16. Compartiendo cama

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Kaminari sabía que tenía que ser silencioso. Por suerte, las habitaciones estaban cerca y nadie se daría cuenta si lograba ser discreto hasta llegar a donde ya lo esperaba su novio.

No era la primer noche que se encuentran a escondidas y tampoco es algo que únicamente ellos hacían pero seguía siendo un secreto.

Desde que tuvieron que vivir en dormitorios, muchos estudiantes buscaban colarse en habitaciones ajenas y, aunque estaba prohibido, ni siquiera los profesores podían detenerlo; el temperamento de los adolescentes enamorados era mas creativo que el de profesores preocupados por la seguridad de dichos adolescentes.

Al llegar, Kaminari encontró la puerta entreabierta, por lo que no fue necesario tocar para pasar y, justo como supo que pasaría, fue metido con rapidez a la habitación y la puerta fue cerrada tras él. El rubio estaba atrapado entre la madera y el conocido cuerpo pero no podría estar más cómodo si estuviera libre.

—¿Te aseguraste que nadie te vió venir?

—Buenas noches a ti también, amor. —Se movió para darle un beso en los labios al más alto, sintiendo cómo sus labios tiraban hacia arriba en una sonrisa antes de devolver el beso— Nadie me vió.

Con esta respuesta y sin dudar de su palabra, Shinso se llevó a su novio hasta la cama, recostándole para darle un beso a placer por un par de minutos antes de dejarle entrar en las sábanas.

Finalmente, el rubio se recostó de lado, mirando a Hitoshi mientras se ponía junto a él, sabiendo que el tiempo del que disponían era limitado y no podían estar así hasta el día siguiente; si los profesores se enteraban, lo mínimo que pasaría es que serían expulsados. Aunque, sinceramente, el mayor miedo de Kaminari era que creía que Aizawa podría castrarlo si lo encontraba así con su, supuestamente "no hijo", lo que sería una tragedia considerando que aún no le había dado "ese" uso a su amigo como para perderlo por un padre sobreprotector.

Sin embargo, parecían olvidarse de aquél posible castigo al recorrer los pasillos cada noche para poder dormir juntos en alguna de sus habitaciones.

Mientras eso pasaba por su cabeza, Kaminari paseaba sus dedos por el brazo y torso del otro, adicto a su calor corporal y los escalofríos que le provocaba, el cariño que crecía por él al sentirlo tan suyo, amenazaba con salir de su pecho.

—Creo que nos arriesgamos mucho para dormir un par de horas juntos. —La voz de Shinso rompió la oscuridad de la habitación pero no había reproche, sólo información.

—Es tu culpa ser tan cómodo para dormir. —Acusó Denki, escuchando un bufido de burla por parte del contrario, antes de ser envuelto con comodidad en él.

Hitoshi empezó a acariciar el cabello de su novio a la vez que creaba suaves y amplios círculos en su espalda para ayudarlo a dormir, besando con delicadeza su frente, sus mejillas y, finalmente, sus labios en un roce, como si se tratara de una plegaria que debía rezar religiosamente cada noche con devoción.

Sus piernas se entrelazaron y el rubio utiliza primero su brazo como almohada pero a lo largo de la noche se reacomodará, respirando apaciblemente en el pecho del otro y será ese aliento, ese peso extra en su cuerpo, lo que le dará la comodidad al peliazul para dormir.

Después de algunas horas, con los rayos del sol apenas asomándose a lo lejos, ls alarma del celular sonó, despertandolos con susto, pensando que no tenían más que unos minutos de haberse reunido. Durmieron un poco menos de lo que hubieran hecho si no se reunían, quizá si fuera por otra razón su desvelo, estarían muy poco descansados pero este era un sacrificio que valía la pena porque el resto del día lo pasarán tranquilos y con energía.

Denki se levanta con pereza, ayudado por Shinso porque, de otra manera, se reusaria a salir de la cama.

—Te veo al rato. No te vayas a quedar dormido o tendrás problemas con el profesor.

—Mmmhum. —El chico eléctrico parecía responder por inercia pero finalmente caminó rumbo a su habitación.

Entre tropezones y adormilado, el rubio regresó a su habitación y su novio cree que debió utilizar su Particularidad para ordenarle ir directo a dónde debía y no hablar con nadie pero le seguía ocasionando incomodidad meterse en la mente de Denki para algo así. Sólo le quedaba esperar que tuvieran suerte y nadie se cruzara en el camino del más bajo.

Algún día podrían compartir cama, dormir juntos y despertar al día siguiente, con la luz del sol en su esplendor, de igual manera, sin que nadie los interrumpiera ni castigará por ello pero, hasta que eso ocurriera, tendrían que conformarse con estos encuentros a escondidas.

|||Nuestra historia|||Shinso X Kaminari [Flufftober]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora