|||Nuestra historia|||Shinso X Kaminari [Flufftober]

27. Conocer a los padres

Al volver a Japón, las cosas tomaron su cauce habitual y esto implicó ir a hacer una visita a la mamá de Denki que siempre insistía en ver a sus "adorados hijos".

Hitoshi, que ya la conocía desde hace mucho, siempre se sentía un poco inquieto cuando iría a visitar a su suegra pero no era lo más difícil, aún así, sabiendo esto, el rubio aprovechaba la situación para molestar un poco al otro.

—Al menos ya no estás tan nervioso como cuando le hablamos a los profesores de nuestra relación, aunque es injusto porque mi mamá te ama.

—Calla, ella no me ama, de hecho me sigue poniendo nervioso y, por favor, no menciones lo de los profesores... Aún tengo pesadillas con eso.

Kaminari empezó a carcajear mientras le ayudaba a acomodarse el cabello, era lindo que, después de años casados, se seguía esforzando para que él y la mujer que, aunque fuera un guerrera fiera, tenía un malvavisco por corazón y este se derretía cada vez que miraba a Hitoshi; lo mismo que le ocurría a él.

Sin embargo, ella no era ni la mitad de temible que los profesores All Might y Aizawa cuando fueron con ellos a decirles de lo que tenían, ya que estaban "In loco parentis"; o "En lugar de los padres"...

Apenas habían pasado unas semanas desde que su relación se había formalizado. El rubio tuvo una excelente idea, pedir permiso a los profesores más cercanos a ellos para salir pero eso implicaba una muy incómoda situación.

El primero en hacer su movimiento táctico fue un Denki que no le tenía miedo a la muerte. El chico eléctrico esperó a que todos sus compañeros se habían salido del salón y, aunque solía ser de los primeros en largarse del lugar y el mayor lo miró con algo parecido a la intriga o tal vez sólo era sueño.

—Profesor Aizawa, quería pedirle permiso para salir con Hitoshi Shinso, aunque ya sé que usted no es su padre. —Denki le guiñó el ojo, en seña de complicidad que hizo al mayor fruncir el ceño con una ligera molestia.

—Ya lo sabía.

—¿QUÉ?¿Pero cómo? Le dije a Hitoshi que no le dijera antes que yo hablara con usted. —Kaminari comenzó a lloriquear enfrente de su profesor— Lo hizo porque es padre. No es justo.

—Estuviste alardeando sobre ello por semanas, era obvio que me iba a enterar.

—Tiene sentido. —El menor pareció relajarse hasta que recordó la verdadera razón de decirle esto a su intimidante profesor— ¿Y eso está bien para usted?

Shota Aizawa nunca había tenido hijos, por lo que no creyó que tendría que pasar por una situación así pero, después de la primer sorpresa, se sintió halagado por ser considerado para algo así, con un chico al que le tenía verdadero aprecio.

—Parece que se quieren mucho... Y fuiste el primero en apoyarlo, fuera de Midoriya, así que no me molesta. —El pelinegro hizo una mueca que su estudiante interpretó como una sonrisa y reprimió el impulso de lanzarse a abrazar al profesor y ya iba de salida cuando se detuvo en la puerta para finalizar esa conversación.

—Usted no sólo es un héroe por la forma en la que salva gente... Lo es también por lo que hace por nosotros y lo admiro mucho más por la oportunidad que le dió a Hitoshi. Si no fuera por usted, yo no estaría con él.

Aizawa estaba impresionado y supo que esos dos, llegarían lejos juntos.

Por su lado, Shinso sabía que no la tenía difícil. El gran héroe All Might era alguien amigable y accesible, aún así, creía que no debió aceptar esto pero habían hecho un trato y él no se echaría para atrás. Sin embargo, seguía siendo una personalidad intimidante.

Hitoshi tuvo la suerte de encontrarse con el adulto a mitad del patio, parecía ser una señal para hacerlo ahora o nunca.

—¿Profesor?

—¿Sí, joven Shinso? Es extraño verlo solo, ¿se siente bien? —El rubio, con ese instinto paternal que a veces le nacía con sus alumnos, tocó su frente, verificando su temperatura.

—Sí, es que quería preguntarle sobre algo...

—¡Claro! Vayamos a la sala de profesores, ahí podremos hablar más cómodamente. —Sin dejarle contestar, se lo llevó al lugar mencionado.

Todo el camino hacia su oficina All Might se lo llevó de los hombros y el chico, poco acostumbrado a que los desconocidos tuvieran esa confianza con él, se sentía incómodo, aunque se tratara del símbolo de la paz.

Al llegar ahí, Hitoshi prácticamente parecía un gatito empapado por lo tembloroso y ansioso que estaba, lo que hizo que el rubio se preocupara y siguiera abrazando a su estudiante para consolarlo.

—¿Qué es lo que necesitaba, joven Shinso? Es muy peculiar que venga a consultar conmigo y no con Aizawa.

—Verá profesor... Yo comencé a salir con uno de los chicos de la clase A, con Kaminari y quería saber si usted no se oponía a esto, ya que Denki lo admira mucho.

A pesar de estar claramente impresionado, el mayor no soltó al chico y una sincera sonrisa se dibujó en su rostro. Finalmente, lo abrazó con fuerza para felicitarle y, aunque no era su fuerza sobrenatural, el más joven se sentía a punto de desmayarse por lo incómodo del asunto.

—Eso es algo maravilloso, joven Hitoshi. —All Might no deja de tocarlo y ser amable con el otro pero también muy táctil que lo dejaba a punto del colapso.

Cuando salieron de la oficina, Eraser Head iba a entrar, por lo que se toparon casi de frente con él. El héroe de cabello oscuro miró al chico que había acogido y, por las caras de los presentes, supo de lo que estuvieron hablando y se dirigió al menor.

—Shinso, necesito decirte algo, sígueme. — El nombrado le dedicó una ligera reverencia al rubio y siguió a su mentor. Cuando estuvieron a solas, Aizawa habló con la honestidad que le caracterizaba, aún en ese tono, aparentemente distante— Yo... Al decirte que debías a aprender a pelear solo, me refería a que lo hicieras para no ser una carga ni sentirte débil, no porque quería que te aislaras de la gente, es bueno que estés con Kaminari. Me da gusto por ti.

Hitoshi sólo agradeció mientras bajaba el rostro para no mostrar el sonrojo que le invadió.

En cambio, cuando Yagi Toshinori dió con su estudiante con una recién estrenada relación, no pudo evitar dirigirse a él.

—Felicidades, joven Denki, tiene a un muy buen chico de novio. Por experiencia le digo que los que parecen más huraños son los de mejor corazón.

Lo malo es que el "huraño" profesor de la clase A, llegó en ese momento y ambos rubios empezaron a temblar por las consecuencias de aquél comentario.

Aún así, Hitoshi Shinso era el que nunca superaría el trauma de tratar con un efusivo All Might.