14. Peinarse el cabello

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No debería sentirse tan bien que alguien más te toque el cabello pero en realidad era un calmante natural y más cuando esa persona, en general, podía remover tus emociones hasta con el más mínimo detalle.

Después de la cena, los chicos se tomaron un tiempo para estar separados por pequeños grupos, ya que al final se reunirían para dormir juntos en dos habitaciones, una para los hombres y otra para las mujeres.

En un rincón, Shinso y Kaminari habían tomado un baño —por separado— antes de ir a dormir, por lo que ahora, el rubio se secaba el cabello mientras intentaba hablar con el de ojos oscuros, lo cual era sumamente difícil.

En cambio, para Hitoshi era curioso ver al otro usar la secadora usándose a sí mismo como corriente de energía y a la vez, hablando a medias; lucía hermoso, adorable y atractivo. Lo que le incitó a hacer una petición igual de peculiar.

—¿Puedo peinarte el cabello?

Ante la extraña petición, el rubio detuvo lo que hacía con una sonrisa y le entregó el cepillo al otro pero, antes de soltarlo, él también hizo su pedido.

—Pero con la condición de que yo pueda hacer lo mismo por ti.

—De acuerdo.

Ambos pensaron que esto no era la gran cosa. Ese pensamiento estaba equivocado.

Los dedos de Shinso recorriendo las hebras doradas, suaves y delgadas, se manejaban con rebeldía y el cepillo con el que se ayudaba no hacía más que incrementar la sensación tranquilidad.

Por su parte, a Kaminari los escalofríos le invadian al contacto que iba desde su cuero cabelludo y bajaba hasta la punta de estos y el único ruido que los rodeaba era el de la secadora y los murmullos de las conversaciones más alejadas pero no necesitaban nada más, provocando que Denki suspirara con los ojos cerrados.

Después de unos minutos, cuando el cabello del más más bajo estaba seco y únicamente eran las yemas del contrario masajeandole la cabeza con cariño, Kaminari creyó que ya era suficiente o se quedaría dormido en las manos de su novio.

—Para ya. Yo también quiero peinarte. —El rubio se apartó, mostrando un puchero involuntario al otro, que le volvía irresistible aceptar cualquier cosa.

—Sí, sí. Está bien.

No pasó mucho para que intercambiaran lugares.

No hacían nada extraño pero aún así se sentía demasiado íntimo, al tocar lugares tan expuestos pero a los que nadie más tenía acceso. Acercándose por el puro placer de compartir las cosas cotidianas, sin negar que había amor en cada una de ellas.

Había lentitud en los movimientos de Denki, jugando con la manera y el estilo en ese esponjoso cabello que tantas veces había tocado en medio de un beso. Indudablemente, el rubio era más travieso y lo reflejaba bien en la forma que metía sus dedos sobre el cabello del contrario y se inclinaba para pegarse a él, olfateando la piel del peliazul.

—Me gusta el aroma del jabón en ti. —Inexplicablemente, Shinso se sonrojó por aquel comentario y la sensación de la nariz sobre su nuca.

—A mí también me gusta todo de ti. —Contestó un poco inquieto el chico por la repentina caricia, decidiendo alejarse del de ojos dorados.

El rubio estaba a punto de reclamar por la innecesaria distancia pero distinguió que el de ojos oscuros los acomodaba a ambos, así Hitoshi sentó a su novio recargado en la pared y quedó recostado sobre su regazo, cerrando los ojos para disfrutar de su atención sin volver a ser "atacado" de aquella manera.

—¿Por qué de repente?

—De esta forma, mantengo vigilado de lo que haces con tus manos y tu boca.

—¿Ah sí? —Tomándolo como reto personal, sin darle tiempo al contrario de hablar, Kaminari se inclinó, besando ligeramente al contrario, que terminó levantándose para alcanzarlo bien, prácticamente acorralandolo a la vista de todos pero a la pareja no podía importarle menos.

Sus corazones bailaban, las manos les cosquilleaban y eran felices porque el resto del mundo parecía desaparecer si podían seguir así, como si no tuvieran nada de qué preocuparse en el mundo.

Se besaron suavemente, despeinando con meticulosidad el cabello que durante un buen rato habían peinado hasta que, con burla de sus amigos por no despegarse, llegó la hora de irse a dormir.

|||Nuestra historia|||Shinso X Kaminari [Flufftober]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora