presentes sean testigos de que estaré contigo para vivir nuestro amor para siempre.

El siguiente en hablar fue el rubio, con la voz un tanto contenida.

—Sinceramente, no creí que llegaría tan lejos contigo...

—¡Aún te puedes echar para atrás, compañero! —El comentario de Mina creó una risa general entre los presentes pero, aún así, Momo que estaba sentada a un lado de ella, apareció una cinta adhesiva y selló los labios de su amiga, provocando una carcajada en Jiro que observaba todo esto desde el lugar de los músicos.

—Gracias, Momo. No quiero que le dé ideas a mi Rayito en este momento. —Para sorpresa de la mayoría, fue Shinso el que replicó las palabras de la chica lanza ácido mientras una mano acariciaba la marca distintiva en el cabello del otro.

La sonrisa sarcástica en el rostro del peliazul hizo que Kaminari sonriera con una felicidad brillante y hermosa que lo hacía uno de los hombres más guapos del universo para los presentes y, casi saltando de la emoción, como si hubiera recibido una carga de cafeína recién inyectada en la sangre, Denki continuó con sus palabras.

—Pero creía que, aunque no llegara lejos contigo, quería tener todo lo posible de ti, motivarte y acompañarte hasta que cumplieras tu sueño de ser un héroe pero cada vez quería más... Y todo lo que quería darte, al final tú me lo diste a mí. Yo... Te amo demasiado.

Las manos de Denki temblaban de forma suave pero era imperceptible porque eran cubiertas y firmemente sostenidas por su futuro esposo y tuvo que calmarse para poder poner el anillo en su lugar.

Los sentimientos eran tan evidentes que invadían el espacio y los corazones de los invitados, arrancándoles lágrimas de emoción porque sabían la sinceridad de esto porque lo habían demostrado a lo largo de los años y esto no era más que una confirmación de ello.

Ambos firmaron el papel que los unía legalmente y el pequeño juez blanco dió la última indicación que haría esto oficial.

—Que se acerquen los testigos para firmar.

En ese instante, se acercó la elegante Jiro, saltando los instrumentos para irse al frente, siendo ayudada por Monoma, que se dirigía al mismo sitio.

—¿Tú eres el otro testigo?

—Es mi manera de apoyar a Shinso... Aunque esté entre todos ustedes. —A pesar del comentario apático del rubio de ojos grises, su expresión delataba que en realidad, esa rivalidad estudiantil había quedado atrás, ahora celebraban junto a sus colegas y amigos, otra victoria a la vida.

Luego de las firmas, los novios pudieron darse su primer beso como esposos. Verlos era un contraste de dos personas muy distintas pero que habían coincidido y, contra todo pronóstico, siguieron juntos y eso sólo podía de llenar de esperanza a todos de que un amor así era posible.

Jiro miró a su alrededor las parejas que se formaron a lo largo de los años, las que seguían y las nuevas que se habían formado... Incluso pensó en aquellas que nunca se fueron una oportunidad y, al pensar en esto, notó que Momo la miraba y, al encontrarse sus ojos ambas terminaron con las mejillas sonrojadas.

Malditas bodas, realmente te ponían sensible y daban esperanza de que el futuro sería mucho más brillante pero... Mientras ella decidía sobre su propio mañana, celebraría por el camino que estaban creando sus amigos.