|||Nuestra historia|||Shinso X Kaminari [Flufftober]

12. Anillos de promesa

Shinso por primera vez, desde que decidiera que se volvería un héroe, estaba completamente seguro de que quería algo en su vida o, mejor dicho a alguien, un chico rubio llamado Denki Kaminari.

Los días que siguieron después de ese primer beso, tenían un tinte distinto, incluso la forma en la que veía a la gente y la gente lo veía a él, con curiosidad o sorpresa por estar involucrado con un chico que parecía ser todo lo contrario a él.

En un principio, incluso el profesor Aizawa lo miraba fijamente durante sus entrenamientos y, aunque el chico estaba seguro que el mayor en cualquier momento le preguntaría sobre eso, hasta ahora no había sido el caso.

Sin embargo, nada de eso importaba cuando veía al resplandeciente rubio que le encantaba dar vueltas a su alrededor, detenerlo a medio camino para robarle un beso, aún en medio de todos sus compañeros.

Por su lado, Denki irradiaba una felicidad casi radioactiva que lanzaba ligeros e inofensivos truenos que asustaban a la gente a su alrededor cuando se quedaba perdido en sus pensamientos y estos se centraban en su nuevo novio.

"Nuevo novio". Ese título era tan increíble, aunque se lo debiera a Mineta, el cual aún tenía ligeros moretones y partes chamuscadas de una muy merecida paliza dada por el rubio, al día siguiente de año nuevo porque, aunque tuviera un buen resultado para él, Minoru no tenía ningún derecho de emborrachar a su invitado. El más bajo aprendió a la mala a no meterse con los hombres de sus compañeros (por suerte nunca habló mal de Bakugo frente a Midoriya).

Entonces Kaminari buscaba hacer feliz a Shinso de todas las maneras posibles, empezando con un sencillo regalo, de esos espontáneos que sólo ocurren porque se quiere ver una sonrisa en su ser querido, ¿quien imaginaría que estaría tan ilusionado con su primer amor?

Esa tarde quería entregarle algo muy especial y se vieron fuera de la escuela.

-Chinso, corazón... -El mencionado hizo una mueca que intentaba esconder el bochorno que aún le ocasionaba ser llamado así, sin importar que estaban a solas, era vergonzoso lo cursi que sonaba pero no le molestaba del todo, por lo que dejó al otro continuar- Tengo un regalo a corto plazo y otro a un corto plazo más largo para ti.

-¿Qué? Eso no tiene mucho sentido. -Una sonrisa ladeada y divertida acompañaba al comentario- Sería a mediano plazo, ¿no?

El rubio tardó unos instantes en asimilar lo que le había dicho, reflexionando sobre eso hasta que por fin pudo comprenderlo y, como reiniciando funciones, reaccionó en seguida.

-¡Exacto! Realmente eres increíble. Sabes lo que quiero decir mejor que yo.

-No realmente.

Kaminari, consciente de las emociones que provocaba en el contrario, amaba hacer comentarios así. Sin embargo, estaba tan emocionado que no pospuso más el momento para mostrar uno de sus regalos: Un pequeño anillo de dulce.

Hitoshi miró con incredulidad y ternura este objeto, sonriendo al tomarlo.

-Imagino que este es el de "corto plazo", los dulces no duran tanto. -El chico de ojos dorados parecía impresionado por lo acertado que era, aunque fuera simple lógica, no dejaba de sorprenderse por lo inteligente que era.

-Sí, es bueno tener anillos de pareja. Es divertido, ¿no? -Diciendo esto, el más bajo, mostró en su mano derecha un dulce igual que ya comenzaba a comer.

-Yo guardaré el mío para después... ¿cuál es el otro regalo? -Denki se mordió los labios, feliz por la impaciencia de Hitoshi y se puso en su modo más ceremonial posible.

-¿Me prestas tu mano izquierda? -Sin saber para qué ese requisito, el peliazul estiró su mano y, curiosamente, el otro sacó un pequeño cable de alambre color arena brillante para ponerlo en su dedo anular, apretando con unas pequeñas y prácticas pinzas que llevaba consigo para que quedara cómodo en su sitio- ¿Te aprieta o lo sientes incómodo?

-No pero...

-¿Y te gusta? -Shinso lo miró por unos instantes que al contrario le parecieron una eternidad.

-Sí, es hermoso pero, ¿porqué?

Al preguntar esto, el otro le mostró otro aro hecho con el mismo material y estilo pero en un tono azul metálico. Eran unos sencillos aros de alambre, trenzados para formar un anillo y dió la explicación de esto.

-Cuando seamos héroes profesionales, estos anillos serán diferentes, más valiosos, porque lo lograremos, juntos.

¿Cómo no se enamoraría de ese chico tan emotivo y expresivo? Si hacía comentarios así, sólo podía responderle con la misma emoción.

-Eres un idiota optimista... Esa es tu mejor cualidad. -Tomó el otro anillo y lo puso en la mano izquierda del rubio para que hiciera juego con el propio.

-Por cierto, Kirishima quiere ser nuestro padrino de bodas.

-Aún no nos estamos casando.

-Sólo te estoy previniendo.

Ante ese impertinente comentario, Kaminari obtuvo la mejor respuesta que pudo esperar: un beso en los labios. En comparación con él, eran menos las veces que Shinso lo buscaba de esa manera y lo adoraba con tanta ternura; que lo hiciera esta vez, saboreando sus labios, erizando cada bello de ambos cuerpos, ocasionando que el rubio se ruborizara y, al separarse, emitir chispas por la cabeza y robándole la capacidad de hablar.

Sinceramente, cuando Toru llegó al chico eléctrico con pedazos de alambre de colores (dándole un susto de muerte de paso) y le dijo que hacerle un anillo a su novio sería una buena idea, estaba un poco escéptico. Además, él quería formar figuras extravagantes para las cuales no tenía paciencia, aparte tendría que improvisar ya que no conocía el tamaño que debía tener y quería que fuera perfecto, aunque se vería un poco ridículo terminando al momento de entrega; pero al ver el resultado, estaba satisfecho.

Más tarde, cuando Denki ya estaba solo, se encontró casi de frente con Neito Monoma y, contrario a lo que solía pasar, se acercó a él, sonriendo con sinceridad.

-¡Hey, Monoma! Mira el hermoso anillo que tengo.

-¿Y eso a mí qué me importa? -El nombrado estaba irritado por ese chico que nunca lo dejaba hablar con el más interesante chico de la clase C.

-Solo quería decirte que hace juego con el que ahora usa Hitoshi Shinso. Era por si no sabías que somos novios... Mejor dicho, PROMETIDOS. -La última palabra la remarcó con sus manos en el aire.

Unos segundos en los que el excéntrico chico de la clase B intentaba reprimir lo que sentía, no le daría el gusto a ese engreído que le había quitado una posibilidad que, sin saber nunca había tenido.

-Ah. -Neito se alejó y, cuando creyó que el otro no lo escuchaba, pudo sacar lo que hervía en su interior- ¡¡MALDITOS DE LA CLASE A!!

Al escuchar el nada discreto grito, Kaminari sonrió, hablando para sí mismo mientras veía el anillo azulado que tanto le hacía pensar en el chico más maravilloso de todos.

-Lo hiciste bien, Denki, lo hiciste bien.

Había sido un día provechoso.