|||Nuestra historia|||Shinso X Kaminari [Flufftober]

19. Compartiendo pasatiempos

Todos amaban la idea de ser héroes en el futuro y gran parte de su tiempo lo invertían en cumplir ese sueño pero no les impedía tener sus propios pasatiempos.

Gracias a su adoración por las tendencias actuales y siempre querer mostrarse como alguien genial no era tan sorprendente saber que el rubio con Particularidad eléctrica adora sacar fotografías; presumir lo que tiene a su alcance y su novio no era la excepción, aunque él no siempre estuviera de acuerdo con ser fotografiado.

Aunque para esto tenían un trato: fotografías por bicicleta.

A comparación de su acelerado y enérgico novio, Shinso prefería actividades más tranquilas y no tan llamativas para nivelar con sus aceleradas prácticas y despejar su mente, por eso le gustaba pasear en bicicleta, disfrutando de la calma del aire libre pero, como un modo irónico de remarcar sus diferentes personalidades, Denki no sabía andar en bicicleta.

Entonces se dedicaban un par de días de descanso para que el rubio tomara sus clases particulares y pudiera acompañar a su novio a estos paseos pero, ya que era una actividad que quería Hitoshi y el otro no, parecía justo que obtuviera algo a cambio. Por eso, debido a que Kaminari siempre insistía en desear que el de Particularidad de "Lavacerebros" le dejara subir fotos de él, esta era una excelente oportunidad llegar a un acuerdo.

Pasaron unas semanas y por fin el rubio no se caía o estrellaba al subirse a la bicicleta. Siendo sinceros, había aprendido rápido ya que era alguien constante y obstinado cuando se proponía a cumplir algo y esto, al ser por Shinso, le daba puntos extra.

En uno de aquellos días en los que ya podían pasear tranquilamente, por una pequeña arboleda, los chicos optaron por un recorrido matutino pero después de un rato tuvieron que detenerse a descansar.

Como el sitio no estaba realmente abandonado, no fue extraño que un gato callejero negro pasara por ahí pero dicho animal se detuvo de la carrera que hacía, llegó hasta ellos y se restregó en la pierna del más alto; el cual lo tomó de inmediato en sus brazos y lo puso sobre sus piernas.

—Creo que le gustas a ese gato. —Se burló el rubio al darse cuenta de que el felino exigía mimos del peliazul.

—Mmmm, estoy de acuerdo, esto es un amor a primera vista. —Hitoshi no despegó su vista del animal a la vez que lo acariciaba.

—¡Hey, sigo aquí! No quiero ser cambiado por un gato.

—Muy tarde, los gatos llegaron primero a mi vida.

—Hijo de Aizawa tenías que ser.

A pesar del berrinche que pretendía hacer, Denki supo que era su oportunidad de fotografiar al otro y si la imagen era publicada, su novio no podía regañarlo por eso; era parte de su trato y el mundo tenía derecho a apreciar lo hermoso y perfecto que era Hitoshi Shinso.

Las fotos más bellas que había logrado capturar Kaminari eran donde aparecía con gatos. Shinso miraba con tanto amor a los felinos que el rubio hasta les tenía envidia y él se colaba en la escena.

El de ojos dorados se entretuvo un rato con la cámara de su celular y el momento frente a él. Después de obtener su dulce material, se dirigió a donde estaba el peliazul para quitarle al animal de las manos y sentarse en su regazo, ocupando el lugar del gato con total descaro pero Shinso no objetó esto, al contrario, comenzó a acariciar la mejilla de Denki y el brillo en su mirada no hacía más que incrementar.

—No entiendo porqué los gatitos son tan caprichosos... Quizá porque a la gente nos gusta consentirlos. —Comentó Hitoshi, como si hablara en voz alta, observando la indignación ajena.

—¿Estás diciendo que soy igual a un gato? —Su sonrisa le dijo la respuesta.— ¡Genial! No tienes pretexto para cambiarme por uno.

—Tampoco pretendo hacerlo.

El de ojos oscuros echó un vistazo rápido a su alrededor, comprobando que no había nadie y aprovechó para besar a su caprichoso novio tiernamente, besos cortos y suaves a la vez que jugueteaban con sus manos hasta que sintieron un flash sobre ellos.

Inesperadamente, Todoroki que iba junto a Iida es el que les había tomado la fotografía y los saludó con la mano antes de continuar su camino junto al de lentes. Pocos segundos después, el celular de Kaminari sonó, le había llegado una imagen enviada por el de dos Particularidades.

Era la foto recién tomada. La verdad era bella fotografía de ellos abrazados, las bicicletas a un lado y los árboles rodeandolos; el rubio no dudó en publicarla y agradecer a su compañero por ella.

Esa publicación fue la más notada, ya que unos dieron acusaciones de exceso de empalagosidad y otros tantos apoyaban su dulzura. Últimamente, todos estaban más susceptibles con los momentos emocionales pero estaba bien.

A final de cuentas, la escuela estaba por terminar y los amores adolescentes no duran para siempre, algunos cambian, maduran, se reemplazan o mueren.